martes 19  de  marzo 2024
California

¿Vino o marihuana? La "fiebre del oro verde" podría afectar la industria del vino en California

Hay miles de cultivadores y empresarios en la línea de largada esperando a que California dé luz verde a partir de enero de 2018 para la venta de marihuana con fines recreacionales

SONOMA.- - Michael Silacci prueba las uvas maduras de las vides de Napa Valley, en California, y vaticina una buena cosecha para el otoño. Desde hace 13 años, este vinicultor estadounidense dirige el viñedo Opus One, cuyos vinos tintos se cuentan entre los mejores y más caros de la costa oeste.

Contar con agua y fuerza de trabajo suficientes son sus mayores preocupaciones, dice Silacci. Y es que con la "weed" (hierba) o marihuana, los vinicultores de California tienen ahora un nuevo problema.

"Claro que preocupa, pero es difícil adivinar qué efectos tendrá", afirma Silacci sobre el esperado "boom" de la marihuana después de que en la segunda mitad del año pasado California la legalizara para el consumo.

Alicia Rose vaticina una "fiebre del oro verde". Después de 15 años como asesora de la industria vitivinícola, la californiana se cambió en 2015 al negocio de la "hierba". A través del colectivo HerbaBuena comercializa productos en base a cannabis de alto valor, entre ellos cigarrillos ("joints"), té, tinturas, lociones y comestibles, es decir, galletas y chocolates con THC. Sin embargo, Rose aún debe atenerse a las regulaciones para la marihuana medicinal, que está permitida en California desde 1996.

Junto a Rose hay otros miles de cultivadores y empresarios en la línea de largada esperando a que California dé luz verde a partir de enero de 2018 para la venta de marihuana con fines recreacionales. Hasta entonces, el estado y las comunas trabajan en las distintas regulaciones, desde impuestos hasta licencias para cultivo. Oregon y Colorado ya lo hicieron antes. California es el octavo estado que saca a la marihuana del mercado negro y la pone bajo el foco.

En el primer simposio "Wine & Weed" (vino y marihuana) en Santa Rosa, en el norte de California, se reunirán esta semana por primera vez vinicultores y representantes de la industria del cannabis. Las entradas para la conferencia, con más de 400 participantes, están completamente vendidas, explica uno de los organizadores, George Christie.

"El diálogo es extremadamente importante ya que las dos industrias cultivan en los mismos terrenos, compiten por los trabajadores, sobre todo en tiempos de cosecha, y compiten por los compradores y turistas", dice. Christie asegura que hay muchos puntos en común pero también de conflicto.

El vino "made un California" por más de 4.000 viñedos es un negocio millonario. Después de Francia, Italia y España, el estado norteamericano es uno de los productores más importantes del mundo. El 2016 fue otro año récord, mostró el último estudio del Wine Institute. Sólo en Estados Unidos, el vino de California tuvo un pico de ventas de más de 34.000 millones de dólares.

También florece el negocio legal de la marihuana. Sólo el año pasado, el mercado estadounidense aumentó alrededor del 34 por ciento, de acuerdo con un estudio difundido en marzo de Arcview Market Research. Los consumidores gastaron en todo el país más de 6.700 millones de dólares en productos de cannabis.

Los consumidores de marihuana en el estado más poblado de Estados Unidos, California, podrían aumentar esta cifra, vaticinan los científicos de la Universidad Davis. Para 2020 prevén en California un negocio de unos 7.000 millones de dólares.

"Vino y marihuana, esas son dos cosas que sabemos hacer bien en California", dice Phil Coturri. El vinicultor de 64 años de Sonoma Valley es conocido como un maestro de los vinos orgánicos. No oculta su predilección por la marihuana. Sin embargo, no cree que sea bueno que los vinicultores se sumen ahora oficialmente al negocio del cannabis. "Hasta que no se involucren las autoridades federales hay que mantener las dos cosas estrictament separadas", afirma.

Los vinicultores necesitan en Estados Unidos una licencia federal. Poner plantas de cáñamo entre las vides podría poner en peligro todo, ya que las leyes federales siguen prohibiendo la droga más allá de que algunos estados en particular la hayan autorizado. El Gobierno de Barack Obama aflojó las riendas, pero su sucesor Donald Trump podría mantener un curso más duro.

Los vinicultores le temen además a una dura competencia con las empresas de cannabis por la fuerza de trabajo. El retroceso de trabajadores de la tierra de México se siente, dice el vinicultor de Opus One Michael Silacci. Se ha vuelto más caro y peligroso cruzar la frontera. "La retórica del Gobierno de Trump empeora todo, la gente tiene miedo", opina Silacci.

Al Winter también está preocupado y espera conseguir en otoño los alrededor de 500 trabajadores temporarios que necesita para la cosecha. Como administrador de la empresa Foley Family Wines supervisa dos decenas de viñedos, de Santa Barbara en el sur de California hasta el estado de Washington, en el norte, donde la marihuana fue legalizada con fines recreacionales en 2014.

"Los agricultores de cannabis nos están presionando bastante, pagan salarios altos por hora, de hasta 20 dólares, y en general en efectivo", dice Winter. Ahora los vinicultores deberán también meter la mano bien profundo en sus bolsillos para pagar a los trabajadores. Algunos viñedos no podrán asumir estos costos, vaticina el administrador. "Quién sabe, quizá llegue el momento en California en el que los vinicultores se separen de una hectárea de vino y cultiven marihuana allí", dice.

FUENTE: dpa

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