jueves 21  de  marzo 2024
Desde Los Angeles

Cumbre de las Américas: sobran expertos políticos de esquina

Su discurso transita directo hacia el carácter imperialista de la cumbre y el abuso de EEUU con las economías de América Latina
Diario las Américas | CAMILO LORET DE MOLA
Por CAMILO LORET DE MOLA

Constantemente se nos acercan para explicarnos lo que “realmente está pasando en Colombia” o "las verdaderas razones por las que el presidente de México no viene a la cumbre".

Hay otro tipo de autotitulados versados que nos exigen cinco minutos de nuestro tiempo para decirnos cómo se pueden resolver los problemas del mundo, tienen soluciones para todo, desde cómo obtener la paz en Ucrania hasta cómo acabar con el hambre en Latinoamérica.

Uno debe hacer acopio de paciencia y escucharlos, porque al final ellos te están reconociendo tu trabajo, te están distinguiendo como comunicador y también necesitan manifestar sus necesidades y frustraciones.

El problema es cuando estás por salir al aire con dificultades de conexión o locación y tienes que hacer acopio de paciencia para no lucir rudo con estos analistas por cuenta propia y conseguir postergar por unos minutos este "intercambio de opiniones".

Los manifestantes de posiciones de izquierda ya tienen tomada una de las esquinas de enfrente al centro de convenciones, allí gritan por una reforma migratoria prometida por la campaña de Biden y que no ven llegar. Cuando nos acercamos a escuchar sus reclamos su discurso transita directo hacia el carácter imperialista de la cumbre y el abuso de los Estados Unidos con las economías de América Latina.

Les mencionamos los mil novecientos millones de dólares recién aprobados en ayuda y aseguran que eso es mentira, “solo palabrería” e insisten en que la explotación está peor que nunca con esta administración.

Para ellos el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador es el héroe de la jornada y el único estadista que tiene claro como sacar a Latinoamérica de la situación actual. Se les nota quién les paga.

Los funcionarios de la Casa Blanca han salido a las calles, nos visitan en los improvisados stands de transmisión, son asequibles a las entrevistas y aguantan las preguntas incómodas.

No se han quedado en los salones de la cumbre, se mueven por la zona de las protestas y de los reclamos.

Muchos son desconocidos, son voceros o jefes de prensa de diferentes departamentos del gobierno, en su mayoría son muchachas jóvenes y en gran número latinoamericanas.

Es una evidente ofensiva por mejorar la imagen de la administración y en nuestro caso es bienvenida. Son además muy eficientes repartiendo el tiempo de los secretarios de gobierno y altos funcionarios, garantizando que todos tengamos nuestros minutos para conversar con ellos.

La policía está mostrando músculo, se mueven entre los manifestantes y periodistas advirtiendo que partir de las cuatro de la tarde esta zona será restringida y el perímetro policial nos obliga a salir de allí cuanto antes.

Le replico que tengo cita con una funcionaria del Departamento de Estado en ese mismo lugar, la capitana de la policía me mira con severidad y me contesta que a las cuatro me voy, con funcionaria o sin ella. Acepto sin peros.

Los montacargas han comenzado a organizar las piezas de concreto y las cercas de acero que rodearán el centro de convenciones.

En medio de las calles vacías y tranquilas parecen medidas extremas. Le comento al comandante de la policía y me dice con algo de sarcasmo "no es exceso, ellos ya están aquí, aunque usted no los vea". Me recuerda algún personaje de una película de ciencia ficción que espera una invasión de extraterrestres, de cualquier forma, reviso cada esquina cercana y no descubro ningún indicio de los preparativos para la batalla, no se distinguen grupos escondidos, o personas disimulando sus verdaderas intenciones de provocar desórdenes.

Los negocios cercanos al centro de convenciones deberán estar de plácemes por la cumbre, sin embargo muchos prefieren cerrar sus puertas, como si sus administradores también hubieran conversado con el comandante de la policía o como si las barreras le recordaran los sucesos del seis de enero en el Capitolio de Washington.

Prefieren no vender y protegerse de una posible manifestación que, insisto, no se respira por ningún lado.

Nosotros la tenemos difícil, tendremos que caminar mucho más para conseguir café o algún alimento ligero.

El secretario de salud Xavier Becerra me recibirá hoy en una entrevista que ha sido extraordinariamente fácil concretar con la funcionaria a cargo de la prensa. Nadie me ha dicho qué puedo y qué no puedo preguntar, me aclaran que está dispuesto para cualquier tema. Veremos.

Muchos de los residentes están molestos con las incomodidades que el evento les provoca a sus vidas cotidianas, han comenzado a molestar ellos también. Se acercan gritando a nuestros stands, ponen música alta cuando ven las cámaras, se acercan demasiado a nosotros con sus patinetas y monociclo. Insisten en caminar por delante de las cámaras y por el lugar donde hemos montado los equipos.

Esto pasa cada vez más en las últimas horas, pero estamos preparados para sobreponernos a los inconvenientes y seguir trasmitiendo. Ante las evidentes provocaciones solo respondemos con una sonrisa.

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Hoy con el secretario de salud de los Estados Unidos, Xavier Becerra sobre temas tan importantes como la crisis de...

Publicado por Camilo Loret de Mola en Miércoles, 8 de junio de 2022

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