lunes 25  de  marzo 2024
Bolivia

Donald Trump da su apoyo a la presidenta interina de Bolivia

Añez agradeció el "respaldo" de Trump y reiteró que su misión es pacificar" el país y convocar a elecciones, en un mensaje por Twitter

WASHINGTON — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó su apoyo el martes a la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, en su “misión de asegurar una transición democrática pacífica a través de elecciones libres”.

Mediante su cuenta de Twitter, el mandatario también denunció “la violencia en curso y a aquellos que provocan tanto a Bolivia como desde afuera”, en aparente alusión al depuesto presidente Evo Morales, que permanece en Argentina en calidad de refugiado desde que asumió el nuevo gobierno de Alberto Fernández.

Añez agradeció el “respaldo” de Trump y reiteró que su misión es pacificar” el país y convocar a elecciones, en un mensaje por Twitter.

Más temprano, Morales dijo en Argentina, donde está radicado, que hará campaña por el candidato presidencial del Movimiento al Socialismo y que no teme trasladarse a su país, donde está acusado de sedición y terrorismo.

Morales también afirmó en su primera rueda de prensa en Buenos Aires, adonde llegó el 12 de diciembre acompañado de varios exfuncionarios bolivianos, que las elecciones que se han programado en su país dentro de cuatro meses -en una fecha aún no definida- deben ser “libres y transparentes” al afirmar que “puede haber de verdad fraude”, lo mismo que él hizo para mantenerse en el poder, de acuerdo con el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El exmandatario, que ha solicitado la condición de refugiado político, indicó que hay “muchos líderes” en el seno del Movimiento al Socialismo (MAS), que la idea es “buscar un candidato unitario” y que su obligación es acompañarlo.

Morales estaba acompañado por el excanciller Diego Pary Rodríguez y la exministra de Salud Gabriela Montaño. El exmandatario reside junto a sus dos hijos, que llegaron a Buenos Aires el 23 de noviembre.

Morales renunció al poder el 10 de noviembre en medio de protestas sociales y presionado por la falta de apoyo de las fuerzas de seguridad. Luego se exilió en México y tras un breve paso por Cuba para hacer una "consulta médica" llegó a Argentina, con el beneplácito del gobierno del presidente peronista Alberto Fernández.

Poco después de la llegada del exgobernante, la cancillería señaló que no era deseable que usara Argentina como plataforma “para hacer política”. Pero un día después Morales arremetió desde su cuenta de Twitter contra Áñez y dio entrevistas a la prensa en las que cuestionó el “golpe de Estado” del que dijo haber sido víctima.

Posteriormente el jefe de gabinete argentino, Santiago Cafiero, señaló que Morales tiene libertad para hacer declaraciones sobre su país en alusión a que la ley de refugiado de Argentina no establece prohibiciones al respecto.

Fernández es uno de los dirigentes de centroizquierda de la región que más ha expresado su apoyo a Morales. Durante el fin de semana se reunió con el líder indígena acompañado de la actual vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández (2007-2015).

El primer presidente indígena de Bolivia también señaló en la rueda de prensa que en caso de que eventualmente no le permitan entrar a su país, vería “la forma” de hacerlo “acompañado de personalidades, la prensa y una vez allá hacer campaña”.

“No tengo miedo a la detención... Ahora que no soy candidato, no soy presidente, puedo acompañar a candidatos para ganar elecciones; esa es la mayor ambición que tengo”, sostuvo. Sin embargo, el 10 de noviembre huyó de Bolivia por temor.

Sobre los precandidatos, mencionó entre otros a Luis Arce y Andrónico Rodríguez, aunque sobre el último señaló que es muy joven para ser aspirante a la presidencia.

Según el exlíder cocalero, lo ideal sería “garantizar ese voto duro del movimiento indígena y también de la clase media y del sector empresarial”.

También apuntó que para que se garanticen elecciones transparentes deberían ser supervisadas no sólo por observadores sino por “una comisión electoral”, formada por ejemplo por funcionarios de Naciones Unidas.

Poco después el ministro de la presidencia de Bolivia, Yerko Núñez, dijo a periodistas que lamentaba que Morales “quiera volver al país a crear divisiones”.

“Hay tratados internacionales y seguramente la canciller tendrá que hacer estas denuncias a los organismos correspondientes... No puede ser que haya convenios internacionales y que un país deje que una persona nuevamente esté causando sedición, terrorismo, por un fraude que se ha llevado a cabo acá en nuestro país”, señaló Núñez.

La canciller Karen Longaric dijo en su cuenta de Twitter que “no puede acogerse al refugio la persona respecto de la cual existan motivos fundados para considerar que ha cometido un delito de lesa humanidad”.

El asesor de la Casa Blanca para Asuntos Latinoamericanos, Mauricio Claver-Carone, advirtió días atrás que la presencia de Morales podría convertirse en un “grave problema” para la relación entre Estados Unidos y Argentina si el exmandatario fomentaba la inestabilidad en Bolivia.

Morales renunció tras un mes de manifestaciones en las que era acusado de haber montado un fraude para ser reelegido para un cuarto mandato. Tras su dimisión, sus partidarios emprendieron protestas que derivaron en la muerte de 35 personas, la mayoría por choques con las fuerzas del orden.

FUENTE: Con información de AP

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