Hillary Clinton debe estar más tranquila ahora que el director del FBI, James Comey, dijo que después de revisar más de 30,000 correos electrónicos en las cuentas de la ex Secretaria de Estado no se encontraron pruebas que ameritan iniciar un proceso judicial contra ella.
¡De seguro, a Clinton, le volvió el alma al cuerpo!
Aunque no haya puesto en juego la seguridad nacional, no debemos pasar por alto que Clinton no cumplió con las reglas. Utilizó un servidor distinto al del gobierno sabiendo que estaba prohibido. El que haya o no enviado o recibido información clasificada es otro asunto.
Sin duda, el anuncio que hizo el director del FBI a pocas semanas de las Convenciones demócrata y republicana, le dan un “empujón” a la campaña de la ex Secretaria de Estado.
“Definitivamente le tiene que favorecer” (a Clinton), me decía el republicano Juan Hernández, tras el anuncio de Comey. “Pero es una candidata, desgraciadamente, rodeada por rumores, rodeada por acusaciones, las cuales vienen desde que era la Primera Dama del estado de Arkansas. Entonces es triste que tenga ella que pasar por esto, basado en algo de verdad”, agrega.
Estuardo Rodríguez, estratega del partido demócrata, reconoce que hubo una falla en los protocolos seguidos por Clinton: “violó una regla del gobierno, eso sin duda. “Clinton usó el correo electrónico en una forma que hubo algo de descuido eso sí hay, demasiado descuido, pero nada que llame la atención para perjudicar la seguridad nacional”.
No me cabe en la cabeza el que una persona como Hillary Clinton, con la carrera politica y conocedora de las reglas del gobierno federal de Estados Unidos haya cometido una “falta” como esa. Más allá del si envió o no información clasificada, faltó a la regla de enviar información del gobierno solamente por el servidor del gobierno, seguramente si usted o yo lo hubiésemos hecho en el trabajo habríamos perdido el empleo.
“Acá no hubo ninguna intención o maldad de esconder información de la investigación del FBI y el FBI demostró hoy que así es. Hubo descuido pero no intención ni una base suficiente para traer un cargo criminal”, dice Rodriguez.
Lo único que me queda por pensar es que condenar a Clinton en este momento hubiese sido un alto riesgo para el partido demócrata. Si bien un considerable número de ciudadanos en el país simpatizan con ella, la sombra de Donald Trump sigue preocupando a los demócratas. Hasta el Presidente Barack Obama ha salido a hacer campaña con ella (Carolina del Norte) y eso que aún no es oficialmente la candidata de su partido.
“Esta va a ser una elección del menos malo e inclusive, creo yo, de muchos votantes que no sólo van a votar por el menos malo sino que van a votar sin basarse en los principios de la nación de EEUU los cuales tienen una base moral’, asegura Hernandez.
Entiendo que en la carrera por la presidencia los presumiblemente finalistas no son los “gallos preferidos” por algunos pero como decía mi abuela: “es lo que hay” y si bien los republicanos no tienen alternativa, los demócratas pueden estar más tranquilos porque el nubarrón gris que amenazaba la campaña de Hillary Clinton se ha despejado.
@LuciaCNavarro
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