NUEVA YORK.-EFE
La Unidad de Fugitivos del Servicio de Marshalls ha incluido a los dos presos en su lista de los más buscados y ha ofrecido una recompensa de 50.000 dólares por cualquier información que permita su captura
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Los dos peligrosos reclusos que se fugaron hace dos semanas de una cárcel del estado de Nueva York han sido incluidos en la lista de los fugitivos más buscados, según informó hoy el Servicio de Marshalls.
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David Sweat, de 34 años, y Richard Matt, de 48, se fugaron del penal de máxima seguridad de Clinton, cerca de la frontera con Canadá, en la noche del 5 al 6 de junio, y las autoridades todavía no han sido capaces de dar con su paradero.
La Unidad de Fugitivos del Servicio de Marshalls ha incluido a los dos presos en su lista de los más buscados y ha ofrecido una recompensa de 50.000 dólares por cualquier información que permita su captura.
"Esta lista la tenemos reservada para lo peor de lo peor y no hay ninguna duda de que David Sweat y Richard Matt están incluidos en esa categoría", dijo en un comunicado la directora del Servicio de Marshalls, Stacia Hylton.
Sweat cumplía cadena perpetua por el asesinato de un alguacil en 2002 y Matt fue condenado a 25 años por otro asesinato en 2007, y se fugaron perforando las paredes de sus celdas y por medio de un túnel y conductos internos hasta las afueras del recinto carcelario.
En operativo de búsqueda y captura de los dos reclusos lanzado por las autoridades continúa en marcha, con la participación de medio millar de agentes locales, estatales y federales apoyados por unidades caninas y helicópteros.
El pasado 12 de junio una funcionaria de prisiones que confesó a la policía haber ayudado a los dos reclusos fue detenida y acusada de varios cargos de contrabando en primer grado y colaborar en la fuga, y se enfrenta a una pena máxima de siete años de cárcel.
Joyce Mitchell, de 51 años, confesó a los investigadores que les ofreció a los dos presos acceso a un teléfono celular y metió de contrabando herramientas en el centro, además de hacer gestiones para poner a su disposición un vehículo cuando se fugaran.
Conocida como "Pequeña Siberia" entre los habitantes de la zona, el centro correccional Clinton está considerado de máxima seguridad y cuenta con una población carcelaria de 3.000 reclusos y tiene una plantilla de 1.400 empleados.