En la cultura cubana, el nivel superior de amistad se denomina como hermandad. Este nivel y profundidad de la amistad es considerado igual o superior al hecho biológico. Indica la comunión de valores, más allá de los lazos de sangre. Esta hermandad se profundiza aún más cuando se comparte una causa.
Hay causas, hay motivos, y hay pasatiempos y entretenimientos.
Causa es un motivo mayor que requiere entrega, sacrificio, lucha, desprendimiento, sin importar las consecuencias. Cuba a través de su historia, de sus múltiples infortunios y desdichas, ha sido bendecida por hombres y mujeres capaces de amarla de manera tan singular. Según el Evangelio, este es el sentido superior de la amistad. Esta hermandad cubana en el sacrificio trasciende el tiempo y el espacio.
El recientemente fallecido Mario Fernandez, líder empresarial del exilio patriótico de New Jersey, luchador incansable por la libertad por un mejor destino para el pueblo cubano, fue y es de esa hermandad espiritual cubana.
Bendecido sea su nombre. Derrochó generosidad con su persona, con sus recursos para la causa cubana y en apoyo a sus amigos, a sus hermanos. Dio sin descanso.
Su participación en la lucha estudiantil contra el gobierno de Batista, su participación en el clandestinaje anticastrista, su asilo en una embajada en La Habana, su incorporación en las unidades cubanas del Ejército Estadounidense, su colaboración activa con los grupos de Misiones Especiales, su labor fundamental como organizador y soporte para las actividades del exilio patriótico en New Jersey, su defensa de los presos políticos cubanos en cárceles cubanas y alrededor del mundo, su liderazgo en la Flotilla Democracia, y su rol como benefactor del Directorio Democrático Cubano, son solo algunas instancias de un historial de lucha mucho más largo.
Nunca pidió reconocimiento, es más, le huyó. Solo pidió trincheras desde las cuales luchar.
He perdido demasiados hermanos en este camino. He sido bendecido con la presencia de ellos en mi vida. Los recuerdo y los venero todos los días.
Por la gracia de Cristo, viven eternamente en el corazón de Cuba. Así es y será con Mario Fernandez.
Por Orlando Gutiérrez Boronat