MIAMI.- RUI FERREIRA
Especial
La medida ejecutiva que firmó el Presidente esta semana fue rechazada por la mayoría de los republicanos, y varios de los que aspiran a la Presidencia –de ese partido- aseguraron que si ganan la eliminarán
MIAMI.- RUI FERREIRA
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El presidente Barack Obama ha dicho que él es uno de aquellos estadounidenses que nunca tuvo un arma. Ni por deporte o defensa personal. Es algo que respeta pero no comparte, aseguró. Sin embargo, lanzó una ofensiva contra la posesión de armas, alarmado por el alto índice de muertes violentas, sea por suicidios o hechos delictivos.
Sus propuestas levantaron una ola de críticas a nivel nacional, en particular por parte de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) que llevó a Obama a tener que explicarse públicamente.
“Yo respeto la Segunda Enmienda. Respeto el derecho a portar armas. Respeto a las personas que quieren tener un arma, sea para defensa personal, cazar o por deporte”, dijo el mandatario en una reunión pública organizada por la cadena CNN en la Universidad George Mason, en Fairfax, Virginia, desechando la idea de que su propuesta sea una “conspiración” para acabar con las armas en manos privadas.
El martes, agobiado por masacres como la de San Bernardino, acaecida en diciembre con un saldo de 14 muertos, Obama propuso una serie de medidas para controlar el mercado interno de armas, que incluyen: un refuerzo en las investigaciones de antecedentes penales, ampliar la obligatoriedad de tener permisos para vender armamento a los pequeños comerciantes -que lo hacen en ferias públicas y por internet-, dotar la ley de un mecanismo de control más sólido -como incluir en los reportes informaciones sobre el estado mental de los compradores-, la contratación de otros 200 agentes para la Agencia Federal de Alcohol y Tabaco, y la solicitud al Congreso de 500 millones de dólares para implementar sus propuestas.
Para sus detractores, la propuesta es un intento de prohibir la tenencia de armas para todos con el ulterior objetivo de permitir al Gobierno Federal el control total de la ciudadanía, un argumento que Obama considera ser “una conspiración”.
Críticas fervientes
La propuesta entró ahora en la carrera presidencial y el senador Ted Cruz hizo de ella su principal tema de campaña. “El presidente quiere arrebatarnos nuestras armas”, reaccionó el senador por Texas tras enterarse que Obama firmó de inmediato una orden ejecutiva para implementar su plan.
“Estas órdenes ejecutivas no merecen siquiera el papel en que están impresas porque cuando se vive por una pluma, se muere por la pluma y mi pluma tiene una goma de borrar”, aseveró Cruz al prometer que, si es electo, eliminará la orden del mandatario el primer día de su mandato. Y no sólo eso: “Acabaré con todas y cada una de sus órdenes ejecutivas ilegales e inconstitucionales”.
Cruz no está solo. Su colega republicano, el senador Marco Rubio, piensa lo mismo.
“Barack Obama liberó a terroristas (de la base de) Guantánamo y ahora está conspirando contra nosotros. En vez de luchar por conseguir más fondos para las tropas, lucha por subsidiar a los que defienden el control de natalidad. Espía a Israel y llega a un acuerdo con Irán. ¿Qué propone tras el ataque de San Bernardino? Quitarnos nuestras armas. Y mientras el Estado Islámico decapita a la gente y los quema en jaulas, él dice que nuestra mayor amenaza es el cambio climático”, dijo Rubio, quien también se comprometió a derogar la orden ejecutiva del mandatario.
A las críticas se sumó también el congresista republicano Mario Díaz-Balart. “El blanco del presidente Obama son los ciudadanos cumplidores de la ley. En vez de abrir camino hacia una reforma de salud mental seria o apoyar el cumplimiento de la ley, lo que le importa es hacer un gesto político para afianzar un legado en su último año en la Casa Blanca”, señaló.
Propuesta firme
Al mismo tiempo que participaba en la reunión pública el jueves, el Presidente publicó un artículo en el diario The New York Times, donde transmite una idea de cómo lleva su propuesta con seriedad. “No haré campaña ni votaré o apoyaré a ningún candidato, ni siquiera de mi propio partido, que no apoye una reforma de las armas de sentido común”, afirmó.
Lo apoyaron varias personalidades, como la congresista Gaby Giffords, quien fue víctima de un atentado hace cinco años que la dejó entre la vida y la muerte, y en una estela de seis muertos y 12 heridos. “Reducir el número de estadounidenses asesinados o heridos por un arma no es fácil. Es un camino largo y difícil. Pero no podemos flaquear ahora, y no podemos esperar a un Congreso en manos del lobby de las armas para prevenir alguno de los 12.000 asesinatos con armas de fuego que ocurren en nuestro país cada año”, dijo en declaraciones a The Washington Post.
Datos alarmantes
Según datos oficiales, todos los años 30.000 estadounidenses mueren por el disparo de un arma. Dos tercios son suicidios y el tercio restante, homicidios.
La propuesta del mandatario también fue rechazada por la NRA, que rehúsa debatir públicamente el tema con Obama porque considera que se trataría de una mera operación de relaciones públicas, según indicó el presidente de la entidad, Cris Cox, quien dijo a la cadena Fox que el Presidente no apoya la Segunda Enmienda ni el derecho de los ciudadanos obedientes de la ley a poseer armas.
La Segunda Enmienda dice: “Siendo necesaria para la seguridad de un Estado libre una milicia bien organizada, no se coartará el derecho del pueblo a tener y portar armas”.
Por décadas, defensores y detractores lucharon en los tribunales por su verdadero significado. Los primeros se amparan en la segunda parte del texto, mientras que los segundos argumentan que los fundadores de Estados Unidos se estaban refiriendo apenas a la constitución de un ejército que, en pleno siglo XVIII, se llamaba “milicia”.
El año 2008, en una decisión de cinco contra cuatro, el Tribunal Supremo ratificó que la Segunda Enmienda protege el derecho de los ciudadanos a portar un arma en los términos de la ley, incluyendo hacer uso de ella para proteger su hogar y propiedades.
La violencia de las armas en cifras:
- Estadounidenses víctimas de asaltos, robos u otros delitos perpetrados con un arma de fuego en la última década: 4 millones.
- Número de muertes anuales por un arma de fuego: 30.000.
- Cantidad de niños menores de 18 años que fallecieron a consecuencia de un disparo en la última década: Más de 20.000.
- Estadounidenses que se suicidan anualmente con un arma de fuego: Más de 20.000.
- Policías y agentes de la ley asesinados por delincuentes en la última década: 466.
- Número de días tras los cuales un vendedor de armas puede entregarlas al cliente, aunque no haya recibido el certificado de antecedentes penales: 3
Fuente: Casa Blanca
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