NUEVA YORK.- A pesar de las bajas temperaturas que azotan gran parte de Estados Unidos, la crisis migratoria que ha vivido la ciudad de Nueva York en los últimos años continúa creciendo con la llegada de miles de solicitantes de asilo diariamente.
En medio de las bajas temperaturas miles de inmigrantes solicitantes de asilo hacen largas colas a las afueras de los albergues de la gran manzana a la espera de ser ubicados
NUEVA YORK.- A pesar de las bajas temperaturas que azotan gran parte de Estados Unidos, la crisis migratoria que ha vivido la ciudad de Nueva York en los últimos años continúa creciendo con la llegada de miles de solicitantes de asilo diariamente.
Miles de inmigrantes que llegaron a la gran manzana en búsqueda de una mejor calidad de vida se mantienen haciendo largas colas en medio del frío frente a distintos lugares de la metrópoli estadounidense convertidos en refugios que ofrecen asilo, con la esperanza de ser ubicados y conseguir una cama.
Aproximadamente 3.000 inmigrantes duermen en un campamento a las afueras del mayor albergue para migrantes de la ciudad ubicado en la Isla Randal, Manhattan, debido a que el complejo se encuentra en su máxima capacidad.
Según las últimas cifras de la alcaldía de Nueva York, al menos 161.500 migrantes, la mayoría latinoamericanos, han llegado y solicitado ayuda municipal desde la primavera pasada, incluidos 68.000 solicitantes que actualmente se encuentran acogidos en albergues municipales. Las autoridades estiman que cada inmigrante le cuesta a la capital financiera estadounidense unos 383 dólares diarios.
Obligada por la ley a proporcionar un techo a quien lo solicite, la ciudad ha habilitado más de 200 albergues, entre hoteles, colegios y otros locales para albergar a los solicitantes de asilo que llegan semanalmente en autobuses fletados desde estados del sur del país como Texas y Denver.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, en distintas oportunidades ha manifestado que la gran manzana no tiene los medios ni los recursos para gestionar la acogida de migrantes. Por lo que en febrero de 2023 decretó que Nueva York se ha quedado sin sitios para recibir a los inmigrantes y los invitó a continuar su camino a Canadá.
La crisis migratoria le costará a la ciudad "5.000 millones" este año y serán necesarios otros "7.000 millones para enero", recordó Adams a finales de noviembre, quien sostuvo que estos costos no son sostenibles debido a que quitan recursos de programas para seguridad, adultos mayores y jóvenes.
Casi 2,5 millones de personas cruzaron la frontera sur en el año fiscal 2023. En diciembre, más de 10.000 migrantes que llegan al país con la esperanza de encontrar vivienda y trabajo fueron interceptados en la línea fronteriza, una de las mayores cifras de la historia.
Ante esto, el alcalde Adams impuso en octubre del año pasado algunas restricciones para las familias migrantes sin hogar, argumentando que la medida era necesaria para aliviar un sistema de acogida desbordado por los solicitantes de asilo que cruzan la frontera sur de la nación.
Se estableció un límite de un mes de estancia en los albergue para los adultos solteros, hombres o mujeres y dos para las familias, con el fin de dar espacio a grupos familiares con niños.
Miles de personas ya han sido expulsadas de los albergues tras superar los 30 días iniciales, y muchas viven ahora en la calle. El pasado 9 de enero, unas 40 familias inmigrantes fueron desalojadas del hotel Row, uno de los refugios para migrantes que instaló la ciudad en medio de la crisis.
En medio de este aumento en el número de solicitantes de asilo que llegan a Chicago, Nueva York y Denver, los alcaldes de las tres ciudades solicitaron en conjunto ayuda al gobierno del presidente Joe Biden para gestionar la acogida de estas miles de personas.
Los alcaldes Brandon Johnson, de Chicago, el alcalde de la ciudad de Nueva York y el alcalde de Denver, Mike Johnston, solicitaron durante una reunión con Biden un aumento en los recursos federales e iniciativas para ampliar las autorizaciones de trabajo y un horario para la llegada de los autobuses.
Los funcionarios hicieron sus peticiones en un momento en que algunas ciudades de la nación batallan para gestionar el aumento en el número de migrantes enviados desde Texas y otros estados.
En diciembre de 2023, por primera vez desde que inició la crisis migratoria en la ciudad, el alcalde Eric Adams, emitió una orden ejecutiva para regular la llegada de autobuses desde la frontera y restringir la afluencia de migrantes.
La orden ejecutiva 538 exige que los autobuses que transportan inmigrantes anunciar su llegada 32 horas antes de dejarlos en la gran manzana. Además establece nuevos requisitos sobre la hora de llegada dónde y cuándo los autobuses pueden dejar a los inmigrantes. De lo contrario enfrentarán multas de hasta 2.000 dólares, demandas judiciales o la incautación de los autobuses.
Se limitó el horario de llegada a entre las 8:30 am a las 12:00 pm de lunes a viernes, y solo podrán llegar a un solo lugar, el West 41st Street entre Eight y Ninth Avenue en Manhattan. Lo que ha ocasionado que muchos autobuses han optado por desviarse a ciudades de Nueva Jersey.
Adams señaló que la intención de estas restricciones no es impedir el ingreso de migrantes, sino garantizar que puedan llegar de manera coordinada y segura.
“No podemos permitir que autobuses con personas que necesitan nuestra ayuda lleguen sin previo aviso a cualquier hora del día y de la noche”, declaró el alcalde Adams, en una rueda de prensa virtual acompañado de los demás alcaldes, al tiempo que enfatizó que “esta situación no sólo impide brindar ayuda de forma ordenada, sino que pone en peligro a quienes ya han sufrido tanto”.
@Lydr05
FUENTE: Con información de La Voz de América, El Tiempo y France 24