“Me amenazaron con colgarme. Me amenazaron con arrancarme las uñas. Me dijeron que nunca volvería a ver la luz del día”, confesó el estadounidense Alan Gross, liberado el pasado diciembre de 2014 luego de estar preso por cinco años en Cuba.
Las declaraciones las hizo durante una entrevista con CBS televisión donde ofreció detalles de su detención por espionaje. Gross admitió además que se sintió abandonado por su país. Recordó que durante las primeras dos semanas se sintió confiado en que el gobierno de EEUU vendría a su rescate.
“Luego me pregunté ‘¿dónde diablos están? ¿dónde están?' No tenía idea de que iba a estar allí durante cinco años. Yo sabía que estaba en problemas”.
Para soportar el tiempo en prisión, Gross recordó que mantuvo una rutina diaria. “Pensaba en mi familia que sobrevivió al Holocausto. Hacía ejercicio religiosamente a diario y encontraba algo de lo cual reírme cada día”.
Cabe recordar que Gross debido por razones humanitarias entre La Habana y Washington en el marco del acercamiento entre ambos países. En la misma liberación fue incluido un estadounidense que permaneció detenido en Cuba durante 20 años.
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