MIAMI. LAURA RIVERA
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@lauritrw
Cuando apenas había pasado una semana del tiroteo en un campus universitario de Oregon, que dejó diez muertos y siete heridos, otra balacera despiadada acabó con la vida de una persona y dejó a tres lastimadas en una universidad de Arizona. Y a pocas horas de eso, el viernes, otra persona murió y una quedó herida por disparos en un centro universitario del sur de Texas… ¿Seguiremos contando?
Las masacres perpetradas por sujetos solitarios armados en lugares públicos de Estados Unidos ya se han convertido en una especie de plaga que avanza silenciosamente mientras el país observa y se lamenta sin tomar acción.
La sociedad está dividida entre los que reclaman medidas urgentes para frenar esta lacra y quienes dicen que no hay nada que hacer, que es un fenómeno “inevitable”. También están los que creen que deben aplicarse mejores controles al uso de las armas y los que señalan que eso no será una solución mientas haya gente con problemas mentales capaz de matar con lo que encuentre.
Barack Obama ha dicho en varias ocasiones que su mayor frustración como mandatario ha sido el fracaso de sus esfuerzos por ampliar el control de armas en el país. Tras la masacre en Oregon, el Presidente lamentó que la sociedad estadounidense se esté volviendo "insensible" ante la "rutina" de los tiroteos masivos.
Propuesta demócrata
En 2013, tras la matanza en la escuela Sandy Hook de Connecticut, donde murieron 20 niños y seis mujeres, el Congreso debatió un conjunto de medidas para un mayor control de armas. Sin embargo, los legisladores ni siquiera aprobaron la medida que generaba más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas llegaran a los criminales o a las personas con problemas de salud mental.
Esta vez, senadores demócratas presentaron esta semana un nuevo intento de legislación que incluye la imposición de controles de antecedentes para la venta de armamento por internet y en ferias, la expansión de la base de datos de compradores y la aplicación de medidas estrictas contra la venta ilegal de armas.
Los detalles del proyecto, impulsado por Chuck Shumer y Debbie Stabenow, se plantearon ante 25 senadores asistentes, entre ellos Bernie Sanders, aspirante a la nominación demócrata para la Presidencia de EEUU.
La propuesta de ley pretende ampliar el sistema de verificación de antecedentes para que incluya los informes de violencia doméstica y evitar cualquier compra de armas hasta que se complete un examen exhaustivo de seguridad, además de vetar la adquisición de armamento destinado para terceros que no puedan comprarlo legalmente.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid, expresó en un comunicado su apoyo a esos esfuerzos, al recordar que la violencia con armas de fuego "causa la muerte de 30 estadounidenses cada día" y que los republicanos "no se pueden quedar de brazos cruzados" ante esa situación.
Pedido de acción
La matanza en Oregon también impactó en otros grupos antiarmas y medios de prensa como la revista People, que además de cubrir la tragedia como lo ha hecho con las anteriores, emitió un “llamado a la acción” pidiendo a los lectores que se pongan en contacto con sus representantes en el Congreso y averigüen qué están haciendo respecto a la violencia con armas de fuego. La revista imprimió los nombres y números telefónicos de todos los 535 miembros del Senado y la Cámara de Representantes con derecho a voto.
“Pregunten a sus representantes respecto a la violencia con armas de fuego en Estados Unidos, y háganles saber lo que piensan ustedes”, propuso el mensaje acompañante, sin dar opinión de cuáles podrían ser las acciones a tomar, sólo impulsando a que la gente pida una solución.
La que firma este artículo adhiere al llamado. Como ciudadanos, tenemos el derecho de exigir a los políticos que busquen la manera de frenar estas tragedias.
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