MIAMI.-RUI FERREIRA
@ruiefe
No es común que un candidato diga que es propietario de una ciudad, y aunque Trump es un importante inversionista en la vida económica de la municipalidad, no es el mayor ni el único
MIAMI.-RUI FERREIRA
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“Soy dueño de Doral”, fue así de diáfano el empresario Donald Trump al principio de la tarde de este viernes cuando participaba en una rueda de prensa junto al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien le ha manifestado su apoyo en esta carrera presidencial.
Trump soltó la controversial afirmación cuando explicaba que ama a Florida y “he invertido allí millones de dólares. ‘I own Doral’ (soy dueño de Doral), allí está el club de golf, son muchas inversiones que tengo”, dijo.
No fue posible localizar en lo inmediato al alcalde de la ciudad enclavada en el área metropolitana de Miami, Luigi Boria, para que comentara. Tampoco contestó a un tuit insinuando una reacción. No es común que un candidato diga que es propietario de una ciudad, y aunque Trump es un importante inversionista en la vida económica de la urbe no es el mayor ni el único.
El año pasado, Doral y Trump estuvieron involucrados en una controversia cuando Univision, la mayor cadena de televisión hispana del país, retiró el apoyo a la realización del concurso Miss Universo, que fue transmitido por una cadena menor, y por poco la ciudad floridana se hunde en la desgracia porque su alcalde había apostado el todo por lo todo en la organización del evento, considerado la mejor forma de promover la urbe en el ámbito mundial.
La organización del concurso representó un punto alto para la ciudad, el alcalde Luigi Boria llegó a considerar otorgar a Trump las llaves de la ciudad por sus aportes a la economía local y se dejó fotografiar profusamente a su lado rodeado de reinas de belleza. Pero por esos días, cuando el empresario sorprendió a todo el mundo acusando a los inmigrantes mexicanos de ser violadores y narcotraficantes, Boria hizo marcha atrás y no le entregó las llaves. Desde entonces, las relaciones se enfriaron.
Pero, al aparecer, Trump sigue considerando que sus inversiones allí son tan importantes que se considera el ‘dueño’ de la ciudad donde ni siquiera tiene una residencia. ¿Fue una gafe electoral o una convicción basada en detalles poco claros?
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