La bombera de más alto rango en Asheville, Carolina del Norte, asegura haber sido discriminada por ser mujer en varias ocasiones y luchar por mantener su trabajo mientras padecía de cáncer de mama. En otro caso, la primera jefa de un departamento de bomberos municipal en el estado dice que consideró brevemente el suicidio después de años de acoso sexual.
Las bomberas Joy Ponder y Susanna Schmitt Williams se encuentran entre las numerosas mujeres en Estados Unidos que han presentado demandas contra sus empleadores alegando que fueron sometidas a un comportamiento degradante que puso fin a sus carreras.
Los defensores dicen que ir a los tribunales es a veces el único recurso efectivo en un campo donde las mujeres constituyen una parte tan pequeña de la fuerza laboral. Según datos hasta 2018 de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios, 93.700, es decir, el 8%, de los bomberos del país eran mujeres.
Williams, quien fue despedida en julio de 2019, dijo a The Associated Press que ella fue “objeto de rumores sexualizados (y) hostilidad en forma de insubordinación por parte de quienes me informaban”.
Williams dijo que el gerente de la ciudad de Carrboro, David Andrews, anuló sus decisiones disciplinarias y operativas, e incluso aceptaba recomendaciones de hombres que tenían rangos más bajos, menos experiencia y educación. Andrews no respondió a un correo electrónico en busca de comentarios.
Ponder, quien renunció a su puesto como jefa de división del Departamento de Bomberos de Asheville en septiembre, dijo que enfrentó años de acoso y discriminación de género por parte del jefe Scott Burnette.
Burnette no devolvió una llamada telefónica en busca de comentarios. Peggy Rowe, asistente de la administradora de la ciudad, Debra Campbell, dijo que la ciudad no comenta sobre las demandas en curso.
FUENTE: AP