lunes 11  de  marzo 2024
EEUU

Biden se juega a aprobar a la "fuerza" reforma electoral

Biden, debilitado por bajos índices de aprobación, decidió arriesgarse a aprobar a la fuerza una vasta reforma electoral, que según él "protege" el voto

WASHINGTON - El presidente Joe Biden, dijo el martes que apoya descartar una regla del Senado que requiere mayorías especiales para que su Partido Demócrata pueda aprobar amplias reformas al "derecho al voto", que según él esta en riesgo.

Si los republicanos bloquean las reformas, "no habrá otra opción que cambiar normas del Senado, incluyendo terminar con el filibusterismo", advirtió Biden en un discurso en Atlanta. "Apoyo cambiar reglas del Senado", afirmó.

Los demócratas pretenden eliminar la aprobación de leyes en el Senado con la mayoría de votos, 60 sobre un total de 100 con el propósito de aprobar reformas electorales.

Desde 1917, los senadores pueden decidir parar el debate si logran reunir suficientes voces. Hoy, 60 senadores de 100 son necesarios para que un proyecto de ley sea sometido a votación. La regla no aplica para las leyes presupuestales.

Biden y los demócratas quieren eliminar la medida debido a que no cuentan con los 60 votos para reformar la ley electoral, un método común empleado por regímenes socialistas para afianzarse en el poder.

La oposición republicana se alza en contra de las intenciones de Biden y los demócratas, asegurando que "rompería el Senado" y daría a los demócratas un poder desmedido.

"Este es un momento crucial", dijo Biden a periodistas al partir de la Casa Blanca, asegurando que "la historia juzgaría" a los legisladores de su país.

El presidente, debilitado por bajos índices de aprobación, decidió arriesgarse a aprobar a la fuerza una vasta reforma electoral hasta ahora bloqueada por los republicanos en el Senado, según indicó la Casa Blanca, que busca "reforzar" el voto de las minorías, propuesta que crea desconfianza en los republicanos.

"No vacilaré. Defenderé el derecho al voto y nuestra democracia contra los enemigos de dentro y de fuera", dijo el presidente demócrata.

Biden impulsará la aprobación de dos leyes que conforman la reforma electoral. Ambas ya aprobadas en la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas que buscan como mantener mayoría en el Congreso de cara a las elecciones de medio término.

Los demócratas, con una precaria mayoría en el Senado estadounidense (50, más el voto de la vicepresidenta Kamala Harris), quieren adoptar a toda costa una ley que aseguran "protege" el acceso al voto de las minorías, como los latinos, y para lograrlo amenazan con acabar con una tradición parlamentaria de "obstrucción".

La tradición democrática establece la aprobación de leyes en el Senado con la mayoría de votos, 60 sobre un total de 100.

Los demócratas han decidido impulsar un proyecto de ley de reforma electoral que supuestamente "neutralizará" una serie de restricciones aprobadas en estados republicanos de todo el país. Lo hacen aprovechando el viento a favor con motivo del aniversario, el 6 de enero, del asalto al Capitolio por parte de simpatizantes del expresidente republicano Donald Trump.

Los demócratas se proponen someter a votación un texto para modificar el famoso "obstruccionismo", alegando "proteger los cimientos de nuestra democracia: elecciones libres y justas".

De todos modos no es seguro que vaya a ser adoptado, puesto que dos demócratas conservadores se oponen duramente a que se elimine la polémica norma por estimar que el "obstruccionismo" impulsa la búsqueda de acuerdos en un sistema democrático.

En el contexto de ese plan de reformar la Ley electoral, Biden inició su visita a Atlanta con un encuentro con los hijos de Martin Luther King, antes de visitar la tumba del héroe afroestadounidense de la lucha por los derechos civiles.

Luego se dirigió con la vicepresidenta Kamala Harris a la iglesia bautista donde fue asesinado King en 1968.

- Martin Luther King -

Biden, elegido con el decidido apoyo de figuras de la comunidad negra, ha prometido completar las luchas del ícono de la movilización no violenta. Pero los activistas de derechos civiles le advirtieron contra las promesas vacías.

"Su visita no debe ser una mera formalidad", indicó en Twitter Martin Luther King III, hijo del pastor bautista.

Biden pierde apoyo

La prensa estadounidense también notó la ausencia de Stacey Abrams, candidata demócrata para la gobernación de Georgia, y una de las voces más poderosas sobre la participación electoral de afroamericanos. Una ausencia, que según la Casa Blanca se debió a un simple "conflicto de agendas".

Según Biden, su propuesta pretende "armonizar" para todo el país las condiciones en las que votan los estadounidenses, desde la inscripción en los registros electorales hasta el recuento de votos, pasando por el voto por correo o la verificación de identidad.

Estos son parámetros que varios estados conservadores del sur, incluido Georgia, se han comprometido a modificar asegurando que aumentan la seguridad de las operaciones de votación.

Los demócratas acusan a los republicanos de buscar subvertir futuras elecciones, bajo la influencia del expresidente Trump, que afirma que las últimas elecciones presidenciales fueron amañadas.

En un perfecto diálogo de sordos, los republicanos reprochan a sus oponentes "un golpe descarado destinado a tergiversar las reglas del juego", según denunció la presidenta del Partido Republicano, Ronna McDaniel.

Biden quiere que el Senado apruebe dos iniciativas: la "Ley de avance de los derechos electorales de John Lewis" y la "Ley de libertad para votar". Según él, esto protegerá los logros de la lucha por los derechos civiles y contra la discriminación racial, que se remontan a los años 1960.

Esa costumbre, que pretende forzar el consenso y la moderación, exige que el Senado reúna una mayoría reforzada (de 60 votos) para someter a votación la mayoría de los textos.

Pero Biden, que puede perder el control del Congreso tras las elecciones de medio mandato el próximo noviembre, está ahora a favor de que los demócratas (que tienen actualmente 51 votos en el Senado incluido el de la vicepresidenta, contra 50 de los republicanos) voten por mayoría simple, en un intento desesperado para lograr su objetivo.

Abandonar el umbral de los 60 votos enfurecerá a la oposición conservadora, pero también molestará a ciertos demócratas, apegados a esta disposición criticada por "obstruccionista".

Pero para tener éxito, el presidente necesita el apoyo de todos los senadores demócratas sin excepción, incluido el de Virginia Occidental, Joe Manchin, quien ya bloqueó el masivo plan de gastos sociales y ambientales de Biden y es reticente a seguir a su partido en el llamado "derecho al voto".

FUENTE: Con información de AFP

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