WASHINGTON - El expresidente de Estados Unidos Donald Trump presentó este jueves una demanda contra la exsecretaria de Estado y candidata presidencial, Hillary Clinton, y una docena de políticos demócratas.
WASHINGTON - El expresidente de Estados Unidos Donald Trump presentó este jueves una demanda contra la exsecretaria de Estado y candidata presidencial, Hillary Clinton, y una docena de políticos demócratas.
El expresidente Trump alega que lo "acusaron falsamente de colusión con Rusia" antes de las elecciones de 2016 e intentar manipular los comicios cuando se inventaron una campaña de desinformación y descrédito. En ese entonces, Trump fue vinculado a una supuesta injerencia de Rusia en aquella cita.
Basándose en dos pesquisas exhaustivas de los fiscales especiales Robert Mueller y John Durham, la demanda acusa directamente a Hillary Clinton, asesores de su campaña y los jefes del FBI y de la CIA en ese momento. También a otros altos cargos del gobierno de Barack Obama y Joe Biden, incluso a ambos.
El representante Michael Turner (R-Ohio) dijo el 13 de febrero que la investigación de Durham descubrió un “nuevo nivel de corrupción” que plantea preocupaciones “graves”. “Quiero decir, esta es una seria amenaza para nuestra democracia”, dijo Turner a “Sunday Morning Futures” de Fox News.
“Realmente no importa qué campaña política sea o qué partido político sea. Esto está tan mal y las acusaciones de tal nivel de actividad ilegal son tan expresas contra nuestro propio gobierno que se debe encontrar la verdad", expuso.
"En la carrera a las elecciones presidenciales de 2016, Hillary Clinton y sus secuaces orquestaron una trama impensable que sacude la conciencia, la credibilidad del gobierno federal y es una afrenta a la democracia de la nación", argumenta la demanda presentada en un tribunal federal en Florida.
"Actuando en conjunto, los acusados conspiraron de forma maliciosa y malintencionada para tejer una falsa narrativa de que su oponente republicano, Donald J. Trump, estaba coludido con una soberanía extranjera hostil", sostiene el texto.
"Trabajaron juntos con un único e interesado propósito: vilipendiar a Donald J. Trump", añade la denuncia, destacando acciones llevadas a cabo como "falsificar pruebas, engañar a las fuerzas del orden y explotar el acceso a fuentes de datos altamente sensibles".
Además de Clinton, otros acusados nombrados incluyen a John Podesta del Comité Nacional Demócrata, que fue presidente de la campaña presidencial de Clinton en 2016, y el exdirector del FBI, James Comey.
Trump busca un juicio con jurado y al menos 72 millones de dólares por daños y perjuicios.
"Las acciones llevadas a cabo para promover esta trama (falsificación de evidencias, engaño a las fuerzas del orden público y explotación del acceso a fuentes de datos altamente confidenciales) son tan escandalosas, subversivas e incendiarias que incluso los eventos de 'Watergate' palidecen en comparación", ahonda la denuncia presentada por el equipo legal de Trump.
El antiguo jefe de la Casa Blanca explicó en la denuncia presentada ante un tribunal de Florida que esta supuesta trama "ideada" por Clinton, el Comité Nacional Demócrata y el ahora asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, le ha causado a Trump daños valorados en 24 millones de dólares, así como pérdidas en sus negocios presentes y futuros. Pero lo peor es la acción contra el sistema democrático de EEUU, la burla y la mentira contra la justicia y el pueblo estadounidense.
Trump afirma que esa "conspiración de gran alcance" lanzada, de acuerdo con la denuncia, por Clinton y los suyos --entre ellos el antiguo jefe del FBI, James Comey-- durante la campaña de 2016, tenía el objetivo de desatar todo un frenesí mediático en su contra, así como una investigación policial para torpedear su acceso a la Casa Blanca.
La demanda, en la que se habla de "extorsión", sostiene que esta "conspiración" es constituyente de delito bajo la legislación de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Extorsión --la Ley RICO--. Asimismo, forma parte de las muchas quejas que Trump ha lanzado desde entonces, asegurando que todas las causas que se han abierto al respecto no son más que una suerte de "caza política de brujas".
Esta supuesta interferencia de Rusia, que Trump siempre negó, en aquella campaña electoral fue motivo de una investigación liderada por el fiscal especial, Robert Mueller, que se prolongó durante dos años, en cuyo informe final aseguró no haber hallado indicios de conspiración o relaciones directas para injerencia entre Trump y las autoridades del Kremlin.
Durante una presentación judicial a principios de febrero, el fiscal Durham alegó que la campaña de Clinton y el Comité Nacional Demócrata intentaron infiltrarse en la campaña de Trump y en los servidores de la Casa Blanca.
“Una empresa de tecnología pirateó la Casa Blanca y espió a un Presidente en funciones: Donald Trump. Esto debería preocupar a todos. Pero los principales medios de comunicación se niegan a cubrirlo”, escribió el representante Jim Jordan (R-Ohio) en Twitter. El legislador hizo comentarios similares en la cadena de televisión Fox News el lunes 14 de febrero.
Acusaciones de espionaje interno
“Sí, había espionaje y fue peor de lo que pensábamos porque estaban espiando al Presidente en ejercicio de Estados Unidos”, dijo Jordan a “Fox & Friends”. “Y va directo a la campaña de Clinton”, citó el diario neoyorquino The Epoch Times.
La moción de Durham del 11 de febrero vincula al letrado Michael Sussman, un exabogado de Perkins Coie, acusado en 2021 de mentirle al FBI al afirmar que no trabajaba para la campaña de Hillary Clinton en 2016, cuando le dio a la agencia estadounidense de contrainteligencia documentos -ahora desacreditados- sobre una supuesta relación directa de la Organización Trump con un banco de Rusia.
El caso de espionaje interno contra Trump salpicaría también al exmandatario Barack Obama, su vicepresidente Joe Biden y quien fuera su secretaria de Estado en ese entonces Hillary Clinton, en lo que sería uno de los mayores escándalos en la historia de EEUU sin mencionar las alegaciones acerca de las irregularidades ocurridas durante la elección presidencial del 2020 Trump-Biden, que provocaron reformas electorales en más de 10 estados del país.
Aunque los medios de prensa izquierdistas insisten en que las acusaciones de fraude electoral emitidas por el expresidente Trump fueron falsas, las "inconscientes fallas detectadas" en los comicios de noviembre del 2020 dejan muchas interrogantes abiertas y muchas dudas sobre acciones que se prefirieron mantener en secreto para contener un escándalo histórico de proporciones incalculables y muy lamentables a nivel mundial.
Con la llegada a la Casa Blanca en enero del 2017, el presidente Donald Trump se convirtió en una espina alojada en la garganta de ciertas "estrategias" oscuras de la extrema izquierda, porque Trump las conocía desde mucho antes de llegar a la Presidencia.
Durante un debate presidencial en el 2016, Trump le dijo a Hillary: "Muchos sabemos que tú deberías estar tras las rejas, no aquí".
FUENTE: Con información de EUROPA PRESS y AFP