viernes 29  de  marzo 2024
POLÉMICA

Artista plástica cubana exige retiro de su obra de una muestra en Nueva York

Tania Bruguera exigió al Museo de las Artes del Bronx que una de sus obras sea retirada de la muestra "Wild Noise/ Ruido Salvaje"
Por JESSICA CARRILLO MAZZALI

NUEVA YORK.- Lo que comenzó como una exposición de arte binacional entre Estados Unidos y Cuba se ha convertido en otro capítulo polémico de la historia entre los dos países.

Una exhibición de arte cubano y estadounidense llamada Wild Noise/ Ruido Salvaje, entre el Museo de las Artes del Bronx y el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, se ha visto empañada por lo complejo de las relaciones internacionales y la censura del Gobierno cubano.

La muestra constaría de dos partes: una primera se realizó en Cuba en 2015 y luego sería exhibida en el Museo del Bronx. Para ello, el museo neoyorquino prestó más de 80 obras de su colección permanente a Cuba. Pero luego de una larga negociación, los funcionarios del museo cubano han rechazado continuar cooperando, posiblemente debido a dudas sobre si las obras de arte propiedad del Estado cubano podrían estar en peligro de ser confiscadas.

En su momento el Museo del Bronx adelantó que la segunda mitad de la exposición, con obras prestadas al Bronx por el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, no se realizaría precisamente porque la isla no permitió el traslado de las obras a los Estados Unidos.

Holly Block, directora del Museo de las Artes del Bronx, anunció que decidieron reemplazar esta mitad con otra muestra, que se inaugurará el próximo 17 de febrero. En la nueva propuesta figuran unas 60 piezas de colecciones públicas y privadas fuera de Cuba, que representan a muchos de los artistas cuyas obras formaban parte de la colección que no logró salir de Cuba.

“La exposición contará con muchas obras de arte que serán exhibidas públicamente por primera vez, incluyendo una escultura y presentación tipo performance de Humberto Díaz (…) y obras de Belkis Ayón, Abel Barroso, José Bedia, Tania Bruguera, Alejandro Campins, Los Carpinteros, Carlos Garaicoa, Kcho, Glenda León, Ana Mendieta, Diana Fonseca Quiñones, Eduardo Ponjuán, Wilfredo Prieto, Sandra Ramos, Esterio Segura, Meira Marrero y José Ángel Toirac”, se lee en el comunicado de prensa.

La polémica

Tania Bruguera, destacada artista y activista cubana, supo que su obra “Cabeza abajo/Head down” de 1996, sería parte de la exhibición por un artículo publicado en The New York Times, y no porque el museo le participara, como es lo usual. En una conferencia de prensa realizada este viernes en la ciudad de Nueva York, Bruguera exigió públicamente que su trabajo no se incluya en la segunda mitad de Wild Noise / Ruido Salvaje.

“Esto no tiene que ver con un asunto personal. Se trata de un asunto moral”, con estas palabras la artista inició su declaración. Luego continuó explicando que existe una larga tradición en el mundo de las artes de retirar trabajos de exhibiciones porque el artista piensa que el significado de su obra puede ser extraviado políticamente. Y, para Bruguera, ese es el caso de “Wild Noise/ Ruido Salvaje”.

“Esta es una exhibición para promover y limpiar la imagen del gobierno cubano”, asegura la artista que ha sido detenida en varias oportunidades por el régimen del país caribeño. “La exhibición no incluye la censura que hay en Cuba. En este momento hay cineastas a los que se les ha censurado su trabajo, escritores que no han podido publicar sus textos y hay otros artistas visuales que han estado y están encarcelados por su trabajo, y nada de eso es parte de la exhibición”, añade.

La artista destaca que la directora del Museo del Bronx, durante su estadía en Cuba para la primera parte de la muestra, guardó silencio ante los atropellos que Bruguera y otros artistas sufrieron. Y que frente a los ojos de Block, se le impidió la entrada a la artista al Museo Nacional de Bellas Artes. Según relató Bruguera, la respuesta de Block fue: “Lo siento, yo traté”, se dio la vuelta y siguió con la muestra como si nada hubiese ocurrido.

Diario Las Américas trató de obtener el testimonio de Holly Block, pero al cierre de esta nota aún no se había logrado el contacto. Sin embargo, Block dijo a The New York Times que había intercedido, sin éxito, con funcionarios del museo cubano en 2015 para intentar ayudar a Bruguera a entrar, aunque Block dijo que Bruguera quería asistir a una exposición diferente y no a “Wild Noise / Ruido Salvaje”. Y aclaró a través de un comunicado que “el museo ha reconocido y admirado desde hace tiempo el trabajo de Tania Bruguera”.

José Martí, Central Park y el Museo del Bronx

Bruguera aprovechó el encuentro con los medios de comunicación para denunciar la diligencia que ha venido adelantando el Museo del Bronx en el levantamiento de fondos para construir una réplica de la estatua de José Martí, ubicada en Central Park en Nueva York, en la Habana.

“No le corresponde al Museo del Bronx, que debería encargarse de su comunidad, usar sus recursos para levantar 2.5 millones de dólares para reproducir la estatua de José Martí y llevarla a Cuba”, dijo la artista. El dinero que se busca recolectar, gracias al apoyo de la fundación Ford, es casi el equivalente al presupuesto anual del museo (2.8 millones de dólares).

La activista explica que el argumento usado para justificar el hecho es que se trata de un gesto de amistad entre los pueblos de los dos países. Pero Bruguera dice que esto está lejos de la realidad. A su juicio se trata de otra estrategia del gobierno cubano para recibir dinero y no mostrar transparencia institucional.

“Para empezar, nadie necesita otra estatua de José Martí; en Cuba tenemos una en cada esquina”, enfatiza. “Me parece inmoral levantar 2.5 millones de dólares para un proyecto banal en La Habana, mientras la gente en Baracoa sigue luchando luego del huracán Matthew”, agrega.

La artista que le ha hecho frente a la censura en Cuba a través de sus performances recuerda que la población de Baracoa no tiene casas, electricidad, comida o agua. Y propone que los fondos sean donados para la reconstrucción de la ciudad de Baracoa. “No necesitan más estadounidenses tratando de lucir bien ante los ojos del gobierno (cubano). Ellos pueden ayudar a la gente en Cuba y reconocer las contradicciones y las injusticias por las que estamos pasando actualmente”, finalizó.

FUENTE: Especial

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