viernes 6  de  septiembre 2024
Edición especial: Ciudad de Hialeah

Ay, qué felicidad, cómo me gusta hablar español en Hialeah

Hialeah se ha convertido en un mosaico de representación hispana, que conjuga en sus calles el sabor de las comidas más variadas y de las costumbres más diversas
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

@GrethelDelgadoA

MIAMI.- “Ay, qué felicidad, cómo me gusta hablal español”, dice la guaracha del trovador Pedro Luis Ferrer, un cubano de pura cepa con el que muchos paisanos se sienten identificados en el exterior de la isla, en particular aquellos que viven en Hialeah.

Y es que Hialeah se ha convertido en un mosaico de representación hispana, que conjuga en sus calles el sabor de las comidas más variadas y de las costumbres más diversas. Los números no mienten, como no lo hace el idioma que circula por las calles del municipio de Hialeah, donde los acentos del español latinoamericano se combinan en una Babel hispana.

Caminar por sus calles es encontrarse con cubanos que juegan dominó o conversan en una esquina; es tomarse un cafecito colado con algún que otro chisme del barrio; es ver una ciudad que crece culturalmente con galerías y centros recreativos, además de los proyectos de nuevas viviendas que hacen que esta localidad merezca el nombre de La Ciudad que Progresa.

Según un estudio de poblaciones en EEUU, publicado por WalletHub, Hialeah es la localidad que menos diversidad lingüística tiene en el país. En otras palabras, el español predomina, lo cual hace que esta ciudad quede en el puesto 501 en esa clasificación.

En Hialeah, con unos 225.000 habitantes, 93.96% de ellos habla en español. Esto se explica por el origen de sus residentes, de los que un abrumador 96.44% es hispano.

Una de esas hispanas, la cubana Magalis Espinosa, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que lleva 17 años en Hialeah “y a mucha honra. Porque hay gente que le echa [critica] a Hialeah…, que si esto, que si lo otro, y la verdad que hay que ver las cosas buenas”.

“Para mí salir a la calle y hablar con cualquiera en español es lo mejor que hay. Nadie se te queda mirando raro y una no se pierde a la hora de hacer algo en el banco, por ejemplo. Hay que entender, y aquí yo me entiendo con mi barrio”, agregó Espinosa, que trabaja como peluquera.

Para la terapista física Damna Pérez, "la cuidad de Hialeah me hace sentir que nunca me fui de mi zona, de mi barrio. Es el mismo carisma de mi cuidad. Me siento feliz de pertenecer a una ciudad donde pueda hablar mi español al 100%".

Por su parte, el hondureño Miguel Ángel Carrasco, quien vive en esta localidad desde hace cinco años, aseguró que Hialeah se ha convertido en su segunda patria y que como inmigrante se siente acogido en una zona donde predomina su lengua materna. “Uno como nuevo en este país se siente mal, sabes, se siente en casa de un desconocido, como cuando entras a un lugar y todos te miran”, comentó.

“En Hialeah ha sido fácil encontrar trabajo, ya conozco a muchos cubanos y no me puede faltar la coladita todos los días. Hay muchos restaurantes de comida latina, en los comercios la gente te atiende en español, o en Spanglish a veces, porque todo jayaliano que se respete sabe hablar Spanglish”, bromeó Carrasco.

“Aquí lo que se ve raro es que alguien hable inglés”, concluyó.

Las opiniones e informaciones emitidas en esta sección no reflejan necesariamente la postura editorial de este diario y son de exclusiva responsabilidad del patrocinante.

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