miércoles 9  de  octubre 2024
DENUNCIA

Abogados de Miami-Dade investigan posible fraude en licitación de paradas de autobuses

El Condado Miami-Dade responde a una denuncia hecha por DIARIO LAS AMÉRICAS sobre un posible fraude en una licitación ganada por la empresa Urban Advertising of America, que presuntamente presentó una carta de recomendación falsa

MIAMI.-EQUIPO INVESTIGATIVO

Después de varias semanas en busca de una respuesta, el Condado Miami-Dade, a través de su director de comunicaciones Mike Hernández, informó que la autoridad condal “está investigando el posible fraude” cometido por Fernando Fraiz Trapote, al presentar un documento falso, a manera de carta de recomendación, dentro del proceso de licitación para arreglar, mantener y generar millones de dólares, por concepto de venta de publicidad, en cientos de paradas de autobuses de la red de transporte público Metrobus.

El 13 de abril de este año llegó una carta a DIARIO LAS AMERICAS, procedente de México, en la que Andrés Holzer probaba que su firma había sido falsificada en uno de los documentos de recomendación presentados por Trapote, dueño de Urban Advertising of America, en el proceso de licitación que, finalmente, la vicealcaldesa Alina Hudak recomendó para que fuera aprobado por la Comisión del Condado Miami-Dade.  

De esta manera, el empresario, de origen venezolano, ganó un contrato al que los comisionados le dieron luz verde el 11 de noviembre de 2012.

Holzer supuestamente firmó la misiva como presidente de la firma CEGIY y Group Nivada. “Tengan en cuenta que hasta el día anterior de escribir esta carta, [12 de abril] no tenía conocimiento de esa carta” [de recomendación]”, escribió Holzer en su denuncia.

La recomendación decía que Fraiz era “presidente de Vepaco Venezuela y otras empresas exitosas en Caracas y Miami”, así como “miembro reconocido de nuestro concejo global de inversión de México”.

Holzer negó que el supuesto “recomendado” formara parte de dicho concejo. “Fernando siempre ha colaborado de manera cercana con el concejo y sus comunidades, demostrando gran ética y responsabilidad”. Holzer respondió que “él no tenía conocimiento de qué trabajo ha hecho Fraiz por la comunidad e incluso de qué comunidad se trata”.

Al final, no sólo Fraiz, supuestamente, había falsificado su firma, sino escrito una carta apócrifa.

Holzer puso en conocimiento de la fiscalía estatal, condal y del secretario de las cortes, esta denuncia.

¿Cómo fue el proceso?

La pregunta que saltaba de inmediato a la vista, al leer la comunicación de Holzer, era cómo había sido el proceso para que el comité de selección no se hubiera percatado de que había un documento falso y, al final, qué había pasado con ese contrato y dónde estaban Fraiz Trapote y su empresa.

Al respecto, el director de comunicaciones de Miami-Dade indicó que “el contrato fue aprobado después de un proceso competitivo. El director del departamento y los abogados del Condado revisaron el proceso de licitación y aseguraron que las protecciones necesarias, incluyendo una carta de crédito (letter of credit), estuvieran incluidas”.

Sin embargo, en su momento el comité de selección, que estudió las distintas propuestas o empresas que se presentaron para competir en licitación pública, mostró su preocupación porque  la firma aspirante Urban Advertising of America “al ser una compañía de muy reciente formación, no había operado en Estados Unidos y su personal clave ha trabajado principalmente en otros países, con muy poca experiencia en EEUU”, como lo dejó consignado en un memorando el 25 de octubre de 2011.

Pero el comité de selección fue más allá, de acuerdo con la documentación que había recibido: “En las últimas etapas del programa [contrato] el Condado podría tener que subsidiar el proyecto de paradas para los autobuses. La expansión intensiva de las obligaciones del contrato, requerida para cumplir las proyecciones en ingresos, no está anticipada por el Condado durante la vigencia del contrato”.

En realidad, las dos propuestas finalistas (Urban y Fuel Miami) no convencieron al Comité. Consideraron que “no están en el mejor interés del Condado […] las propuestas de las dos compañías muestran que los objetivos de este RFP [las condiciones que deben cumplir las empresas que participen en una licitación]no se han logrado”.

Es más, ninguno de los puntajes máximos pedidos por dicha licitación fue cumplido por las dos empresas finalistas.

En el mes de mayo de 2014, a los 16 de meses de iniciado el contrato, la directora del departamento de tránsito del Condado, Ysela Llort, decidió dar por terminado el acuerdo con Urban,  sin que ninguna de sus cláusulas de ejecución se hubiera cumplido, es decir, las reparaciones o los ingresos mínimos (supuestamente, 140.000 dólares mensuales) que se generarían por concepto de publicidad.

Las autoridades condales debieron acudir a la carta de crédito, emitida por Bank of America, y exigida por el Condado como garantía si el contratista no lograba generar el mínimo de ingresos exigido en el contrato por venta de publicidad en las paradas de los autobuses.

Se esfumaron

Dos años después de sucedidos los hechos, no hay rastro de Fraiz Trapote ni de su empresa, por lo menos en Florida.

Este diario pudo comprobar que el número telefónico dado por Fraiz en los documentos presentados al Condado no funciona y su empresa ya no existe en la oficina donde supuestamente se localizaba, en el 1221 Brickell Avenue.

Además,  Urban Advertising of America Inc fue creada en 2001, reactivada en julio de 2011 (coincide con el tiempo en que empezó el proceso de concurso para el contrato de las paradas de los autobuses) y se disolvió de manera voluntaria en septiembre 25 de 2014, cuatro meses después de que Urban incumpliera el contrato.

Hay que tener en cuenta que el condado, a través de Ysela Llort, advirtió a Urban Advertising of America Inc, que la terminación de un contrato con el Condado “podría resultar en una acción legal que incluye reclamos que no se limitarían a los perjuicios sufridos como resultado del incumplimiento del contrato”.

“Cuando la compañía no cumplió con su responsabilidad, el contrato fue cancelado. El Condado presentó una demanda en contra de la empresa por no cumplir con sus obligaciones”, aclaró Hernández.

Uno de los cuestionamientos que surgen es la rigurosidad del comité de selección en el estudio de los documentos presentados por las participantes en la licitación. Cómo fue posible que un competidor presentara una carta de recomendación apócrifa, con firmas falsificadas, en una especie de robo de identidad.

Al respecto, Hernández aclaró que en ese proceso “hubo muchos niveles de revisión. El proceso fue bajo las reglas del Condado, no se cambiaron. Hubo un error en el proceso, pero se cumplieron los pasos debidos”.

En esta licitación fracasada, el alcalde Carlos Giménez delegó su autoridad a la vicealcaldesa Alina Hudak. Giménez alegó un “potencial conflicto de intereses”, a pesar de que no era su obligación hacerlo, pero lo hizo por “precaución”, según Hernández.

De acuerdo con el director de comunicaciones del Condado, tal conflicto se refería a que “el dueño de Urban Advertising of America [Fernando Fraiz Trapote] había iniciado conversaciones con el hijo del alcalde, Carlos Julio Giménez, para contratarlo en otra compañía en el que ese señor tenía acciones, con el fin de que representara a esa empresa por fuera del Gobierno del condado”.

De hecho, la Comisión de Ética del condado Miami-Dade recomendó, el 31 de agosto de 2011, que el alcalde no participara en ningún acto si sus hijos representaban o formaban parte de algún grupo de cabildeo de firmas ante el Gobierno del Condado. 

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