MIAMI.- La ciudadanía estadounidense, considerada uno de los mayores logros para los migrantes que deciden establecerse en Estados Unidos, no siempre es irrevocable. Aunque se trata de un estatus altamente protegido, el gobierno federal tiene la potestad de iniciar un proceso para retirarla en casos excepcionales, cuando se demuestra que fue adquirida de manera fraudulenta o mediante ocultamiento de información.
De acuerdo con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), la revocación de la ciudadanía -conocida como denaturalización- es posible únicamente si se prueba que el migrante engañó a las autoridades migratorias durante el proceso de obtención de la ciudadanía.
"Un individuo puede perder la ciudadanía estadounidense si la adquirió de forma ilegal o mediante fraude deliberado. Esto incluye la falsificación de documentos, declaraciones falsas u ocultamiento de hechos relevantes", precisa la agencia en sus guías públicas.
Motivos para revocar la ciudadanía
Los motivos más comunes incluyen el fraude en la solicitud de naturalización, la ocultación de antecedentes criminales graves, la participación en crímenes de guerra o actividades terroristas, y el pertenecer a organizaciones prohibidas al momento de solicitar la ciudadanía sin haberlo declarado.
El Departamento de Justicia es la entidad que lleva estos casos ante los tribunales federales. Si un juez determina que hubo fraude o ilegalidad, la ciudadanía puede ser revocada.
En algunos escenarios, la persona afectada recupera automáticamente el estatus de residente permanente legal, aunque en la mayoría de los casos queda expuesta a un proceso de deportación.
La ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos, sin embargo, es irreversible. Ni siquiera la comisión de delitos graves puede llevar a que el Estado la retire. Solo las personas naturalizadas -es decir, aquellas que no nacieron en territorio estadounidense, sino que obtuvieron la ciudadanía mediante un proceso legal- pueden enfrentar un proceso de denaturalización.
Proceso complejo y poco frecuente
En los últimos años, el Departamento de Justicia ha dado a conocer varios casos de denaturalización. En 2020, por ejemplo, se creó una unidad especial en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para investigar fraudes en naturalizaciones. Según cifras oficiales, entre 2017 y 2020 el gobierno presentó más de 200 demandas de denaturalización en cortes federales.
Uno de los casos más notorios fue el de un hombre originario de Bosnia en 2017. Este ocultó su participación en crímenes de guerra durante el conflicto de los Balcanes. Al descubrirse la falsedad en su solicitud, un juez federal revocó su ciudadanía y posteriormente fue deportado.
Abogados y organizaciones como el Consejo Americano de Inmigración destacan que los procesos de denaturalización son poco frecuentes y altamente complejos. Según datos del Departamento de Justicia, se trata de un recurso “extraordinario” que solo se aplica cuando existen pruebas claras y convincentes de fraude.
El propio USCIS subraya que la ciudadanía es un derecho "muy protegido" y que su revocación no ocurre de manera automática. "Se necesita una sentencia judicial para anular una naturalización. El gobierno debe demostrar que la persona no era elegible desde el inicio", recalca la agencia.
FUENTE: Con informaión de USCIS / Departamento de Justicia / ICE