NACIONES UNIDAS.- Diplomáticos cubanos boicotearon hoy con gritos y golpes sobre las mesas un acto organizado en la sede de la ONU por Estados Unidos para denunciar la situación de los presos políticos en la isla.
NACIONES UNIDAS.- Diplomáticos cubanos boicotearon hoy con gritos y golpes sobre las mesas un acto organizado en la sede de la ONU por Estados Unidos para denunciar la situación de los presos políticos en la isla.
La delegación cubana, que había pedido a Naciones Unidas la cancelación del evento por considerar que violaba las normas de la organización, se presentó finalmente en la sala e impidió que la cita se desarrollara con normalidad.
Los participantes en el acto, incluida la diplomática estadounidense Kelley Currie y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pronunciaron sus discursos, pero estos apenas podían oírse en medio de gritos de "Cuba sí, bloqueo no" y golpes sobre las mesas.
Currie, que es la representante de EEUU en el Consejo Económico y Social de la ONU, vio como su intervención era interrumpida repetidamente por la embajadora de Cuba ante Naciones Unidas, Anayansi Rodríguez, que pronunció su propio discurso al mismo tiempo y fuera de micrófono.
Rodríguez abandonó luego la sala, pero otros representantes cubanos le fueron tomando el testigo mientras Almagro y el resto de participantes en el acto trataban de hacerse escuchar.
Los diplomáticos cubanos, que contaron con el apoyo de algunos países aliados, corearon también consignas y taparon los discursos con repetidos golpes sobre las mesas.
"Nunca en toda mi vida había visto diplomáticos comportarse como la delegación cubana lo hizo hoy", dijo Currie a los periodistas, subrayando que el Gobierno de La Habana debería estar "avergonzado" por este "comportamiento de matón".
"Uno se pregunta si los diplomáticos de este Gobierno se comportan así, ¿cómo se comportará la policía? Se entiende por qué la gente tiene miedo a hablar, por qué se manda a gente a la cárcel por hablar", insistió.
La representante permanente de Cuba, mientras, acusó a EEUU de tratar de utilizar "el nombre y el emblema" de la ONU en un acto "contra un Estado miembro, simulando apoyo internacional a su falaz campaña".
"Estados Unidos sí que carece de moral para dar lecciones y mucho menos en esta materia", dijo Rodríguez a los periodistas, que denunció entre otras cosas las torturas en la base estadounidense de Guantánamo y "el encarcelamiento de inmigrantes, incluidos niños".
El Departamento de Estado de Estados Unidos había anunciado que este martes lanzaría la campaña "Jailed for What" ("Encarcelados para qué") a favor de unos 130 prisioneros políticos cubanos, en la Sala del Consejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU.
Para la embajadora de La Habana, Anayansi Rodríguez, con dicha acción "se intenta empañar el nombre de Naciones Unidas en un acto en contra de un Estado miembro, en contravención de los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas".
"Bien ameritaría que el Gobierno de Estados Unidos transformara su campaña de ignominia por perdón sentido y reparación al pueblo cubano por los daños ocasionados por los 56 años de bloqueo", afirmó.
En su carta a Guterres, Rodríguez dijo además que las normas relativas al uso de las salas de conferencias establecen "claramente" que solo se realizarán eventos que estén en consonancia con los propósitos y principios de la ONU y "estén justificados por pertinencia para la labor de la organización".
La embajadora opinó que el evento viola "de forma flagrante" dichas normas y solicitó que se cancele.
Por su parte, en director general de Estados Unidos en la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, acusó a Washington de "fabricar pretextos para conducir a un clima de mayor tensión bilateral", informó el sitio en internet de la Cancillería cubana.
Dijo que Estados Unidos pretende retomar la campaña contra Cuba en el área de los derechos humanos y para ello "acude a las acusaciones fraudulentas y a campañas difamatorias".
Agregó que el Gobierno estadounidense dedica cada año recursos millonarios "para atentar contra el orden constitucional cubano, interferir en los asuntos internos y financiar a individuos que actúan como agentes de una potencia extranjera, lo que en Cuba es ilegal, al igual que lo es en los Estados Unidos y en otros países".
Criticó que "recientemente se han incorporado a las estructuras de política exterior del Gobierno figuras de reconocida trayectoria anticubana, capaces, como ya lo han hecho en el pasado, de fabricar falsedades que han quedado desenmascaradas y documentadas públicamente, incluso por el Congreso de los Estados Unidos".
El régimen cubano no reconoce a la disidencia interna y califica rutinariamente a sus integrantes de "contrarrevolucionarios" o "mercenarios" al servicio de intereses extranjeros. Niega que en las cárceles de la Isla existan presos políticos y sostiene que se trata de delincuentes comunes.
En los foros internacionales, La Habana no acepta críticas a su desempeño en derechos humanos. Asimismo, califica de "anticubanos" a los exiliados que rechazan su política.
FUENTE: EFE/Diario de Cuba