"Debido a los programas de pruebas de otros países, he dado instrucciones al Departamento de Guerra —nombre con el que el Gobierno estadounidense identifica al Pentágono— para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones", señaló en su cuenta de Truth Social, donde indicó que "ese proceso comenzará de inmediato".
 
		  El jefe de la Casa Blanca aseguró en la misma plataforma que su país "tiene más armas nucleares que cualquier otro", un extremo que ha atribuido a la "renovación completa de las armas existentes durante (su) primer mandato". "Debido a su tremendo poder destructivo, odiaba hacerlo, ¡pero no tenía otra opción! Rusia ocupa el segundo lugar y China un distante tercero, pero dentro de cinco años estará a la par", advirtió.
 La amenaza rusa
 Moscú ha acelerado en las últimas semanas las pruebas de su arsenal nuclear y este mismo martes probó con "éxito" el supertorpedo 'Poseidón', disparado desde un submarino y con capacidad para portar cabezas nucleares, unas acciones criticadas por Trump, quien apunta a que Putin debería, en su lugar, trabajar para poner fin a la guerra en Ucrania, desatada en febrero de 2022.
 El anuncio del mandatario estadounidense llega poco antes de su primer encuentro presencial con su homólogo chino, Xi Jinping, desde el regreso de Trump a la Casa Blanca el pasado mes de enero, en un contexto marcado por las renovadas tensiones comerciales entre los dos países cuando está a punto de expirar el próximo 10 de noviembre la tregua comercial que puso fin a la guerra comercial y la imposición de aranceles recíprocos por encima del 100 por ciento.
 El presidente republicano ha expresado anteriormente su interés en negociar un tratado nuclear con Pekín para reducir los arsenales nucleares, si bien las autoridades del gigante asiático se han resistido a unirse a las conversaciones sobre no proliferación de este tipo de armamento.
 Seguridad estadounidense
 El vicepresidente estadounidense JD Vance dijo el jueves que su país necesita realizar estas pruebas atómicas para garantizar que su arsenal "funcione correctamente".
 "Es una parte importante de la seguridad estadounidense", declaró ante periodistas Vance sin dar detalles de las pruebas, aunque mencionó que la declaración del presidente "habla por sí misma".
 Trump reivindicó que Estados Unidos tiene más armas nucleares que cualquier otro país, elogiando sus propios esfuerzos por realizar "una actualización y renovación completas de las armas existentes".
 "Rusia está en segundo lugar, y China está muy por detrás, pero estará a la par en cinco años", agregó Trump.
 Trump no precisó la naturaleza de las pruebas anunciadas, es decir, si serán ensayos de cabezas nucleares, cosa que Estados Unidos no hace desde 1992, o sistemas capaces de llevar una carga atómica.
 En cualquier caso, Washington es signatario desde 1996 del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, por lo que cualquier prueba de ojivas constituiría una violación flagrante del mismo.
 "Si ellos hacen pruebas, imagino que nosotros también debemos hacerlas", declaró a bordo del Air Force One. Consultado por las fechas y los lugares de las pruebas, se limitó a responder: "Se anunciará. Tenemos los emplazamientos".
 China defiende la "no proliferación"
 Estas declaraciones responden a una serie de anuncios recientes de Putin, quien se felicitó el domingo por el éxito de la prueba final del misil de crucero Burevestnik, que, según él, tiene "un alcance ilimitado" y es capaz de burlar prácticamente todos los sistemas de defensa.
 El mandatario ruso informó el miércoles del éxito de la prueba de un "dron submarino" bautizado Poseidón, y compatible con cargas atómicas. "Ningún otro aparato en el mundo es igual a este en cuanto a velocidad y profundidad" a la que opera, aseguró.
 Tras las declaraciones de Trump, Moscú aclaró que se trataba de pruebas de armas capaces de portar una ojiva nuclear, y no de bombas nucleares en sí mismas.
 "Con respecto a las pruebas del Poseidón y del Burevestnik, esperamos que el presidente Trump haya sido informado correctamente. Esto no puede considerarse como una prueba nuclear", declaró el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov.
 Poco antes, China, que avanza en la construcción de armas nucleares, había instado a Estados Unidos a respetar "seriamente" la prohibición de los ensayos nucleares y a tomar "medidas concretas para preservar el sistema mundial de desarme y no proliferación nucleares".
 Un portavoz del secretario general de la ONU pidió no llevar a cabo ensayos nucleares "bajo ninguna circunstancia". "Deben evitarse todas las acciones" que puedan "conducir a errores de cálculo o a una escalada con consecuencias catastróficas", añadió.
 Retórica nuclear regresa a la diplomacia
 La semana pasada, el presidente estadounidense pospuso indefinidamente una reunión anunciada con su homólogo ruso en Budapest.
 Más allá de estos acontecimientos, la retórica nuclear regresó a la diplomacia mundial desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
 La amenaza del arma definitiva es una de las herramientas recurrentes de Moscú, que ordenó tras el inicio de la guerra "poner las fuerzas de disuasión del ejército ruso en estado de alerta especial de combate".
 Cuando se le preguntó sobre el riesgo de un descontrol, Trump respondió: "No lo creo. Creo que está bastante bien controlado".
 Pero la semana pasada, la OTAN organizó en Países Bajos un ejercicio para poner a prueba su dispositivo en caso de que algún día se tuviera que utilizar el arma.
 Estados Unidos y Rusia siguen vinculados en principio por el tratado de desarme Nuevo START, que limita a cada parte a 1.550 ojivas estratégicas ofensivas desplegadas y prevé un mecanismo de verificaciones, interrumpidas desde hace dos años.
 El tratado expira en febrero. Moscú propuso prorrogarlo un año, pero sin mencionar una posible reanudación de las inspecciones de los arsenales.
  FUENTE: Con informaciòn de Europa Press y AFP