COLUMBUS — Ya sea como candidatos o financiando campañas, varios multimillonarios están usando sus fortunas para tratar de ganar reñidas primarias republicanas, con el ojo puesto en dos escaños vitales en el Senado.
COLUMBUS — Ya sea como candidatos o financiando campañas, varios multimillonarios están usando sus fortunas para tratar de ganar reñidas primarias republicanas, con el ojo puesto en dos escaños vitales en el Senado.
Mike Gibbons, un gerente de inversiones, ya ha comprometido 17 millones de dólares en su campaña en pos de la banca de Ohio. Otros tres millonarios aspiran al mismo escaño: el senador estatal Matt Dolan, cuya familia es propietaria del equipo de béisbol Guardianes de Cleveland; Jane Timken, casada con un miembro de la familia dueña de la gigantesca empresa siderúrgica Timken Co., y el autor del libro “Hillbilly Elegy”, JD Vance. Entre los tres han invertido o prestado 14 millones de dólares a sus campañas.
En Pensilvania, el cirujano cardíaco y personalidad televisiva Mehmet Oz, el exdirector de un fondo de inversiones David McCormick y Carla Sands, ex CEO de una empresa de bienes raíces, llevan invertidos en conjunto más de 20 millones de dólares en sus campañas.
Peter Thiel, cofundador de PayPal, aporta dinero a un Super PAC (comité de acción política) que apoya a Vance. Otro multimillonario, Ken Griffin, contribuyó millones a la campaña de McCormick.
La llegada de tanto dinero a las primarias de Ohio y Pensilvania refleja la importancia de esas dos bancas senatoriales, que pueden decidir qué partido controla la cámara alta en las elecciones de noviembre.
En juego están dos escaños que van a dejar vacantes los republicanos Rob Portman (Ohio) y Pat Toomey (Pensilvania), y se espera que las contiendas sean reñidas.
Si bien el dinero en sí tal vez no decida los ganadores, seguramente ayudará.
Sheila Krumholz, directora ejecutiva de OpenSecrets, agrupación que monitorea los gastos de las campañas, dijo que la autofinanciación es una opción cada vez más atractiva para los candidatos ricos porque no hay límites a lo que uno puede aportar, lo que les permite batallar de igual a igual con candidatos que tienen fuerte apoyo de Super PACs y de otras fuentes.
“Las enormes inversiones de los super PACs y de grupos de afuera con fuentes anónimas implican que los candidatos nunca pueden dejar de recibir fondos”, declaró Krumholz. “Nunca tendrán suficiente dinero, por eso los candidatos que se autofinancian tienen ventaja”.
Algunos candidatos poco conocidos, como Gibbons y McCormick, gastan parte de sus fortunas para darse a conocer. Otros más conocidos, como Oz y Vance, usan su dinero para recordarle a la gente que tienen el apoyo de Donald Trump, quien sigue siendo muy popular entre la base republicana.
En Ohio, Josh Mandel es el único de siete candidatos republicanos al Senado que no se prestó dinero a sí mismo. Pero tiene el respaldo del Club for Growth Action, un super PAC que gastó más de 4,6 millones de dólares hablando mal de sus rivales, sobre todo de Vance, de cara a la primaria del 3 de mayo.
Por su parte Vance tiene el apoyo de Protect Ohio Values, un super PAC en el que Thiel invirtió 13,5 millones de dólares.
En Pensilvania hay siete candidatos republicanos, pero la contienda la decidirán tres individuos acaudalados y bien conectados, llegados de otros estados y dispuestos a gastar de su propio dinero en sus campañas.
Cuando KDKA-TV de Pittsburgh le preguntó a McCormick si alguien tan rico como él podía entender a la gente común, McCormick respondió que “no tuve nada de niño”. Le gusta mencionar que de pequeño trabajaba en una granja de su familia que plantaba árboles de Navidad.
Una de sus rivales republicanas, Katy Barnette, quien dice haber sido producto de una violación cuando su madre tenía 11 años y de haber pasado su infancia en una granja porcina, en una casa sin agua corriente, cuestiona lo que describe como la costumbre republicana “de elegir al más rico”.
“¿De qué nos sirvió eso? Elegir a alguien solo porque es rico”, preguntó a fines de marzo, sentada cerca de Oz y McCormick.
Luego, mirando hacia el público, insistió: “¿Cuántas veces llamaron a su funcionario elegido, que resultó ser la persona más rica del salón, para pedirle que pusiese la cara por ustedes? ¿Y cuántos lo hicieron en los dos últimos años?”.
McCormick y Oz, que tienen además el apoyo de super PACs y llenan las ondas con avisos televisivos, encabezan las encuestas. Un super PAC que apoya a McCormick dijo haber invertido más de 13 millones de dólares en su campaña, incluidos 7,5 millones de Griffin.
Todo este dinero puede inquietar a los votantes, según Terry Casey, un estratega republicano de Ohio.
“Los votantes, con razón, se muestran legítimamente escépticos de candidatos que gastan millones y millones. Se preguntan quiénes aportan ese dinero y por qué”, expresó. “Se puede decir que si te financias tú mismo, tal vez no le respondas a nadie. Pero, ¿por qué lo haces? ¿Por una cuestión de ego o de vanidad?”.
FUENTE: Con información de AP