SALEM.- Oregon dio un gran paso el viernes en su innovadora terapia legal de psilocibina con la graduación de los primeros estudiantes capacitados para acompañar a pacientes que viajan con hongos psicodélicos, aunque la bancarrota de una empresa dejó a la deriva a otro grupo en el mismo camino.
La ceremonia de graduación de los 35 estudiantes se realizó la tarde del viernes en InnerTrek (“Viaje Introspectivo”, una firma de Portland) en un centro de retiro en el bosque. Unos 70 estudiantes más se graduarán el sábado y domingo en ceremonias en las que jurarán no hacer daño.
“La capacitación de facilitadores está al centro de la primera terapia con psilocibina y programa de bienestar a nivel estatal del país y está al centro del éxito del modelo de Oregon que innovamos aquí”, declaró Tom Eckert, director del programa en InnerTrek y creador de una iniciativa de ley presentada en las boletas electorales de 2020 que legalizó el programa de Oregon.
Los estudiantes deben aprobar un examen final para recibir certificados InnerTrek. Después harán una prueba impuesta por la Autoridad de Salud de Oregon para recibir sus licencias de facilitadores.
“La graduación del primer grupo de estudiantes de los programas de capacitación para facilitadores de psilocibina aprobados es un hito significativo para Oregon”, expresó Angie Allbee, gerente de la sección de servicios de psilocibina de la autoridad de salud estatal. “Felicitamos a los futuros facilitadores de Oregon y los programas de capacitación de los cuales se gradúan en este increíble e histórico momento en la historia de la psilocibina”.
La autoridad de salud reportó el viernes que hasta el momento ha recibido 191 solicitudes de licencias y permisos de trabajo, incluidas licencias para productores de psilocibina y centros de servicio en donde la sustancia psicodélica se consumiría y experimentaría.
Allbee dijo anticipar que los estudiantes pronto presenten solicitudes para las licencias, lo “que nos acercará a que las puertas de los centros de servicio abran en 2023”.
Algunas clases en el curso de InnerTrek de seis meses —con un costo de 7.900 dólares— se realizaron en línea, pero otras fueron presenciales en un edificio cerca de Portland que parece una cabaña en las montañas.
A los estudiantes les comentaron que una sesión para administrar la dosis en un centro autorizado debe incluir un sillón o tapetes para que los clientes se sienten o acuesten, un antifaz, artículos cómodos como cobertores y animales de peluche, una libreta para dibujar, lápices y una cubeta para vomitar. Una sesión suele durar al menos seis horas, con frecuencia musicalizada. Los capacitadores hicieron énfasis en que los clientes de los facilitadores deben tener la libertad de explorar cualquier tipo de emociones que surjan durante su viaje introspectivo.
“No estamos guiando”, comentó la capacitadora Gina Gratza a los estudiantes en una sesión de capacitación en diciembre. “Dejemos que se desarrollen las experiencias de sus participantes. Usemos las palabras con moderación. Permitamos que los participantes lleguen a sus propios descubrimientos y conclusiones”.