WASHINGTON.- Miembros del Partido Republicano de Donald Trump se distanciaron de las últimas declaraciones del presidente estadounidense sobre la violencia en Virginia durante una manifestación de supremacistas blancos el fin de semana, que también atrajeron numerosas críticas internacionales.
La controvertida y caótica rueda de prensa ofrecida por el presidente ayer martes en su Trump Tower en Nueva York dejó estupefactos a políticos tanto republicanos como demócratas, después de que Trump volviera a acusar a "ambas partes" de lo ocurrido.
Un hombre atropelló con su automóvil a una multitud que protestaba contra la marcha de extremistas de derchas, causando la muerte de Heather Heyer y dejando 19 heridos.
"Debemos ser claros. La supremacía blanca es repulsiva. Esta intolerancia va en contra de todo lo que representa este país. No puede haber ambigüedad moral", dijo el presidente de la Cámara de Repesentantes, Paul Ryan, al que se unieron otras voces de condena dentro de su partido.
El senador Marco Rubio dijo que los organizadores de la marcha de supremacistas blancos "son adeptos de una ideología malvada que sostiene que ciertas personas son inferiores por su raza, etnia o país de origen". Rubio escribió en Twitter que ellos son "cien por cien culpables" de lo ocurrido.
"Está dejando en evidencia a nuestro país y a los millones de estadounidenses que lucharon y murieron para derrotar al Nazismo", tuiteó por su parte el senador demócrata Bernie Sanders sobre las declaraciones del martes.
Líderes y políticos fuera de Estados Unidos también criticaron a Trump. "No veo equivalencias entre aquellos que defienden las ideas fascistas y aquellos que se oponen a ellas", dijo la primera ministra británica, Theresa May. "Creo que es importante para todos en puestos de responsabilidad que condenen las ideas de extrema derecha cuando las oigan".
El ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, consideró "intolerable la forma en que Trump trata por encima la violencia de las hordas de derecha en Charlottesville". "Nadie debería minimizar el antisemitismo y el racismo de los neonazis. Cuando se trata de propaganda y violencia de derecha, no hay nada comparable", añadió.
Aunque que el ataque de Charlottesville dominó las declaraciones de Trump, los periodistas también preguntaron al presidente si continúa confiando en su jefe de estrategia, Seteve Bannon.
"Ya veremos", dijo Trump cuando le preguntaron si Bannon continuará en la Casa Blanca.
Bannon, que antes dirigía la web de derechas "Breitbart News" y que como director de la campaña electoral es considerado uno de los responsables de aumentar la retórica y los temas nacionalistas en la misma, es uno de las figuras más polémicas de la administración.
"The New York Times", la CNN y otros medios han sugerido que Trump podría estar considerando destituir a Bannon, después de haber sustituido a otros importantes miembros de su administración en las últimas semanas.
"No es racista, se lo aseguro. Es una buena persona, pero la prensa le trata de forma muy injusta en ese sentido. Pero ya veremos lo que pasa con el señor Bannon", declaró Trump.
En Bruselas, la Unión Europea (UE) condenó de forma cautelosa los acontecimientos en Estados Unidos, pero se negó a responder directamente a los comentarios de Trump.
"La UE se opone y condena todas las formas de racismo, odio y violencia en Europa y en el mundo", dijo la portavoz de la Comisión Europea Annika Breidthardt.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, discrepó con Trump sobre su declaración de que había gente "buena" en los dos lados de las protestas. "Cuando personas como (el ex líder del Ku Klux Klan) David Duke te alaban, estás en el lado incorrecto. No hay nazis 'buenos'. Todos debemos oponernos firmemente a la extrema derecha", sentenció.
Duke celebró la "honestidad y el valor" de Trump en sus comentarios sobre Charlottesville.
El miembro de la oposición israelí Yair Lapid negó que haya "dos lados" en la disputa. "Cuando los neonazis marchan por Charlottesville y gritan consignas contra los judíos y en apoyo a la supremacía blanca, la condena debe ser inequívoca".
Varios observadores de los derechos humanos de la ONU advirtieron en un comunicado desde Ginebra de que los acontecimientos en Charlottesville fueron parte de una tendencia más amplia en Estados Unidos.
"Vemos estos acontecimientos como los últimos ejemplos del aumento del racismo, la discriminación racial, la afrofobia, la violencia racista y la xenofobia observada en manifestaciones en Estados Unidos", apuntaba un comunicado conjunto de los expertos que monitorean el racismo.
FUENTE: dpa