lunes 1  de  septiembre 2025
VULNERABILIDAD

'Green cards' en la mira: entre la extorsión en Cuba y la fragilidad en el exilio

Un cubano que viajó de EEUU fue objeto del robo de la tarjeta que le acredita como residente permanente legal americano, le pedían 4.000 dólares a cambio de su documento a través de Facebook

Por Darcy Borrero Batista

Especial

MIAMI.- El 5 de agosto, Leonardo Peña de la Cruz, un cubano residente en Estados Unidos, estacionó el auto que conducía en Bayamo, en la oriental provincia de Granma, para comer y proseguir luego la larga ruta hacia su natal Guantánamo. Minutos después de haber parado allí, se percató de que le habían roto un cristal y sustraído sus documentos personales, incluida su tarjeta de residencia permanente o green card.

Aunque en ese momento se preocupó, según dijo en un video publicado en sus redes sociales y amplificado por Martí Noticias, mantuvo la calma. Primero propuso él mismo un rescate de 500 dólares como recompensa para quien le devolviera la tarjeta. Pero lo sorprendente vino después: su green card apareció en una página de compraventa en Facebook, ofrecida por la suma de 4.000 dólares. El mensaje incluía un número telefónico para “negociar la devolución” en persona en La Habana.

“Me quieren cobrar $4.000 por recobrar la residencia. Tuve que venir desde Guantánamo a La Habana para presentarme en la Embajada de Estados Unidos, donde me atendieron muy bien y me están ayudando”, explicó Peña a Martí Noticias vía telefónica.

En la isla quebrada donde han escalado la violencia y la delincuencia, los asaltos y robos se han vuelto cada vez más frecuentes. Documentos como pasaportes, carnés de identidad, visas y green cards pasan ahora a ser parte de los objetivos de extorsión. Esto conduce a que muchos se replanteen los viajes de retorno a Cuba, cuestionen por qué hay un amplio grupo de cubanos que va y vuelve constantemente, mientras que para otros se demuestra que, con casos como estos, ni siquiera queda espacio para la polémica, ya que consideran, categóricamente, que viajar a Cuba es no sólo un peligro de cara a la agudización de la violencia ciudadana, sino también un desprestigio para el exilio, en un entorno de represión estatal.

Pero Peña, lejos de caer en manos de los que secuestraron sus documentos y sin pronunciarse sobre futuros viajes a la Isla, rechazó el chantaje y acudió a la Embajada de Estados Unidos en la capital cubana, donde le brindaron —explica— asistencia inmediata.

“Mi consejo: no se dejen extorsionar. Vayan a la Embajada de Estados Unidos… no los van a dejar botados en Cuba”.

Peña detalló que en la sede diplomática ya programaron su cita y le confirmaron que podrá regresar a Estados Unidos sin mayores complicaciones: “Hoy mismo salí de la embajada con todos mis papeles en regla. Mañana debo recibir el permiso para viajar. En una semana, a lo más tardar, se resuelve”. Aunque el joven habla de la rapidez y la viabilidad del proceso, al menos en otros contextos este implica sortear las barreras de la burocracia. Si bien Pena lo hace ver como un trámite sencillo, en realidad requiere de planeación y paciencia. Sobre todo, si la pérdida ocurre en un tercer país.

Las sedes diplomáticas que garantizan este tipo de trámite suelen estar ubicadas en capitales. Si una persona pierde su green card en una ciudad española como Barcelona, debe trasladarse a Madrid para ser atendido y requiere de cita, que no siempre están disponibles en un corto plazo.

Asimismo, se debe aportar documentación en torno al caso: reporte policial de la pérdida, fotografías de la green card, pasaporte o ID, lo cual se complica en escenarios en que la persona pierde o le roban también sus documentos de identidad. Todo ello puede conducir a un limbo migratorio y dejar al afectado sin opciones rápidas de retorno seguro a casa.

Sin embargo, existe una herramienta útil que podría explorarse en estos casos. Una carta a las oficinas de sus representantes distritales o estatales puede ser un as bajo la manga que ayude a desenrollar la madeja burocrática. Las oficinas de los senadores del estado donde la persona resida en EEUU o las del congresista de su distrito, son opciones a considerar.

Leonardo Peña de la Cruz Redes Sociales
Leonardo Peña de la Cruz.

Leonardo Peña de la Cruz.

Trámites

De cualquier manera, sea antes o después de su retorno a EEUU, tendrá que completar un formulario I-90, de solicitud de reemplazo de su green card por perdida. El fee o costo de inmigración está entre los 415 o 465 dólares, dependiendo de si se realiza en línea o en papel por correo postal regular. El tiempo promedio estimado para completar el trámite, hasta que la nueva green card está en manos del solicitante, es actualmente de 18 meses, según USCIS. De modo que, en ese periodo, lo más probable es que el solicitante no pueda viajar fuera de los EEUU.

Para quienes pierden o sufren el robo de la green card, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) establece procedimientos claros.

  • En Cuba o en el extranjero: se debe acudir a la Embajada o consulado para notificar la pérdida y solicitar un salvoconducto.
  • Al regresar a EE.UU.: el migrante puede tramitar un formulario I-90 para reemplazo de la tarjeta, con un costo de 455 dólares más 85 de biometría.
  • En casos de viaje urgente sin documentos: se puede solicitar un boarding foil o un perdón I-193, que permiten abordar vuelos hacia territorio estadounidense.

En paralelo, abogados de inmigración consultados recomendaron lo mismo: denunciar el robo ante la policía cubana, documentar el intento de extorsión y, al llegar a EEUU, tramitar un waiver I-193 (para que un extranjero que es residente legal de Estados Unidos vuelva a entrar a Estados Unidos sin el pasaporte y/o visa del extranjero), junto al formulario I-90 para reemplazar la green card. El costo real para el migrante, entonces, es de unos cientos de dólares y varios meses de espera. Una cifra muy inferior a los miles exigidos por los extorsionistas en Cuba.

Otros casos

El caso de Peña de la Cruz no es el único reportado en los últimos años. Desde finales de mayo, medios independientes cubanos emitieron una alerta en Cuba por robo de documentos a cubanoamericanos y solicitud de recompensa para devolverlos. Un ejemplo es el caso de dos cubanos que viajaron a la isla en abril de 2024 y perdieron sus documentos incluido pasaporte, residencias y todo el dinero, y quedaron varados en Cuba mientras solicitaban ayuda para poder regresar a Estados Unidos.

Asimismo, Onel Aparicio, un tiktoker conocido como 'El Pacho Viral', pidió ayuda para recuperar ocho pasaportes de sus familiares: cinco pasaportes estadounidenses y tres cubanos, extraviados en el aeropuerto de Miami. Un tercer caso relevante es el de una joven que perdió su pasaporte visado por diez años por la embajada de México que, al perderlo, quedó imposibilitada de viajar en un contexto en que tanto viajes como visas son extremadamente difíciles de conseguir.

Otra cara de la vulnerabilidad

La fragilidad de los documentos no solo se expresa en el robo dentro de Cuba. A puertas cerradas, opositores cubanos de alto perfil ventilan que, en contextos de denuncia internacional, ante las Naciones Unidas, la Unión Europea o la OEA, han “desaparecido” sus documentos de identidad y de viaje.

Tanto pasaportes cubanos como tarjetas de residencia permanente y/o documentos de viaje emitidos a asilados políticos o refugiados por Estados Unidos, perdidos en trayectos hacia conferencias, revisiones de Estado en comités de alto nivel, con acceso a sociedad civil, les han colocado en situación de vulnerabilidad.

En abril de 2022, durante un viaje de alto nivel en Ginebra, una periodista y defensora de DDHH* cubana perdió su pasaporte y su green card. Lo único que quedó intacto, paradójicamente, fue su carné de identidad cubano.

El caso ilustra otra forma de fragilidad, la de los exiliados cubanos cuando su identidad, en medio del desarraigo, depende de un pedazo de plástico. Para su retorno a EEUU, fue indispensable la colaboración de la oficina de un senador de Florida.

Más rigor

En paralelo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos informó el 1ro de agosto que ha actualizado el Manual de Políticas de USCIS para aclarar los criterios de entrevista para los asilados y refugiados y sus familiares derivados que presentan el Formulario I-485, Solicitud de Registro de Residencia Permanente o Ajuste de Estatus.

“Con vigencia inmediata, USCIS está restableciendo un estándar uniforme de investigaciones de seguridad y verificación de antecedentes para las entrevistas de los extranjeros que son asilados y refugiados. Esta actualización de la política ayudará a garantizar la integridad del programa al detectar más efectivamente el fraude, las falsas representaciones, las amenazas a la seguridad nacional y los riesgos a la seguridad pública. Además, esta prioridad del liderato alinea a USCIS con la Orden Ejecutiva 14161, Protegiendo a Estados Unidos contra Terroristas Extranjeros y Otras Amenazas a la Seguridad Nacional y a la Seguridad Pública”, se lee.

“Estamos volviendo a las políticas más estrictas y seguras de investigación de seguridad y verificación de antecedentes en nuestros procesos de asilo y refugio”, dijo Matthew Tragesser, el portavoz de USCIS, institución que aclara, de este modo, sus criterios para referir un caso de un extranjero asilado o refugiado para entrevista.

Ante estos cambios en la política migratoria, los abogados de inmigración recomiendan mantenerse bien informado y, a pesar de que los casos están saturando las oficinas, se muestran abiertos a consultas legales personalizadas para dar asesoramiento caso a caso.

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