MIAMI.-REDACCIÓN
Con el apoyo del presidente Barack Obama y la no presentación de cargos por parte del FBI, la candidata demócrata tiene más probabilidades de convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos
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La carrera de Hillary Clinton por la presidencia de la nación más poderosa del mundo tiene en la actualidad menos obstáculos.
En su discurso de respaldo a la virtual candidata demócrata, el martes 5 de julio, el presidente Barack Obama dijo: “nunca un hombre o mujer ha estado más calificado para ser presidente que Hillary Clinton”
La recomendación del FBI de que Clinton no debe ser imputada por el uso que hizo de varios servidores de correo electrónico privados para abordar asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado (2009-2013), despeja su camino, uno de los temas más espinosos de su carrera política.
Aunque la decisión del FBI es provisional y la decisión definitiva depende del Departamento de Justicia de Estados Unidos, expertos prevén que solo se trate de un paso formal y que Hillary saldrá ilesa, por lo menos de este asunto.
El director del FBI, James Comey, afirmó que no existen pruebas de que la virtual candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, quisiera incumplir la ley pero fue "negligente" al usar servidores de correo electrónico privados para asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado.
En una rueda de prensa en la sede del FBI en Washington, Comey subrayó que "ningún fiscal razonable" presentaría cargos contra la ex primera dama, aunque reconoció que existen "evidencias de potenciales violaciones" de los estatutos destinados a regular el manejo de información clasificada.
Tras el anuncio, la campaña de Clinton expresó su satisfacción con las conclusiones de la investigación.
"Como la secretaria ha dicho durante mucho tiempo, fue un error usar su correo electrónico personal y no volverá a hacerlo. Estamos contentos de que este asunto se haya resuelto", subrayó en un comunicado Brian Fallon, uno de los portavoces de Clinton.
Según Comey, el FBI ha revisado durante más de un año 30.000 correos electrónicos sobre asuntos oficiales enviados y recibidos a través de "varios servidores" privados instalados en "numerosos" dispositivos móviles que la ex secretaria de Estado usó dentro y fuera de Estados Unidos.
"Aunque no se encontraron pruebas claras de que la secretaria Clinton o sus compañeros tuvieran intención de violar las leyes que rigen el manejo de información clasificada, hay evidencia de que fueron muy negligentes en su manejo de información muy sensible, altamente clasificada", indicó Comey.
Además, Comey apuntó que "es posible" que actores externos y hostiles a Estados Unidos hayan tenido acceso a información clasificada del Gobierno a través de los correos de Clinton, aunque señaló que "no se han encontrado pruebas" de la intrusión de piratas informáticos.
El pasado sábado, Clinton declaró de "de manera voluntaria" ante el FBI durante tres horas y media, indicó su portavoz, Nick Merrill, en un breve comunicado sobre el encuentro, que según la campaña de la política demócrata tuvo lugar en la sede del FBI en Washington.
Trump en la dirección opuesta de Obama
La reacción de Trump sobre la decisión del FBI no se hizo esperar y muestra cúan desesperado se encuentra el nominal candidato republicano. Trump había convertido el asunto de los correos de Hillary en uno de los argumentos más fuertes en contra de la candidata.
"El sistema está amañado", subrayó en la red social Twitter Trump, que ha utilizado la polémica de los correos en numerosas ocasiones para arremeter contra la ex primera dama, acusándola de poner en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos.
"¡Muy muy injusto! Como de costumbre, mal juicio", afirmó en Twitter Trump, quien consideró que el general retirado David Petraeus, ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), "se metió en problemas por mucho menos".
En medio de ese contexto, el presidente Barack Obama celebró junto a Hillary el primer acto de campaña, el 5 de julio en Charlotte (Carolina del Norte), sin dudas, un gran respaldo para ella en un momento decisivo en la carrera por la presidencia.
"Cuando miro al presidente, veo a alguien que, a pesar de la obstrucción (del Congreso) a la que se ha enfrentado, continúa encontrando puntos y propósitos en común", dijo la aspirante demócrata.
Trump queda con menos armas políticas y ahora solo se trata de ver quién sume más electores.
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