WASHINGTON.- El presidente saliente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se despidió este miércoles de sus compañeros en un discurso en el que hizo un llamamiento a los dos partidos para dejar a un lado la tensión de los últimos tiempos y alertó de los problemas de la situación política actual.
"Demasiado a menudo desencuentros legítimos llevan rápidamente a desconfianzas intensas", aseguró Ryan, quien dijo que deja el cargo "orgulloso" de lo conseguido y que no tiene una respuesta sobre cómo mejorar el estado de la política.
"El estado de la política estos días -continuó- es otra pregunta, y francamente una para la que no tengo respuesta".
En este sentido, comentó que en muchos casos los legisladores se dedican más a criticarse unos a otros que a llevar a la práctica sus propios postulados.
"Gastamos mucho más tiempo intentando condenarnos los unos a los otros que desarrollando nuestras convicciones", incidió Ryan, quien apuntó durante un discurso de poco más de media hora que "este tipo de política comienza en un lugar de desafuero".
"Como he dicho -prosiguió Ryan-, las causas de nuestra política quebrada son más obvias que las soluciones".
Asimismo, Ryan animó a los integrantes de cada formación a tejer relaciones personales con sus rivales políticos: "Conozcan a la gente que está al otro lado, conózcanse de forma personal, (...) eso ayuda", afirmó.
En esta línea, se preguntó sobre cómo regresar a las "aspiraciones" previas para reconducir la situación: "No conozco la respuesta a eso".
Ryan, que inició sus declaraciones visiblemente emocionado, alabó el sistema democrático antes de finalizar su intervención.
"Lo que tenemos aquí es un milagro. Este milagro nos ha hecho la nación más próspera y libre de la historia", aseveró el presidente saliente de la Cámara Baja, al que presumiblemente le sustituirá a partir de enero la demócrata Nancy Pelosi.
El republicano también instó a los dos partidos a acordar una reforma del sistema migratorio que implique una solución para los jóvenes indocumentados que llegaron al país como niños y para la propia población indocumentada.
"Hacer lo correcto es un imperativo económico y moral. Y facilitaría un gran tramo del camino quitar parte del veneno de nuestro discurso", comentó Ryan.
Ryan, de 48 años y que accedió al puesto que hoy abandona en 2015, llegó al Congreso con apenas 29 e incluso se postuló como candidato a la Vicepresidencia del país junto al republicano Mitt Romney en 2012, cuando contaba con apenas 42 años.
FUENTE: EFE