domingo 17  de  marzo 2024
PERFIL

Kavanaugh, un juez marcado por acusaciones que lleva el partidismo al Tribunal Supremo

El proceso de confirmación del juez Brett Kavanaugh ha levantado asperezas por su llegada al Supremo, un alto tribunal que ha sido considerado históricamente como un elemento clave de la democracia, por su independencia política

WASHINGTON.- Brett Kavanaugh, el juez elegido por el presidente Donald Trump para el Tribunal Supremo y que fue confirmado este sábado por el Senado en medio de acusaciones de abuso sexuale en su juventud, tiene un acentuado perfil político que hace temer que lleve el partidismo a la corte.

La experiencia de Kavanaugh, siempre próximo a los círculos de poder de Washington, le ha convertido en un magistrado vinculado a las más altas esferas de las filas republicanas, especialmente durante su estancia dentro de la Casa Blanca en la presidencia de George W. Bush, entre 2001 y 2006.

La candidatura de Kavanaugh fue aprobada por el Senado tras superar las audiencias sobre su nominación, iniciadas a principios de septiembre y que han estado protagonizadas por las acusaciones de abusos de al menos tres mujeres, entre ellas Christine Blasey Ford, que acudió a la Cámara Alta para explicar los hechos supuestamente ocurridos en 1982.

Cuando se inició el proceso, las sombras sobre su figura se centraban en su visión ultraconservadora con relación a derechos civiles como el aborto.

También en cuanto a su punto de vista sobre el poder presidencial ante la posibilidad de que Trump se viera afectado por las investigaciones en torno a él y su campaña electoral de 2016.

Sin embargo, en las últimas fechas el debate ha estado marcado por una audiencia sobre las acusaciones de Ford, en la que Kavanaugh se mostró desafiante, agresivo y pasional contra los demócratas, lo que, aparte de las sospechas de abusos sexuales, elevó las dudas sobre su partidismo y su temperamento para formar parte de la corte más importante del país.

Hijo único de una jueza, Kavanaugh nació y se crió en el área del Washington más institucional, cerca del poder del que nunca se ha separado del todo.

Poseedor de dos títulos en la prestigiosa Universidad de Yale, este magistrado del Tribunal de Apelaciones federal en la capital destaca por su proximidad a la Administración de George H. W. Bush (1989-1993) y a la de su hijo, George W. Bush.

Kavanaugh se acercó a Bush padre mediante su procurador general, Kenneth Starr, para quien trabajó como becario y quien luego le contrató en 1994 para el consejo independiente que investigó diversos elementos de la presidencia de Bill Clinton (1993-2001).

Más tarde, con Bush hijo, fue consejero y secretario de personal de la Casa Blanca entre 2001 y 2006, un periodo que ha levantado asperezas entre los demócratas por las dificultades para acceder a documentos de esta etapa.

Posteriormente, en 2006, consiguió acceder al puesto que hasta ahora ocupaba como juez de apelaciones en Washington tras superar un difícil proceso de confirmación que empezó tres años antes bajo la Administración de Bush hijo.

Previamente, Kavanaugh ya había estrechado lazos con George W. Bush como parte del equipo legal que supervisó el frenético recuento de las elecciones presidenciales de 2000.

También fue en la Casa Blanca donde conoció a su mujer, Ashley, con quien mantuvo su primera cita el 10 de septiembre de 2001, un día antes de los atentados que sacudieron el país, según ha reiterado en varias ocasiones.

En su experiencia, también se encuentra haber formado parte del grupo de asesores del exjuez del Supremo Anthony Kennedy, al que ahora reemplaza.

Este currículum, unido a la actitud de Kavanaugh durante las últimas semanas, ha levantado asperezas por su llegada a un alto tribunal que ha sido considerado históricamente como un elemento clave de la democracia por su independencia política, a pesar de que los magistrados son elegidos por el Presidente.

Kavanaugh ha enfatizado durante el proceso que es un juez "independiente".

Además de los supuestos abusos, que han generado protestas en el país, ha provocado el rechazo de la oposición por su posición ante un potencial voto que acabe con el derecho al aborto –avalado en 1973 en el caso 'Roe contra Wade'–, una petición histórica del ultraconservadurismo desde entonces.

La edad de Kavanaugh, 53, es uno de los elementos que le hizo entrar en el selecto grupo de favoritos, ya que Trump dejó claro que uno de sus objetivos es exprimir el carácter vitalicio de la plaza: "Tenemos que elegir a uno que vaya a estar 40, 45 años", ha asegurado el mandatario.

La sala está formada por nueve jueces de los que cinco son de derecha –Kennedy es moderado, pero entraba en este grupo– y cuatro progresistas. Los magistrados son nominados por el Presidente y posteriormente deben ser aprobados por mayoría absoluta en el Senado.

FUENTE: Javier Bocanegra / EFE

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