DES MOINES Iowa - Estados Unidos arrancó el lunes en Iowa la maratónica carrera hacia la Casa Blanca, con todas las miradas puestas en la primera votación de la interna demócrata para elegir al rival del presidente republicano Donald Trump en noviembre.
Los dos favoritos, el senador de extrema izquierda Bernie Sanders y el exvicepresidente moderado Joe Biden, enfrentan una prueba clave en un estado escasamente poblado, que a partir de las 19H00 locales (01H00 GMT) se congregó en los llamados "caucus", o asambleas de electores organizadas en unas 1.700 locaciones, escuelas, iglesias o gimnasios.
En un año electoral típico, Iowa absorbe toda la atención política del país. Pero exactamente nueve meses antes de las presidenciales del 3 de noviembre, este ciclo electoral es todo menos normal, eclipsado por el proceso de destitución de Trump, que se espera culmine a mediados de esta semana con la absolución del magnate inmobiliario en el Senado, donde los republicanos son mayoría.
A Sanders, de 78 años y derrotado en Iowa por Hillary Clinton hace cuatro años, y Biden, otro septuagenario blanco y veterano de la política de Washington, le siguen en intención de voto el joven exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, otro centrista, y la senadora progresista de Massachusetts Elizabeth Warren.
De los 1.991 delegados necesarios para ganar la nominación presidencial demócrata, solo 41 están en juego en Iowa, pero la votación en este pequeño estado rural ofrecerá una idea de la viabilidad de los 11 contendientes aún en liza.
Antes de la votación, Biden llevó pizza a una oficina local en un centro comercial cerca de Des Moines para agradecer a los voluntarios. "Tengo un buen sentimiento sobre hoy", dijo, antes de ponerse gafas de sol y dirigirse a los voluntarios.
La senadora por Minesota Amy Klobuchar y el empresario Andrew Yang, en quinto y sexto lugar, esperaban superar las expectativas y aprovechar el impulso de Iowa para la próxima primaria, en New Hampshire el 11 de febrero.
Campaña atípica
El "caucus" republicano también tendrá lugar en Iowa este lunes, pero con mucho menos suspenso. Aunque dos candidatos se postulan contra Trump, Joe Walsh y Bill Weld, es poco probable que derroten al mandatario, que tiene el apoyo oficial del partido y una gran popularidad entre su base de votantes.
Trump será seguramente confirmado como el candidato republicano en la convención nacional del partido del 24 al 27 de agosto en Charlotte, Carolina del Norte, pero aún así sus dos hijos, Donald Junior y Eric, estaban en Iowa haciendo campaña.
El presidente no se ha quedado de brazos cruzados. El domingo calificó a Biden de "Dormido Joe" y describió a Sanders como "un comunista", anticipando una probable línea de ataque si Sanders gana la nominación.
Lo que ocurra en Iowa probablemente reducirá aún más el campo demócrata, al dar los primeros resultados verificables de una carrera que culminará del 13 al 16 de julio en la convención del partido en Milwaukee, Wisconsin.
En Iowa, donde por primera vez habrá "caucus" en español, uno de cada cuatro electores potenciales son latinos, señaló la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC). Un récord de 32 millones de latinos estarán habilitados para votar en noviembre, superando por primera vez en número a los electores negros, según el centro de investigaciones Pew.
Sanders lo sabe y el marcado guiño al voto latino de su campaña se espera fundamental en Iowa y el resto del país.
¿Habrá sorpresas?
Luke Elzinga, partidario de Sanders, apareció temprano en la escuela secundaria Lincoln High School en Des Moines, sede de un "caucus", este peculiar ritual electoral estadounidense a veces caótico.
"Creo que realmente inspira a muchos jóvenes, a muchos votantes descontentos que de otro modo no podrían aparecer", comentó a la AFP Elzinga, de 28 años. "Creo que es el mejor candidato para vencer a Trump", aseguró sobre Sanders.
A diferencia de la votación secreta, los asistentes a estas asambleas declaran públicamente su opción. Los candidatos que logran el 15% de apoyo ganan delegados para la carrera de nominación, mientras que los partidarios de los candidatos que se quedan cortos pueden virar su apoyo a otros.
La participación es crítica, y los candidatos y sus representantes buscarán persuadir a los votantes sobre temas recurrentes en el más de un año de campaña, y presentes en los siete debates televisados realizados hasta ahora: la atención médica, los impuestos y el fin de la corrupción en Washington.
Un importante candidato demócrata que prefirió no competir en Iowa es el multimillonario Michael Bloomberg, quien ingresó a la carrera en noviembre y está cuarto a nivel nacional en los sondeos.
El exalcalde de Nueva York, que invirtió más de 300 millones de dólares en publicidad, según Advertising Analytics, apuesta a una campaña nacional con énfasis en los 14 estados que votan en el "Super Martes" del 3 de marzo, entre ellos los cruciales California, Texas, Virginia y Carolina del Norte.
FUENTE: AFP