domingo 9  de  febrero 2025
AYUDA ECONÓMICA

Alertan sobre el uso de los fondos del Homeless Trust para auxiliar a inmigrantes

El consejo encargado de velar por los desamparados plantea que el gasto adicional que supone la llegada de los cubanos debe ser asumido por el Gobierno federal

Ronald Book, el presidente del Fideicomiso para los indigentes, creado por el Condado Miami-Dade, pero financiado con dineros estatales, federales y privados, puso el dedo en la llaga en relación con el creciente flujo de inmigrantes cubanos que cruzaron la frontera y están llegando al sur de la Florida. 

“No creo que estemos preparados para recibir a personas sin techo. Les damos la bienvenida pero el Gobierno federal debe hacer su trabajo y proveer los recursos para cumplir con esas obligaciones”, señaló Book.

De hecho, Book dirigió una carta al senador demócrata de la Florida, Bill Nelson, en octubre pasado, para expresar su preocupación acerca de “los refugiados cubanos que llegan al Condado, […] están utilizando el fondo Continuum Care, que coordina la vivienda y los servicios para los desamparados y sus familias”. 

Según el presidente del Fideicomiso, “nuestra red de socios y proveedores no tienen los recursos necesarios para manejar el creciente número de llegadas y la presión adicional que esa situación pone en nuestros ya limitados recursos “.

En aquel entonces, la directiva del Fideicomiso se dio cuenta de la crisis que se avecinaba y por eso no sólo se dirigió al senador Nelson, sino también al senador republicano Marco Rubio y los congresistas, también republicanos, Mario Díaz Balart y Carlos Curbelo. Ninguno de ellos respondió a una situación que Book describió en su carta de la siguiente manera: “Con cerca de 35.500 llegadas [de inmigrantes] a julio de 2015, alrededor del 71% se dirigió al Condado Miami-Dade, con los cubanos conformando el grupo más numeroso”.

¿Hay recursos?

“No tengo la más mínima idea sobre qué hacer en mi sistema de refugios o en mis programas de vivienda con todas estas personas que están llegando”, afirmó Book. 

De esta manera, el presidente del MDCHT siente que están teniendo que manejar una avalancha de personas que llegan en balsas, cruzan la frontera a pie o en vehículos, sin los recursos suficientes para resolver un “problema creciente”.

Sin embargo, en una comunicación del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés)  al senador Nelson, como respuesta a la carta que le envió Book, todo pareciera que está bajo control, por lo menos desde el punto de vista financiero.

Pero para Book, “se olvidaron de los años 2013 y 2014 para saber cuánto dinero debían destinar. Sabemos que el cruce de la frontera empezó en esos años pero necesitamos también información para 2015”. 

De acuerdo con los datos de USCIS, en la carta dirigida a Nelson, para el año fiscal de 2015, esta agencia dio cerca de 15 millones de dólares a dos organizaciones religiosas (U.S. Conference of Catholic Bishops y Church World Service)  además, de 600.000 dólares suplementarios el pasado mes de noviembre. “Esos fondos fueron dados para asumir el reciente incremento de la llegada de cubanos, incluyendo a aquellos que cruzaron la frontera terrestre”.

Según USCIS, ellos otorgan recursos financieros a esas dos organizaciones religiosas para la reubicación de refugiados haitianos y cubanos a través del programa CHEP, y ese dinero busca reducir la carga económica que supone la inmigración para los estados y los gobiernos locales. De acuerdo con la carta de USCIS a Nelson, “a través de esas organizaciones religiosas no gubernamentales, los cubanos y haitianos recién llegados reciben servicios, y los cubanos también se les da asistencia para acomodarlos con sus familiares y amigos en Estados Unidos”.

La situación ideal

En palabras de Book, a él le dijeron que no se debía preocupar porque todos los que están cruzando la frontera tienen a alguien más en el país y los que llegan a Miami se reencuentran con sus familiares. “Lo que sé es que la administración Obama, en acuerdo con Costa Rica y otros países, está permitiendo a ciertas personas llegar a Estados Unidos con no más medios o mecanismos que los de la persecución política, pero ahora están viniendo por razones económicas”, agregó Book.

Ante la situación del inmenso flujo de cubanos que se prevé llegará a Estados Unidos, la respuesta del Gobierno federal debería ser la de estar preparado y dar los fondos adecuados, para el tiempo que sea necesario, con el fin de ofrecer los servicios hasta que esas personas se asientan aquí, consigan vivienda adecuada y trabajo para formar parte de la comunidad. “Esa sería la respuesta adecuada y es la que no tenemos”, advirtió Book.

En este momento es claro que el fideicomiso podría atender a los cubanos que están llegando, además de cumplir con su función primordial de acabar con la afluencia de desamparados y de prevenir un resurgimiento.

“El Gobierno federal puso la meta de terminar con el mal de los sin techo en diciembre 31 de 2015. Estamos muy cerca de ese objetivo. También estableció el objetivo de acabarla en todo el país en diciembre 31 de 2017. Pero si quiere alcanzar esa meta, al mismo tiempo que quiere que asumamos el ingreso de gente por la frontera, eso es todo menos una meta y se vuelve inalcanzable. Es mi gran preocupación”, subrayó Book.  

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