MIAMI.- Cuatro agentes de policía de Miami-Dade fueron acusados formalmente en relación con un tiroteo en el que perdió la vida un conductor de UPS y un transeúnte, además de dos señalados secuestradores, en hechos ocurridos en una concurrida intersección vial del condado Broward en 2019.
En diciembre de ese año, Frank Ordóñez, conductor de UPS, fue tomado como rehén por dos hombres, Lamar Alexander y Ronnie Jerome Hill, quienes secuestraron su camión repartidor después de robar una joyería de Coral Gables.
De inmediato se inició una persecución policial a alta velocidad desde Miami-Dade hasta el condado Broward, que terminó en una intersección de Miramar Parkway, en donde los oficiales dispararon sus armas contra los ocupantes del vehículo.
Un total de 20 agentes de las agencias policiacas de Miami-Dade, Pembroke Pines, Miramar y la Patrulla de Caminos de Florida estuvieron involucrados en el tiroteo. Una investigación preliminar reveló que alrededor de 200 balas alcanzaron el camión de UPS.
En el cruce de balas entre la policía y los antisociales también murió el transeúnte Richard Cutshaw, una persona que conducía su vehículo en el área del incidente.
Desde entonces, familiares de Ordóñez han venido pidiendo justicia. Joe Meriño, padrastro del conductor muerto, comentó que una demanda civil y su respectiva apelación fueron denegadas. “No ha habido justicia, en lo que a nosotros respecta”, afirmó.
Las identidades de los uniformados que fueron acusados por un gran jurado no han sido reveladas.
Por su parte, la Asociación Benevolente de la Policía emitió un comunicado el lunes en el que la organización asegura que estaba “extremadamente decepcionada de que después de casi cinco años, estos agentes se encuentren acusados de algo que tuvieron segundos para decidir”.
"El hecho de que la oficina del fiscal estatal procese a un oficial por no responder a un tirador activo y ahora acusa a oficiales por responder a tiradores activos envía un efecto escalofriante a los agentes del condado de Broward", continúa el comunicado. "A medida que avance el proceso, lo monitorearemos y defenderemos a nuestros oficiales".
Pocas horas después del trágico caso, el padrastro Meriño dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que “Frank era un niño noble. Un niño porque, aunque tenía 27 años, para mi seguirá siendo el niño que crie desde los ocho años de edad. Era un niño casero, que ni fumaba, ni tomaba, no usaba drogas. Su única meta era trabajar, trabajar y trabajar para sus hijas”.
Aún se desconoce cuándo serán llamados a juicio los oficiales involucrados en este caso.