viernes 29  de  marzo 2024
inmigración

Imprescindible acuerdo sobre inmigración en EEUU continúa en ascuas

El rechazo presidencial a un pacto preliminar bipartidista y las declaraciones ofensivas contra ciertas nacionalidades han vuelto a poner en peligro el futuro de más de 800.000 jóvenes
Por JESÚS HERNÁNDEZ

MIAMI.- Cuando pensábamos que un acuerdo bipartidista, entre republicanos y demócratas, resolvería los pedidos de la Casa Blanca sobre inmigración y DACA, la propuesta de restaurar el programa TPS para los haitianos desató la inconformidad del presidente Donald Trump y la vuelta atrás a la mesa de negociaciones.

Fuentes que presenciaron la reunión del Presidente con miembros del Congreso, incluyendo el senador demócrata Dick Durbin, aseguran que Trump llamó “shithole” a ciertos países como Haití y El Salvador.

La noticia disparó las críticas de legisladores de ambos partidos y provocó una repulsa internacional que llegó a la Organización de Naciones Unidas.

“Que el presidente llame a Haití un país de basura denota que ignora las contribuciones que miles de haitianos han hecho al sur de la Florida y la nación”, reaccionó la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen a través de Twitter.

“Vocabulario como ese no debe ser pronunciado en los vestidores ni en la Casa Blanca”, recalcó la congresista.

Ros-Lehtinen no fue la única representante republicana en opinar sobre las supuestas palabras pronunciadas por el Presidente, el congresista Carlos Curbelo también expresó su inconformidad y comentó acerca del programa TPS que ha favorecido a unas 400.000 personas, procedentes de El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua, Nepal, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Siria y Yemen.

“Si la Casa Blanca no niega los reportes de este tipo de degradación hacia otras naciones y sus pueblos, es necesario que el Presidente se disculpe de inmediato. Es lo menos que puede hacer”, señaló Curbelo en un tuit.

Y dijo más: “Bajo ninguna circunstancia es aceptable degradar, denigrar o descalificar los valores humanos de los inmigrantes que posean TPS. La Casa Banca tiene que explicar inmediatamente qué sucedió y no dejar duda alguna acerca de lo que se dijo y en qué contexto”.

Entre los siete legisladores que estuvieron presentes en la reunión con el Presidente figura Mario Díaz Balart, quien no manifestó si llegó a escuchar las palabras mencionadas por Trump, pero tampoco las negó y prefirió optar por publicar un recuento de su participación en los encuentros bipartidistas sobre DACA.

“Por varios meses he participado en numerosas reuniones bipartidistas de alto nivel sobre DACA, incluyendo la reunión en la Casa Blanca el jueves pasado”, confirmó el congresista republicano.

“Hay cerca de 800.000 jóvenes de DACA que podrían ser deportados a partir de marzo, si no logramos un acuerdo”, y subrayó “nada podrá desviar mi atención para parar la deportación de esta gente inocente, cuyo futuro está en peligro”.

Por otra parte, el senador Marco Rubio, que no estuvo presente en la reunión, tuvo a bien una declaración teórica, menos comprometedora con ambas partes: “En una economía basada en habilidades, no podemos decidir a quién permitimos inmigrar aquí, basados principalmente en su país de origen”.

Oposición

El Presidente no tardó en negar la mencionada frase ofensiva y publicó un tuit, tan temprano como las 7 a.m. del viernes, para expresar su punto de vista.

“El vocabulario que usé durante la reunión de DACA fue fuerte, pero eso [la frase ofensiva] no fue pronunciada. Lo que fue verdaderamente duro fue la inconcebible propuesta que hicieron. Un gran paso atrás para DACA”, comentó Trump en su tuit.

Trump explicó luego, a través de otro tuit, que la construcción “del muro (con México) no estaba adecuadamente financiada y el sistema de visas por lotería y cadena (familiar) estarían aún peores”.

Esta situación, según el Presidente, “obligaría a EEUU a aceptar grandes números de personas procedentes de países con alta criminalidad”.

Sin embargo, el senador Durbin, el único demócrata que acudió a la reunión, asegura que las palabras ofensivas fueron pronunciadas.

“Él dijo todas esas cosas llenas de odio y las repitió”, declaró Durbin.

Luego añadió: “Cuando le preguntaron sobre los haitianos, contestó (con las preguntas) ¿Haitianos? ¿Necesitamos más haitianos?”.

De cualquier manera, el Presidente se volvió a asomar a Twitter y recalcó: “No dije nada derogatorio sobre los haitianos, sólo que Haití es, obviamente, un país muy pobre y problemático”.

A esto añadió: “No dije que los deportaran. Eso es invento de los demócratas.

Hace apenas siete semanas, el Gobierno de Trump anunció que suspendería el permiso de residencia temporal TPS a unos 60.000 haitianos que están autorizados a vivir y trabajar en EEUU desde 2010, tras el brutal terremoto que ocurrió en el país caribeño.

La Casa Blanca emitió un comunicado que no negó el comentario ofensivo pero sí recalcó que Trump apoya la inmigración de “quienes puedan contribuir a la sociedad estadounidense”.

Bipartidismo

De esta manera, el proyecto de acuerdo bipartidista, que ofrecía reforzar la frontera con México a cambio de evitar la deportación de miles de jóvenes, fue rechazado por Trump.

Los legisladores esperaban que el Presidente apoyara la propuesta, que contaba con la firma de seis senadores, tres demócratas y tres republicanos, para poner fin a la anunciada deportación de unos 800.000 jóvenes por la suspensión de DACA.

El senador Durbin explicó que la propuesta acababa con la lotería de visas que ha beneficiado a gente de África y otros países, aunque habría otras maneras de obtener el visado.

Asimismo, gente de El Salvador, Guatemala y Haití, que huyeron de sus países por desastres naturales y fueron autorizados a vivir y trabajar en EEUU con el programa TPS, podrían permanecer en territorio nacional.

Según testigos, el Presidente sugirió que EEUU debería dejar entrar más inmigrantes de otros países, como Noruega, en vez de África.

Sobre este comentario, el vocero de la Casa Blanca, Raj Shah, tan sólo comentó: “Muchos políticos en Washington luchan por otros países, pero el presidente Trump siempre luchará por los estadounidenses”.

De cualquier manera, estos comentarios en torno a la reunión en la Casa Blanca continúan ocupando a la opinión pública nacional e internacional.

Entretanto, el equipo bipartidista tiene otra ardua labor por delante: acordar otro plan que complazca a uno y otros por igual, incluyendo el futuro de los miles de jóvenes y familias que fueron autorizadas alguna vez a permanecer en el país.

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