MIAMI.-REDACCIÓN
"Es posible que estuviera relacionado con el terrorismo, pero aún no lo sabemos. Es posible que estuviera relacionado con el lugar de trabajo" de uno de los autores del tiroteo
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El presidente, Barack Obama, afirmó este jueves que es "posible" que el tiroteo que dejó al menos 14 muertos y 17 heridos este miércoles en San Bernardino (California) estuviera relacionado con el terrorismo, y aseguró que el FBI llegará "hasta el fondo" de lo sucedido.
"Es posible que estuviera relacionado con el terrorismo, pero aún no lo sabemos. Es posible que estuviera relacionado con el lugar de trabajo" de uno de los autores del tiroteo, dijo Obama en una declaración a la prensa desde la Casa Blanca.
El mandatario decretó cuatro días de luto en todo el país ante la tragedia y ordenó que las banderas estadounidenses ondeen a media asta en la Casa Blanca y "en todos los edificios y terrenos públicos, puestos militares y estaciones navales, y en todos los buques de guerra del Gobierno Federal" hasta el próximo 7 de diciembre.
También lo harán en todas las embajadas, consulados y legaciones diplomáticas estadounidenses.
Obama aseguró ante la prensa que aún se desconocen los motivos reales del ataque y no descartó que el suceso tuviera vínculos terroristas.
La masacre de San Bernardino es el tiroteo con más muertos en Estados Unidos desde la masacre en 2012 de la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde murieron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.
La tiroteo, además, sucedió apenas cinco días después de que tres personas fallecieran en un ataque a una clínica de abortos en Colorado Springs (Colorado).
Pedido de reflexión
Obama afirmó que el país tiene que reflexionar y tomar medidas para que deje de ser "demasiado fácil" perpetrar un tiroteo, en una nueva llamada a un mayor control de armas.
"Tenemos que reflexionar sobre nosotros mismos como sociedad, para dar pasos básicos que hagan que sea más difícil, no imposible, pero más difícil, que los individuos consigan acceso a armas de fuego", dijo.
"Todos nosotros, incluido el poder legislativo, tenemos que ver qué podemos hacer para asegurarnos de que cuando los individuos decidan que quieren hacer daño, se lo ponemos un poco más difícil, porque ahora mismo, es demasiado fácil", subrayó el mandatario.
Obama reiteró así el mensaje que emitió el miércoles, en su primera reacción al tiroteo en San Bernardino, cuando urgió a acabar con la "pauta" que convierte a los tiroteos masivos en algo que ocurre de forma "normal" en EEUU, con un ritmo que no tiene "ningún parangón en ningún otro sitio en el mundo".
Hoy, el mandatario lamentó la "prevalencia de este tipo de tiroteos masivos" en el país y dijo que "muchos estadounidenses sienten que no hay nada que podamos hacer" para frenar la violencia armada.
"No podemos dejar que solo nuestros profesionales (de seguridad e inteligencia) lidien con los problemas de este tipo de asesinatos horribles. Todos nosotros tenemos un rol que desempeñar", subrayó.
Obama aseguró el año pasado que su mayor frustración como presidente ha sido el fracaso de sus esfuerzos por lograr un mayor control de la venta y posesión de armas en el país.
El debate sobre las armas se reabrió en 2012 en Estados Unidos a raíz de dos sucesos de ese año: la matanza en un cine de Aurora (Colorado), donde hubo 12 muertos y 58 heridos; y la ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.
El Gobierno de Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generaba más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas llegaran a los criminales o a las personas con problemas de salud mental.
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