sábado 30  de  noviembre 2024
AMÉRICA LATINA

IX Cumbre de las Américas: un fiasco mayúsculo incluso antes de haber empezado

El gobierno de Biden "ha fracasado por completo en desarrollar un conjunto de políticas que atraigan la participación necesaria para que la Cumbre de las Américas sea un éxito"
Diario las Américas | YOANDY CASTAÑEDA LORENZO
Por YOANDY CASTAÑEDA LORENZO

Un traspiés tras otro. La política exterior de la actual administración demócrata no solo es sinónimo de fracaso y ha contribuido a ceder influencias de peso en la arena internacional, sino que, por momentos, pareciera un clon ineludible de las pautas creadas e impulsadas por el expresidente Barack Obama durante ocho años de mano blanda y coqueteo con regímenes totalitarios. El actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, es la imagen vívida y desesperada de un partido político que se juega la mayoría en las venideras elecciones de medio término y ha tenido que lidiar no solo con la crítica situación económica, un quiebre en la cadena de suministros y una inflación de punto máximo en al menos cuatro décadas sino con una reputación de complacencia, retirando las tropas de Afganistán, manteniendo una posición maquillada de espectador frente a los delirios expansionistas del mandatario ruso Vladimir Putin en Ucrania y haciendo concesiones, a diestra y siniestra, con las dictaduras en el hemisferio.

La venidera Cumbre de las Américas, podría haber sido un bálsamo a su baja popularidad, sin embargo, numerosos países aliados a políticas de izquierda o sumisos ante el petróleo chavista, amenazan con boicotear el evento a celebrarse en junio en California, por primera vez, desde la primera edición en Miami en el ya lejano 1994.

En conversación con DIARIO LAS AMERICAS, el notable abogado, académico y analista político chileno de origen judío, el Doctor Ricardo Israel, ex decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Chile sostiene que la Cumbre “Corre un riesgo de fracaso, en comparación a la primera el cambio es muy notorio. EEUU propuso entonces una comunidad de democracia. Cuba no fue invitada y no hubo ningún problema. Eran otros tiempos. EEUU era la única superpotencia y eso se nota. La decisión de no invitar a una cumbre cuyo tema es la democracia a Cuba, a Nicaragua y Venezuela ha sido enfrentada y desafiada por Honduras, México, Bolivia y otros países, amenazando con no asistir. Esos otros territorios incluyen a varias de las islas que todavía reciben petróleo venezolano en el Caribe. ¿Qué ha pasado? Que ya EEUU no es la única superpotencia. De hecho, China ha penetrado, transformándose en el socio comercial de preferencia de muchos países de la región ante la indolencia de Washington. En segundo lugar, que ha sido mal planificada, las otras mal o bien tenían cuatro años para el país organizador y normalmente llegaban los jefes de estado simplemente a firmar lo que las burocracias respectivas ya habían acordado. EEUU parece confundido”.

Más que confundido, el gobierno de Joe Biden ostenta una preocupante y camaleónica estrategia discursiva. Sumida en el secretismo y las conversaciones tras bambalinas sin arrojar un ápice de transparencia y, rodilla en suelo, una tendencia a ceder ante presiones externas.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos para las Américas, Brian Nichols, declaró, en un principio que no esperaba que Cuba, Nicaragua y Venezuela fueran invitados porque "no respetan" la Carta Democrática Interamericana en 2001, redactada a instancias de la tercera Cumbre de las Américas en Quebec.

Pero el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, replicó anunciando que no irá a Los Ángeles "si no se invita a todos".

Sus pares de Bolivia, Luis Arce; de Honduras, Xiomara Castro; y de Argentina, Alberto Fernández; así como líderes de la Comunidad del Caribe (CARICOM), que reúne a 14 países, también pusieron en duda su participación. Chile no condicionó su asistencia, pero pidió que la convocatoria sea "lo más amplia posible".

Dice el refranero popular que cuando el río suena es porque piedras trae y un funcionario de Biden sostuvo esta semana que el presidente busca las formas para que estas dictaduras estén representadas en el evento. " Todavía estamos evaluando opciones sobre cómo incorporar mejor las voces de los pueblos cubano, venezolano y nicaragüense en el proceso de la Cumbre", afirmó el ejecutivo.

Biden tampoco informó aún si será invitado el líder opositor venezolano Juan Guaidó, a quien EEUU, al menos de manera oficial, reconoce como presidente encargado de Venezuela desde 2019, tras desconocer a Nicolás Maduro por considerar a los últimos comicios en Venezuela como elecciones fraudulentas.

La eventual participación de Guaidó fue cuestionada por representantes de varios países caribeños. Lo cierto que la Cumbre de las Américas, por primera vez desde la cita inaugural de 1994, corre el riesgo de ser un fiasco.

Sin embargo, Biden no puede zafarse del fantasma del que fuera compañero de fórmula. Baste recordar que Cuba asistió por primera vez a una Cumbre de las Américas en 2015, en Panamá, en el marco del acercamiento de Washington a La Habana propiciado por el expresidente Barack Obama. Y volvió a estar en Lima en 2018.

El politólogo, abogado y catedrático boliviano Carlos Sánchez Berzaín, director ejecutivo del Instituto Interamericano por la Democracia, asegura a DIARIO LAS AMERICAS que “Es el reflejo de la confrontación de este siglo en el hemisferio que es la confrontación de dictaduras contra democracias”.

“Para poder entender lo que está ocurriendo en estos momentos respecto a la Cumbre debemos recordar que el siglo XXI es el eje de la confrontación y se mueve en sentido contrario a las democracias y donde las dictaduras se han expandido – continúa Berzaín - En el año 1999 solo había una dictadura: la castrista, con el dinero de Chávez y con el petróleo y todas las riquezas venezolanas Cuba convirtió a Venezuela en su colonia y ha expandido su dominio por el continente (Bolivia, que es un narcoestado, al Ecuador, hoy recuperado, a Nicaragua). En ese sentido estas dictaduras, operando en el foro de Sao Paulo, operando la CELAC y otras organizaciones e instrumentos de naturaleza criminal, se autodenominan socialismo del siglo XXI y ahora quieren o pretenden boicotear la Cumbre de las Américas. Boicotearla desde fuera diciendo que quieren ser invitados, ahora si son invitados la van a sabotear después”.

La reunión de Los Ángeles fue presentada por la diplomacia estadounidense como "el evento de máxima prioridad del presidente Joe Biden para la región", después de que su antecesor, Donald Trump, no participara en el último encuentro hace cuatro años. Pero la apuesta de Biden de construir con sus vecinos un futuro "sostenible, resiliente y equitativo", y así contrarrestar la creciente influencia de China en la región, quedó opacada ante esta posibilidad de muchas sillas vacías.

Si se completa "un boicot sería un ojo morado para los Estados Unidos", dijo Benjamin Gedan, subdirector del Programa Latinoamericano del Wilson Center.

"El presidente Biden y su equipo deberían haber sabido que estos dilemas se les iban a presentar y creo que no actuaron en consecuencia", apuntó Jorge Castañeda, excanciller mexicano y profesor en la Universidad de Nueva York, en declaraciones a Univisión.

Tampoco ayudó que una delegación estadounidense de alto nivel encabezada por Juan González, asesor de Biden para América Latina, viajara en marzo a Caracas luego de que Biden prohibiera las importaciones de petróleo ruso por la invasión a Ucrania, señalaron los analistas Ryan Berg y Daniel Runde, considerándolo un "acercamiento desacertado al régimen de Nicolás Maduro".

"El error estratégico de la administración --y el mensaje de que la democracia y los derechos humanos eran de importancia secundaria frente a la dudosa perspectiva de una mayor producción de petróleo-- abrió la puerta para que algunos en la región denunciaran la inconsistencia de la administración demócrata en la Casa Blanca e insistieran en la presencia de dictadores en la Cumbre", escribieron en una columna en The Hill.

Pero, además, afirmaron que el gobierno de Biden "ha fracasado por completo en desarrollar un conjunto de políticas que atraigan la participación necesaria para que la Cumbre de las Américas sea un éxito".

"La falta de ambición mostrada (...) ha reducido el costo de la deserción para los líderes regionales", sostuvieron.

Entretanto el Doctor Ricardo Israel, hizo énfasis a DIARIO LAS AMERICAS en que “no hay un objetivo común. No hay un liderazgo ni responsabilidad de la región. A partir de Obama, América Latina fue la que le dijo a EEUU que NO. Hay dos serios problemas, uno que esta región no tiene un elemento en común y además las dictaduras progresan y no disminuyen. Hoy hay cinco y con cambios políticos que apuntan hacia la pérdida de libertades y en segundo lugar China, que era un elemento marginal en 1994 hoy es una gran potencia. Mientras no se enfrenten esas dos realidades va a ser difícil de abordar, y si no se enfrenta es porque precisamente existe una ausencia de liderazgo y falta un programa, una misión”.

"Durante muchos años, los presidentes estadounidenses han advertido a Latinoamérica sobre las desventajas de hacer negocios con China, pero la Casa Blanca no ha logrado ofrecer alternativas serias", afirmó Gedan.

En efecto, China podría ser el gran ganador de la debilidad de Washington en América Latina. Toda esta escaramuza es una bendición para Pekín. Ha aumentado considerablemente el comercio, la inversión y la influencia mientras que persigue apoderarse de los recursos del continente en cuanto a productos básicos como la soya, cobre o litio, entre otros. China ya compró “buena voluntad” a través de 130 mil millones de dólares en prestamos bancarios estatales a Latinoamérica y el Caribe en los últimos 15 millones y ha adquirido acciones corporativas por la friolera de 72 mil millones adicionales en la década más reciente. China se acerca peligrosamente y EEUU se diluye.

Por su parte, el analista político Willy Lora, subrayó a DIARIO LAS AMERICAS que “es una Cumbre de las Américas que ya viene desacreditada. No me asombra que Cuba o Venezuela sean invitadas, al final Biden les hizo el favor en aliviar las sanciones”.

Peor aún es que las propias dictaduras se mofan en la cara de los organizadores. El sucesor designado Miguel Díaz Canel aseguró que no asistiría, aunque le rogaran. En la red social twitter escribió: “Pese a su ausencia la voz de Cuba se hará escuchar en la IX Cumbre de las Américas”.

De igual manera el dictador Nicolás Maduro amenazó con manifestaciones izquierdistas radicales en suelo norteamericano. “La voz de Venezuela, Cuba y Nicaragua llegarán a los Ángeles en grandes protestas del pueblo”.

“El actual presidente de EEUU durante los ocho años de Obama era el encargado de la política exterior hacia Latinoamérica y fueron ochos años de políticas fallidas. No iba a cambiar ahora – Sostiene Lora- No hemos progresado. Hemos fallado en el florecimiento democrático de la región, la izquierda ha ganado terreno y esto no viene de ahora, sino que se estaba gestando desde hace tiempo. Biden viene fracasando durante el último medio siglo”.

La cuenta regresiva comienza a correr para los anfitriones. Una dura prueba en el momento que más necesitaban un golpe de autoridad. En medio de este laberinto político, EEUU, otrora país respetado se convierte en un mimo dormido en la quejumbre de su propia soledad. No faltarán los artículos rimbombantes que calificarán a la reunión como un éxito en pleno ejercicio de las relaciones públicas más mundanas, siempre aparecerán justificaciones. Los equipos de comunicación cercanos al presidente harán su trabajo en tratar de desviar la atención y maquillar el hedor tremendo del fracaso. Sin embargo, para muchos, la IX Cumbre de las Américas es un fiasco mayúsculo incluso antes de haber empezado.

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