“Crooks vio y transmitió escenas en vivo por internet, dijo Christopher Wray, director del FBI, a legisladores durante una audiencia en el Congreso en Washington.
Pero hay más. Crooks fue fotografiado como persona sospechosa una hora antes de que abriera fuego, y los francotiradores del Servicio Secreto lo localizaron 20 minutos antes del ataque en que murió un asistente, bombero de profesión y padre de dos hijos, Corey Comperatore. Dos personas más fueron heridas de gravedad por los ocho disparos que ejecutó el asesino.
La información se conoció durante una sesión especial en un comité del Senado en Washington.
Dron, telémetro y Google
Si los testimonios en las redes sociales eran alarmantes, la revelación de Wray sobre el dron que utilizó el atacante horas antes del mitin de campaña son aún peores e indican que el asesino se encontraba cerca del perímetro de seguridad desde varias horas antes del discurso de Trump.
El FBI recuperó el dron y un controlador en el auto del atacante.
Wray agregó que una laptop vinculada al pistolero incluía la búsqueda en Google: “¿A qué distancia estaba Oswald de Kennedy?”. En una referencia a Lee Harvey Oswald, quien mató al presidente John F. Kennedy en Dallas el 22 de noviembre de 1963.
La búsqueda en Google se realizó el 6 de julio, una semana antes del atentando a Trump.
El testimonio de Wray ante la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes es su comentario más detallado acerca del trágico suceso en Butler, Pennsylvania, que ha arrastrado al FBI a una vorágine política, en la que el organismo investiga el más grave intento de asesinato contra un Presidente y candidato presidencial desde que Ronald Reagan fuera atacado en 1981.
El FBI ha entrevistado a más de 240 personas y ha revisado más de 15.000 imágenes, que hasta ahora -según declaraciones oficiales- no vinculan al atacante con personas, grupos, organizaciones o entidades extranjeras.
De acuerdo con una fuente cercana a la investigación contactada por la cadena NBC News, los agentes locales vieron a Crooks con un telémetro (objeto para calcular la distancia a un objetivo) antes de que Trump subiera al escenario, y lo informaron al Servicio Secreto.
A pesar de contar con esta información, el Servicio Secreto permitió que el expresidente fuera al podio.
Pero todas las fallas anteriores pudieron borrarse cuando varios individuos, en los alrededores de la muchedumbre del mitin, divisaron al atacante y comenzaron a gritar que había un hombre con un fusil en el techo del edificio. No hubo ninguna acción para neutralizar al asesino.
Forzada a dimitir
En un principio la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, dijo que asumía la responsabilidad de las graves fallas, pero que no pensaba dimitir; incluso se mostró desafiante cuando varios legisladores la acusaron.
La representante republicana Nancy Mace le sugirió que comenzara a redactar su carta de renuncia inmediata desde la sala de audiencias… ¡No, gracias!, respondió con visible ira.
Al siguiente día, Cheatle comunicó que dejaba el cargo, en un mensaje a los empleados de la agencia federal.
“La renuncia de esta señora ha llegado tarde. Debió haberlo hecho desde el primer día. El Servicio Secreto de Estados Unidos, con el que he trabajado de cerca, es una agencia federal élite. Estas personas tienen como primera responsabilidad la seguridad del Presidente, el vicepresidente y altos funcionarios del país”.
“El hecho de que un sujeto de 20 años pudo acercarse a poco más de 100 metros a un expresidente y candidato presidencial demuestra una gran negligencia del Servicio Secreto”.
Así manifestó en entrevista a DIARIO LAS AMÉRICAS, Emilio González, coronel retirado del Ejército de EEUU y exdirector del Departamento de Aviación del Condado Miami-Dade.
"Ella estaba negada a dejar el cargo porque pensaba que tenía el apoyo de la Casa Blanca y del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Cuando llega a testificar en el Congreso en Washington lo hizo con una actitud de prepotencia y arrogancia que hasta a los mismos congresistas demócratas, que hubieran respaldado y defendido a una mujer que ha sido nombrada por un Presidente, reaccionaron sorprendidos y acto seguido comenzaron a atacarla junto a los republicanos. Ahí terminó cualquier tipo de respaldo político que ella pensaba que tenía".
El foco en Mayorkas
“No sólo ella debe renunciar. Deben despedir también a quienes estuvieron a cargo de planear y organizar la seguridad del evento con el expresidente Trump; y al jefe del Departamento de Homeland Security (Seguridad Nacional), Alejandro Mayorkas. Ella respondía a él y es él el máximo responsable de todo esto, junto al tema de la frontera con los millones de personas de todo el mundo que han entrado de manera ilegal al país; es decir, y te reitero, es el máximo responsable. El Servicio Secreto de EEUU es parte del Departamento de Seguridad Nacional y él también tiene que rendir cuentas".
Pero en la mira también está el cuestionado FBI, y eso le quedó bien claro al jefe de esa entidad Christopher Wray, cuando el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, Jim Jordan, le expresó directamente:
“Estoy seguro de que comprende que una importante porción del país tiene un sano y lógico escepticismo respecto a la capacidad del FBI de realizar una investigación justa, honesta, abierta y transparente”.
Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto desde agosto de 2022, se enfrentó a crecientes pedidos de dimisión y tendrá que responder a varias investigaciones sobre cómo el tirador pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano.
"Asumo toda la responsabilidad por las graves fallas de seguridad", manifestó en un correo electrónico. “A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado con gran pesar la difícil decisión de dejar el cargo de director”.
"El escrutinio durante la última semana ha sido intenso y continuará a medida que aumente nuestro ritmo operativo", agregó Cheatle en su nota al personal.
Cheatle dimitió después de ser reprendida durante horas por demócratas y republicanos en el Congreso. Calificó el atentado contra la vida de Trump como el “fallo operativo más significativo del Servicio Secreto en décadas”.
La directora del Servicio Secreto no respondió a una sola pregunta de los legisladores y esto hizo que varios de ellos exigieran su urgente renuncia.
Más acusaciones
Es poco probable que la salida de Cheatle ponga fin al escrutinio sobre la agencia; y se produce en un momento crítico antes de la Convención Nacional Demócrata y una temporada de campaña presidencial marcada por la forzosa renuncia del presidente Joe Biden a la reelección, bajo una lluvia de peticiones dentro de su propio partido.
Sobre las pesquisas, Gonzalez explicó:
“En este caso habrá dos investigaciones. La primera debe ser institucional, porque cuando hay un evento de esta magnitud se envía con mucho tiempo antes un equipo que evalúa el lugar y examina todo. De ahí se escribe un reporte detallado que se envía a Washington con las necesidades policiales, que incluye cuántos edificios hay, cuántos árboles, dónde va a estar el podio, etc. Entonces, alguien es el responsable de asignar los recursos basándose en ese plan. Ahí más que fallos hubo negligencias y vamos a saber quién organizó eso, quién hizo los planes y autorizó o no los medios para ese evento”.
“La otra investigación es sobre el sujeto. Yo creo que nadie se cree que un muchacho de 20 años puede pasearse con un fusil, subir una escalera a un tercer piso a 120 o 130 metros de un candidato presidencial y dispararle a la cabeza. Primero, con un AR-15 cien metros no son nada. Mi hija puede disparar a 100 metros sin entrenamiento y mucho más si el arma tiene una mira telescópica. Desde esa posición no tenía que ser un francotirador, sólo tenía que ser una persona ubicada suficientemente cerca al blanco”.
“¿Cómo llegó? ¿Por qué si fue identificado por varios de los asistentes al evento y alertaron sobre su presencia con un fusil en el techo nadie hizo nada? Es decir, aquí sobran las culpas y van a tener que despedir a decenas de personas, entre ellos a alguien más de alto rango”.
Apenas el comienzo
“El hecho de que esta señora renuncie no quiere decir que esto haya terminado, sino que ha comenzado. Habrá muchas investigaciones y todo tipo de preguntas. Esta señora no se puede tragar toda la culpa, irse a su casa… y aquí no ha ocurrido nada. Esto es el principio, no el final sobre este lamentable suceso”.
“Ella es la figura ejecutiva y política de la agencia. Ella directamente, por su alto nivel y todas responsabilidades que tiene el director del servicio secreto no necesariamente tiene que haber firmado algún documento en este caso, pero que haya agentes por debajo de ella que cometieron actos negligentes o fallaron por completo por un descuido profesional u otros motivos no les protege de ser sentenciados”.
“El francotirador del Servicio secreto no recibió autoridad para eliminar al atacante hasta que comenzó a disparar. Y esa es la otra pregunta: ¿quién fue esa persona y por qué le negó la autoridad de disparar contra el individuo? ¿Tenía él que reportarse a un superior?... Estas interrogantes necesitan respuestas”.
Sobre la gran diferencia respecto al atentado al presidente Ronald Reagan, el coronel retirado argumentó:
“La última vez que ocurrió un atentado contra un Presidente fue el ataque a Ronald Reagan, pero fue un individuo entre decenas de personas que se lanzaron a saludar a Reagan en plena calle. Hechos así son difíciles de detectar con precisión y a tiempo entre una muchedumbre, porque aunque los agentes del Servicio Secreto reciben entrenamiento para este tipo de situaciones, la acción de una persona o de varias ocurre en fracciones de segundos y entre muchas personas con el factor sorpresa a su favor. Y aunque siempre hay responsables y errores, entran hasta cierto punto dentro de un rango de comprensión y de riesgos, para decirlo de alguna manera”.
“Pero el hecho de que este muchacho esté solo sobre un techo, que muchos lo vieron, alertaron de su presencia y no pasó nada; ahí hay culpas de sobra”.
“Sobre la posible llegada de Trump a la Casa Blanca y una reforma mucho mayor del Departamento de Seguridad Nacional y del Servicio Secreto, González recalcó”:
“Por supuesto, porque Trump puede nombrar al nuevo director del Servicio Secreto; y lo primero que esa persona hará seguramente, si ya han terminado la investigación, es abrirla y seguir investigando y si no ha concluido, le darán prioridad extrema.