MIAMI.-RUI FERREIRA
Especial
@ruiefe
En un despliegue único y poco visto en los caucus de Iowa, desde la postulación de Ronald Reagan en la última mitad del siglo pasado, el senador cubanoamericano por Florida, Marco Rubio, ha despuntado en esta carrera presidencial. Pero Ted Cruz le ha ganado.
Rubio ha finalizado en tercero, con 23%,a 5% del senador Cruz, con 28%, e inmediatamente debajo del empresario Donald Trump con 24%, a quien los electores no parecen haberse rendido a sus encantos populistas.
Ted Cruz está contento. Pero, a la vez, preocupado por la forma en que Rubio ha subido en los resultados teniendo en cuenta que las encuestas matutinas le otorgaban apenas unos modestos 20%.
Los resultados de Iowa no definen una contienda presidencial. Pero marcan una 'hoja de ruta', porque a partir de ahora las candidaturas van a comenzar a esgrimir estos resultados como la ruta a seguir. En el lado republicano ha sido la sorpresa.
Pero para los demócratas, el asunto se baraja de otras formas, con Hillary Clinton al frente y el senador Sanders apenas separado por poco menos de 1%, es difícil dibujar un futuro. Es más, con el mínimo margen que los separa, lo suficiente para, si hay elecciones en muchos estados, llevar a cabo un reconteo.
Hay varias lecturas para esto, una de ellas tiene que ver directamente con la crisis económica del país y la forma en que Sanders supo explicar a este electorado regional, pero a tener en cuenta, las posibles soluciones a sus incógnitas, y a sus necesidades. Y, también, que muchos en Iowa denostan de una dinastía en Washington, sea Clinton o Bush.
Trump ha sido el gran derrotado. Al parecer su ángel se está debilitando y tendrá que convencerse de que el electorado promedio estadounidense no cree en populismos. Han pasado los tiempos de la década de los años 30 del siglo pasado y la realidad de un sueldo, como dijo Sanders en su discurso, define la forma de actuar y, naturalmente, votar.
Rubio ha reaccionado al cierre de esta edición con cierta amargura. "Esta puede ser una elección con cierto declive y nuestro país también si elegimos a Hillary Clinton o Bern Sanders. No pueden ganar. Hillary está descalificada para ganar la presidencia porque (...) nadie que mienta a las familias de nuestros muertos puede ser presidente de Estados Unidos", ha dicho Rubio sin siquiera esperar a que Cruz se alzara con la victoria.
En Florida, el gran silencio ha sido el exgobernador Jeb Bush, heredero de una estirpe de expresidentes que se hubo de contentar con apenas 3%. A Bush le queda apenas un último escenario donde hacerse valer y es en Florida, donde en marzo tendrá que batallar las primarias de su partido contra Rubio. Bush no estuvo en Iowa la noche pasada porque decidió irse a New Hampshire y, posiblemente, ha cometido el error político de dejar el escenario principal a sus contendientes quizá creyendo, en el fondo, que su apellido es un pasaporte hacia la Casa Blanca.
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