BOSTON — El calor que se ha apoderado de gran parte del país y ha empezado a causar estragos en Nueva Inglaterra, obligando a algunas escuelas a cerrar o enviar a los niños a casa temprano el viernes, al tiempo que el alcalde de Boston declaró una emergencia de calor con centros de enfriamiento abiertos en diferentes puntos de la ciudad.
En Lowell, Massachusetts, donde ninguna de las 28 escuelas cuenta con aire acondicionado, se suspendieron todas las clases el viernes “debido a la preocupación por la salud y la seguridad del personal y los estudiantes”, ya que se esperaba que la temperatura alcanzara un máximo de 32 grados Celsius (90 grados Fahrenheit), con la humedad haciendo que se sintiera como 35 grados Celsius (95 grados Fahrenheit).
Otras escuelas de Massachusetts, Connecticut y Nueva Hampshire también cerraron o enviaron a los alumnos a casa antes de tiempo, y redujeron las actividades extraescolares.
Se distribuyeron ventiladores eléctricos en las escuelas para ayudar a mantener cómodos a profesores y alumnos, ya que las temperaturas se acercaron a los 32 grados centígrados (90 grados Fahrenheit) el jueves en algunas partes de Nueva Inglaterra. La mayoría de las escuelas públicas de Boston tiene acceso a aire acondicionado, pero la ciudad suministrará agua y ventiladores a las escuelas que los necesiten, dijo la alcaldesa Michelle Wu al declarar la emergencia por calor para el jueves y el viernes.
Las altas temperaturas de principios de semana provocaron alteraciones en las escuelas de Michigan a Virginia, y algunos distritos enviaron a los estudiantes a sus casas más temprano y otros recurrieron a las clases en línea. En la segunda semana del Abierto de Estados Unidos, torneo de tenis que se juega en Nueva York, el calor y la humedad están llevando a los jugadores al límite. El torneo de Grand Slam adoptó el martes una nueva política consistente en cerrar parcialmente el techo del estadio Arthur Ashe en condiciones extremas para ofrecer algo más de sombra.
En Texas, durante otro tramo de calor veraniego abrasador, el gestor de la red eléctrica pidió el jueves a los residentes que redujeran su consumo de electricidad, un día después que el sistema se viera al borde de los apagones por primera vez desde un mortal apagón invernal en 2021.
En la ciudad de Augusta, en Maine, estableció un récord de 32 grados Celsius (90 grados Fahrenheit) el jueves y Concord, Nueva Hampshire, alcanzó 33 grados Celsius (93 grados Fahrenheit), dijo Sarah Thunberg, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional en Maine.
Se pronosticaba que las temperaturas volvieran a ser cálidas el viernes, pero un poco más frescas que el día anterior.
FUENTE: Con información de AP