lunes 20  de  enero 2025
TENSIONES

¿Invadirá EEUU a Panamá después del 20 de enero de 2025?

Estados Unidos teme que la creciente participación de empresas estatales chinas en zonas cercanas al canal derive en un desequilibrio que afecte la neutralidad de esta vía marítima

Diario las Américas | RAFAEL MARRERO
Por RAFAEL MARRERO

MIAMI — En medio de un panorama geopolítico convulso y una rivalidad creciente entre las potencias globales, aumentan las tensiones entre Estados Unidos y Panamá en torno al control, la gestión y el acceso estratégico al Canal de Panamá.

Aunque el diferendo en torno a esta ruta interoceánica no es un asunto nuevo, la creciente presencia de China en la infraestructura y en la economía de América Latina añade un giro inédito a la polémica.

A continuación, utilizando el enfoque de la Agencia de Inteligencia de la Defensa de EEUU (DIA, por sus siglas en inglés) en materia de análisis de fuentes múltiples (All-Source Intelligence), exploramos los antecedentes, la situación actual, las implicaciones regionales y los potenciales escenarios futuros, con énfasis en la defensa de los intereses estadounidenses en la región.

Antecedentes y contexto histórico

El Canal de Panamá ha sido un eje de la estrategia comercial y marítima de Estados Unidos desde su construcción a inicios del siglo XX. La Zona del Canal permaneció bajo control de Washington hasta 1999, año en que se culminó el proceso de transferencia a manos panameñas. Pese a su soberanía plena, la vía sigue siendo fundamental para el comercio global, manejando un porcentaje significativo (cercano al 40%) del tráfico de contenedores de EEUU que se dirige o procede de la costa este.

La ampliación del canal en 2016, que permitió la entrada de barcos de mayor calado, y la consiguiente modernización de infraestructuras han despertado el interés de inversores internacionales, especialmente de China. Durante la última década, el gigante asiático ha impulsado su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), volcando recursos multimillonarios hacia proyectos de transporte, energía y puertos en América Latina.

Tensiones actuales y la influencia china

En meses recientes, representantes de Washington y Ciudad de Panamá han intercambiado comentarios diplomáticos cargados de cautela respecto a la presencia china en proyectos relacionados con el canal. Estados Unidos teme que la creciente participación de empresas estatales chinas en zonas portuarias y logísticas cercanas al canal pueda derivar en un desequilibrio que afecte la neutralidad de esta vía marítima. Panamá, por su parte, rechaza cualquier insinuación de que ceda su soberanía o delegue decisiones estratégicas en manos de potencias externas.

Estos roces se enmarcan en un contexto global marcado por disrupciones en la cadena de suministro, tensiones en la relación comercial entre Estados Unidos y China, y debates sobre la “desvinculación” o “reducción de riesgos” (de-risking) con respecto a Pekín. Aunque las declaraciones oficiales se muestran prudentes, los observadores coinciden en que la desconfianza mutua crece a medida que aumenta la huella de China en la región.

El vacío de liderazgo en Latinoamérica y la expansión de potencias rivales

Un factor clave en la creciente influencia de potencias externas en América Latina es la percepción de un vacío de liderazgo por parte de Estados Unidos. En los últimos años, se ha evidenciado la ausencia de una política hemisférica coherente y consistente que dé respuesta a las necesidades y aspiraciones de la región. Ese vacío ha sido aprovechado de manera eficaz por países como China y Rusia para consolidar su presencia:

China

- Además de sus inversiones masivas en puertos, carreteras y proyectos energéticos, Pekín ha fortalecido sus lazos políticos y comerciales con gobiernos de la región, impulsando la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

- Este enfoque integral le ha permitido a China establecerse como un socio atractivo para el desarrollo de infraestructuras críticas, como lo demuestra el caso de El Chancay en Perú o los múltiples contratos en Panamá.

- La falta de alternativas sólidas por parte de Estados Unidos, en términos de financiamiento y cooperación, ha abierto la puerta para que China consolide su posición estratégica.

Rusia

- Moscú ha mostrado un creciente interés en afianzar vínculos con ciertos gobiernos latinoamericanos, particularmente en materia de cooperación militar y de seguridad.

- La venta de armamento a países como Venezuela, sumada a la presencia de asesores rusos en la región, ha generado preocupación en Washington y en otras capitales.

- Asimismo, la injerencia rusa a través de campañas de desinformación y ciberguerra ha encendido alarmas, al evidenciar la habilidad de Moscú para llenar vacíos de poder y proyectar su influencia.

Esta brecha de liderazgo por parte de Washington, sumada a la falta de planes de desarrollo e inversión competitivos, ha permitido que potencias rivales aprovechen la coyuntura para forjar alianzas, tejer redes de influencia y posicionarse como actores clave en la dinámica geopolítica de Latinoamérica.

Conexiones entre China y la gestión o financiamiento del Canal de Panamá

Operaciones portuarias

- Hutchison Ports PPC, subsidiaria de CK Hutchison Holdings (antes Hutchison Whampoa), administra los puertos de Balboa y Cristóbal. Si bien se trata de concesiones portuarias y no de una gestión directa del canal, la ubicación estratégica de estos puertos los hace vitales para la operatividad de la ruta interoceánica.

Roles asesores

- El vicepresidente de COSCO Shipping forma parte de la Asamblea Asesora del Canal de Panamá, lo que otorga a Pekín un cierto nivel de acceso a discusiones y planificación relacionadas con su funcionamiento.

Financiamiento e inversiones en infraestructura

- Empresas estatales chinas como China Communications Construction Corp., China Harbour Engineering Company y China Railway Group han mostrado interés en desarrollar proyectos alrededor del canal, tales como parques logísticos y obras de conectividad.

- Una de las inversiones más significativas fue la adjudicación, en 2018, del contrato para la construcción del Cuarto Puente sobre el Canal, a un consorcio liderado por China Harbour Engineering Company y China Communications Construction Company, valorado en 1.420 millones de dólares.

- De igual forma, ha habido propuestas para que firmas chinas participen en la gestión de recursos hídricos del canal, algo crítico ante los desafíos de sequía. Tal participación ampliaría, de forma indirecta, la influencia de China en la operación del canal.

Préstamos y “diplomacia de la trampa de la deuda”

- Aunque no se registran préstamos directos a la Autoridad del Canal de Panamá por parte de bancos chinos, sí existen crecientes vínculos financieros que podrían ser comprometedores en el futuro. De producirse un endeudamiento considerable, surge el temor de que China gane palanca geopolítica en la zona.

Belt and Road Initiative (BRI)

- Panamá se incorporó oficialmente a la BRI en 2018, lo que ha desencadenado más inversión china en infraestructura y logística en el país, reforzando lazos comerciales y, potencialmente, la influencia de Pekín en proyectos aledaños al canal.

Vínculos económicos generales

El interés chino no se limita a la actividad portuaria; también se extiende a sectores energéticos y de servicios. Este espectro amplio de participaciones es indicativo de un plan integral que fortalece la posición de China en América Latina.

En conjunto, estas dinámicas no significan que China dirija o financie directamente el canal, pero sí que mantiene una presencia cada vez más relevante en sus inmediaciones, con una clara intención de ampliar su influencia a mediano y largo plazo.

Contexto latinoamericano: El caso de El Chancay y la expansión china

La importancia de Panamá en la estrategia china forma parte de una imagen más amplia de expansión en América Latina. El puerto de El Chancay, en Perú, ejemplifica la creciente participación de empresas chinas en infraestructuras clave. Financiado por inversionistas de ese país, El Chancay se perfila como un punto central para exportar minerales y productos agrícolas peruanos hacia Asia.

Argentina, Brasil y Chile también han visto incrementarse la llegada de capitales chinos para proyectos de infraestructura, incluyendo autopistas, ferrocarriles y puertos. Desde la perspectiva de Washington, este avance pone en entredicho el histórico predominio estadounidense en la región y podría sentar las bases de una presencia no solo comercial, sino también estratégica y militar.

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Análisis bajo el enfoque All-Source de la DIA

Recolección y fuentes

- Los hallazgos proceden de informes diplomáticos, documentación financiera, registros de autoridades portuarias y evaluaciones de la comunidad de inteligencia de EEUU.

- Existe convergencia en la señal de alerta sobre la creciente implicación de empresas estatales chinas en áreas logísticas y de infraestructura con alto valor estratégico.

Procesamiento y explotación

- El cruce de datos indica un patrón claro de inversiones chinas en puertos, corredores de transporte y proyectos energéticos o logísticos que forman parte de la columna vertebral del comercio en la región.

- El interés de Pekín en infraestructuras clave puede apuntar a futuros usos de carácter dual (civil y militar), dados los antecedentes de su estrategia global.

Análisis y producción

- La disputa entre EEUU y Panamá por la “neutralidad” del canal es solo la punta del iceberg de una pugna mayor por el dominio en el hemisferio occidental.

- Para la diplomacia estadounidense, es vital defender la apertura y la seguridad de la vía ante cualquier posibilidad de interferencia o control parcial de actores externos.

- Varios gobiernos latinoamericanos ven las inversiones chinas como una oportunidad de desarrollo, aunque algunos sectores temen que la dependencia financiera termine minando su soberanía.

Diseminación e integración

- Las conclusiones de la comunidad de inteligencia se han transmitido a los responsables de política exterior y defensa en Washington, así como a los gobiernos latinoamericanos que buscan equilibrar las relaciones con ambas potencias.

- Se advierte que, sin ofrecer alternativas concretas a la financiación china, es probable que la región intensifique lazos con Pekín.

Escenarios, implicaciones y posibles restricciones

Reajuste de políticas y supervisión

- Estados Unidos podría reforzar la supervisión de las inversiones extranjeras en Panamá, buscando asegurar que no se afecte la neutralidad del canal.

- De suscitarse una escalada diplomática, el gobierno panameño podría responder adoptando normativas que limiten la injerencia foránea en operaciones críticas.

Aumento de la oferta estadounidense

- Para contrarrestar la influencia china, Washington podría diseñar incentivos de inversión y cooperación con Panamá y otros países de la región, promoviendo capital estadounidense y alianzas público-privadas.

Impacto en la región

- La inauguración de El Chancay y otros puertos bajo inversión china sugiere un cambio en las cadenas de suministro. Ello podría debilitar la posición dominante de EEUU si no se toman medidas para fortalecer los lazos con los países anfitriones.

- Sectores de defensa estadounidenses alertan sobre posibles usos militares o de inteligencia de puertos manejados por empresas chinas en el futuro.

Escenario de confrontación

- Pese a la retórica, una invasión militar directa de Estados Unidos a Panamá es, en la práctica, un escenario de baja probabilidad. Las consecuencias de una acción así serían severas en el ámbito diplomático y comercial.

- No obstante, la presión política, la imposición de sanciones o el incremento en la presencia militar de EEUU en la zona siguen siendo opciones abiertas para salvaguardar intereses estratégicos, dependiendo de la evolución de la relación China-Panamá.

Conclusión

La pregunta sobre si Estados Unidos “invadirá” o ejercerá una acción de fuerza en Panamá después del 20 de enero de 2025, cuando concluya el mandato presidencial actual en Washington, ejemplifica el nivel de incertidumbre que rodea la relación geopolítica en la región. Aunque un despliegue militar directo es poco probable, la competencia por influir en el Canal de Panamá continuará siendo un eje central de la política hemisférica.

La creciente presencia de China a través de la BRI, su participación en puertos como Balboa y Cristóbal, y proyectos significativos como el Cuarto Puente sobre el canal o la gestión del agua, han generado una sombra de duda sobre la neutralidad absoluta de esta arteria vital para el comercio mundial. Por su parte, EEUU mantiene un interés histórico y legítimo en la estabilidad de la región, buscando alternativas que contrarresten el capital chino y refuercen las relaciones con socios latinoamericanos.

En definitiva, el verdadero desafío reside en encontrar un punto de equilibrio donde el desarrollo económico y la soberanía regional puedan convivir con la necesidad de mantener la apertura y seguridad del canal. La competencia entre Washington y Pekín en América Latina se seguirá intensificando, y Panamá —por su ubicación privilegiada— continuará en el centro de todas las miradas geopolíticas.

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