MIAMI.- La audiencia para sentenciar al exlíder nacional de los Proud Boys, el floridano Enrique Tarrio, condenado por los hechos relacionados con las revueltas en el Capitolio el 6 de enero de 2021, fue aplazada hasta el 5 de septiembre debido a que el juez que preside el proceso se encontraba enfermo.
El servicio de alguaciles federales dijo poco antes de la audiencia prevista inicialmente para el miércoles 30 de agosto que el juez Timothy Kelly afrontaba problemas de salud y que no podía presidir la diligencia judicial.
Los fiscales del caso pidieron que Tarrio sea sentenciado a 33 años de prisión por su “papel conspirativo” con “sus lugartenientes” para detener la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en el Congreso y mantener en el poder al expresidente Donald Trump.
Tarrio enfrenta la pena más severa impuesta hasta el momento por delitos similares. El fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, que fue declarado culpable de conspiración sediciosa en un caso separado en mayo, había recibido la sentencia más larga hasta el momento: 18 años.
Junto con Tarrio, también serán sentenciados sus compañeros de Proud Boys Ethan Nordean, Joseph Biggs, Zachary Rehl y Dominic Pezzola.
Tarrio, Nordean, Biggs y Rehl fueron condenados por conspiración sediciosa y otros delitos en mayo. Pezzola fue absuelto de ese cargo, pero declarado culpable de agredir, resistir o obstaculizar a ciertos agentes y de robo a propiedad del gobierno.
El Departamento de Justicia también pidió 33 años de cárcel para Biggs, un exmiembro del servicio militar que trabajó para el sitio web InfoWars. Entretanto, los fiscales solicitaron una sentencia de 30 años para Rehl, 27 años para Nordean y 20 años para Pezzola.
Entre los otros cargos por los que Tarrio, Nordean, Biggs y Rehl fueron sentenciados se encuentran obstrucción de un procedimiento oficial, conspiración para impedir que un oficial cumpla con sus deberes, obstrucción de la aplicación de la ley durante un desorden civil y destrucción de propiedad gubernamental con un valor de más de 1.000 dólares.
Pezzola es acusado de quitarle un escudo a un oficial de policía el 6 de enero y usarlo para golpear una ventana del Capitolio, por donde ingresaron al edificio los manifestantes durante los disturbios.
En declaraciones a DIARIO LAS AMÉRICAS en mayo, cuando un juez declaró culpables a Tarrío y a otros miembros de la organización, su abogado, Sabino Jauregui, calificó el proceso judicial como un “caso político”.
“La fiscalía federal está tratando de crear un escarmiento, de dar un ejemplo con las personas acusadas por los eventos de enero 6. Las acusaciones son más severas de lo que debieran ser. La fiscalía está tratando de buscar el castigo más serio posible. Hay que recordar que en Washington más del 90% votó demócrata y por Biden”, declaró el letrado.