WASHINGTON.- Acusando a Irán de ser "totalmente responsable" de un ataque a la embajada estadounidense en Irak, el presidente Donald Trump ordenó que unos 750 soldados estadounidenses sean enviados al Medio Oriente y que unos 3.000 más se preparen para un posible despliegue en los próximos días.
No se reportaron bajas o desalojos después del ataque del martes por parte de parte de decenas de milicianos apoyados por Irán. Los marines estadounidenses fueron enviados desde Kuwait para reforzar el complejo.
El secretario de la Defensa, Mark Esper, dijo el martes por la noche que "en respuesta a los eventos recientes" en Irak, y bajo la dirección de Trump, autorizó el despliegue inmediato del batallón de infantería de la 82ª División Aerotransportada del Ejército en Fort Bragg, Carolina del Norte. No especificó el destino de los soldados, pero un funcionario estadounidense familiarizado con la decisión dijo que irán a Kuwait.
"Este despliegue es una acción apropiada y de precaución tomada en respuesta al aumento de los niveles de amenaza contra el personal y las instalaciones de Estados Unidos, como lo presenciamos hoy en Bagdad", dijo Esper en una declaración escrita.
Esper dijo que otros soldados de la brigada están preparados para ser enviados en los próximos días. El funcionario estadounidense, quien dio los detalles bajo condición de anonimato, dijo que podrían enviarse a los 4.000 efectivos que integran la brigada, conocida oficialmente como Fuerza de Respuesta Inmediata.
Los 750 soldados desplegados inmediatamente son adicionales a los 14.000 soldados estadounidenses que han sido emplazados a la región del Golfo Pérsico desde mayo en respuesta a preocupaciones sobre una agresión iraní, incluso su presunto sabotaje de barcos mercantes en el Golfo Pérsico. En el momento del ataque, Estados Unidos tenía alrededor de 5.200 soldados en Irak, principalmente para entrenar a las fuerzas iraquíes y ayudarlos a combatir a los extremistas del grupo Estado Islámico.
El ataque ocurrido el martes al complejo de la embajada de Estados Unidos en Bagdad por parte de milicianos respaldados por Irán es una demostración clara de que Teherán aún puede afectar los intereses estadounidenses a pesar de la campaña de sanciones económicas que le impuso el presidente Trump. También revela tensiones crecientes entre Washington y Bagdad, lo que genera dudas sobre el futuro de la misión militar estadounidense allí.
“¡La pagarán MUY CARO! Esta no es una Advertencia, es una Amenaza. ¡Feliz Año Nuevo!”, tuiteó Trump el martes por la tarde, aunque no estaba claro si su "amenaza" significaba represalias militares. También les agradeció a altos funcionarios del gobierno iraquí por su “rápida respuesta cuando se les solicitó”.
El ataque a la embajada se dio tras los bombardeos estadounidenses del domingo en los que murieron 25 combatientes de una milicia respaldada por Irán en Irak, el Kataeb Hezbollah.
Estados Unidos indicó que dichos ataques fueron efectuados en represalia por la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con cohetes contra una base militar iraquí la semana pasada, que además causó lesiones a efectivos de Estados Unidos y de Irak, y del que Washington responsabilizó a esa milicia.
Los ataques estadounidenses hicieron enfurecer al gobierno iraquí, que los consideró una violación injustificada a su soberanía.
Trump culpó a Irán por el ataque a la embajada y exhortó a Irak a proteger la misión diplomática, incluso luego de que Estados Unidos reforzó el complejo con infantes de Marina que estaban en Kuwait.
“Irán mató a un contratista estadounidense, e hirió a muchos”, tuiteó el mandatario desde su complejo turístico en Florida. “Respondimos con fuerza, y siempre lo haremos. Ahora Irán está orquestando un ataque a la embajada de Estados Unidos en Irak. Se les responsabilizará totalmente. Además, esperamos que Irak utilice sus fuerzas para proteger la embajada, ¡así que están advertidos!”.
FUENTE: AP/ROBERT BURNS y ELLEN KNICKMEYER