Las declaraciones a DIARIO DE LAS AMÉRICAS del analista de la Agencia Central de Inteligencia y exoficial del Pentágono, Ron Aledo, sobre el nuevo escándalo de la campaña de Hillary Clinton y altos cargos del gobierno contra el entonces presidente Donald Trump, refuerzan las recientes revelaciones del fiscal especial en Estados Unidos, John Durham.
“Si el fiscal especial Durham puede ir hacia adelante con sus evidencias, posiblemente quienes estuvieron en la campaña de Hillary Clinton como Jake Sullivan, ahora asesor de Seguridad Nacional de Joe Biden, y otras personas de alto rango posiblemente se van a ver en problemas legales”.
“Algunos de ellos podrían ser acusados por Durham de delitos como el hackeo de los servidores de la Torre Trump. Esto es ahora mismo el peligro inmediato para los demócratas y obviamente tocaría a Hillary. Será muy difícil creerle que ella no estaba al tanto de estos asuntos”, añadió.
¿Qué consecuencias tendría este escándalo para la democracia estadounidense?
Este escándalo afecta a los demócratas y en particular a la campaña de Hillary. Nos confirma lo que Donald Trump llevaba diciendo hace años acerca de “Rusia Gate”; que la presunta conspiración con Rusia era una cacería de brujas, sin ningún tipo de pruebas ni evidencias. Lo hicieron simplemente para dañar su imagen porque lo odiaban a él y a sus votantes. Esto ayuda a Trump en su narrativa de que todo fue una gran falsedad y complot en su contra con la complicidad de la prensa izquierdista y alto cargos del gobierno en esa época como James Comey, director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en ese momento. Actuaron de manera partidista e ideológica contra Trump.
Yo siempre he dicho que esta gente lo que quería era ganarse la simpatía y el apoyo de Hillary Clinton y perseguir a Trump, investigarlo sin razón ni motivos reales. Las encuestas en septiembre y octubre del 2016 daban como fácil ganadora a Hillary. Ellos esperaban que en dos o tres meses Clinton fuera la presidenta de EEUU. La gran sorpresa y el desastre de sus planes fue que Trump ganó las elecciones.
Hemos visto que el caso de Hillary sobre Bengasi y los "emails" se ha quedado en un limbo judicial. ¿Ocurriría lo mismo en este nuevo escándalo?
Es posible que haya pocas acusaciones y los que pudieran ser encausados, también podrían salir absueltos en un proceso judicial; sin embargo, el hecho de que se presenten cargos es un paso muy positivo porque demuestra que no eran fantasías las aseveraciones de Trump de que lo estaban persiguiendo y acosando.
Que un fiscal especial diga que hubo acciones ilegales contra un Presidente en funciones como lo fue Trump y que uno de los abogados de Clinton ha sido acusado de mentir al FBI, además de los que puedan ser señalados próximamente, es algo muy lamentable, pero también positivo para saber la verdad. Habrá que esperar el avance de esta investigación y dónde termina, pero que existan ya evidencias concretas representa el descrédito para los implicados.
Un posible regreso de Trump al poder en el 2024 preocupa bastante a la izquierda y a la extrema izquierda en EEUU. Retornaría con más experiencia política y mucha información sobre quienes actuaron contra las leyes constitucionales.
La izquierda odia y desprecia a Donald Trump y a los seguidores del expresidente. A todos los que respaldan el trabajo de Trump, la izquierda los mira con mucho desdén; por eso siempre tratarán de perjudicarlo y de quebrar su indiscutible liderazgo.
Esta investigación de Durham no les conviene para nada la izquierda, especialmente a Hillary porque ella ya hablaba de que si Biden no se postulaba, podría ser la candidata demócrata nuevamente.
Ahora, a la gente del Partido Demócrata que quiere deshacerse de Hillary le viene muy bien esta pesquisa. A Trump, por supuesto, le ayudará a demostrar que estuvo perseguido por la campaña de Hillary, por abogados corruptos que trabajaban para ella, de la empresa de internet que fue contratada por ellos, funcionarios del FBI y los medios de comunicación que promovieron esta gran falsedad a millones de personas en EEUU y en el mundo.
Como analista de inteligencia, ¿cree usted que hubo muchas personas involucradas en este complot de espionaje interno?
Hay un grupo grande, no muy grande. Hablamos de unas quince, veinte o más personas en altos puestos del país; en el tope de la CIA, en el tope del FBI como Comey y su grupo íntimo de trabajo. Estamos hablando de Barack Obama y Joe Biden de vicepresidente en la Casa Blanca y asesores que se confabularon con la campaña de Hillary para ir detrás de Trump.
No hablo de cientos de personas, sino quizás decenas de personas. Lo que ocurrió fue que cuando este grupo comenzó a perseguir y a espiar a Trump, cientos se unieron a esta trama, en especial ejecutivos y periodistas en los medios de comunicación; todos ellos se subieron a ese tren de difamación, mentiras y descrédito. Políticos locales, en el Congreso Nancy Pelosi, Chuck Schumer y otros.
“Quienes comenzaron esta trama fueron altos cargos del FBI, de la CIA e importantes funcionarios dentro de la Casa Blanca; un esfuerzo coordinado que arrastró luego a cientos y miles de personas para promover la mentira sobre Trump y Rusia”.
Este escándalo tiene implicaciones muy serias para la democracia en EEUU ¿Cómo califica usted a quienes están involucrados en este caso de espionaje y corrupción?
Gran parte de la prensa en EEUU ha perdido su credibilidad. Para ellos todo valía si era contra Trump. Sabían muy bien que decían mentiras y aun así continuaron haciéndolo [muy contentos] con el propósito de sacar a Trump de la Presidencia. Y se volvieron activistas de izquierda. El 80% o el 85% de la prensa optó por este camino”.
“En cuanto al gobierno, la implicación de Comey y directivos de la CIA en esta gran farsa fue lo que denunció Trump como el “Deep State” (El Estado Profundo). Personas que utilizan su posición y poder dentro del gobierno para trabajar por causas políticas y de manera partidista, algo absolutamente ilegal.
Comey y los implicados de la CIA pusieron por encima de todo sus ideologías políticas para perseguir al presidente de EEUU. Quedó probado que este Estado Profundo existe y es sumamente peligroso para la democracia y la seguridad nacional.
¿Considera que en este complot pueda haber países involucrados?
No tengo evidencia de que China u otro país enemigo haya participado en esta confabulación contra Trump y contra la legalidad en EEUU. Lo que sí sabemos es que cuando hay elecciones en nuestra nación, los países enemigos tratan de influir. China ni Irán querían que ganara Trump y cualquier cosa que hayan planeado hacer contra las elecciones del 2020 estoy seguro de que lo hicieron o al menos lo intentaron. Después de que Trump culpó directamente a China por la pandemia y arreció su política y sanciones contra nuestros enemigos, le declararon la guerra de alguna manera.
Creo que la trama rusa, más que algo desde el extranjero, fue inventada por gente en Washington del llamado Estado Profundo, personas de izquierda que estaban furiosas porque Hillary no ganó, y querían vengarse”.
Vea a Ron Aledo en su sitio de YouTube: RON ALEDO EX CIA CONTRACTOR
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