Tras una larga batalla entre el clero de la iglesia católica melquita St. Jude y un grupo de feligreses que temen por el futuro de la edificación, la Comisión de Miami decidió reconfirmar la condición histórica que la protegería luego que un juez fallara en contra de la decisión inicial de los comisionados.
“Los rascacielos avanzan a lo largo de Brickell y nadie puede garantizar que la iglesia no sea demolida para construir otro edificio alto”, manifestó Gloira Martínez,quien, junto a un grupo de feligreses, acudió al ayuntamiento para apoyar la orden de protección que evitaría la posible desaparición e incluso cualquier modificación al aspecto exterior de la edificación.
“Su valor arquitectónico sobrepasa incluso el significado cultural o religioso”, manifestó el representante del comité municipal de conservación Megan Cross Schmitt.
“Es un ejemplo vivo de una iglesia romanesca”, subrayó.
No obstante, hay quien piensa diferente. “Es sin duda una construcción muy peculiar aquí en Miami, pero no guarda un estilo único. Es una fusión, un ejemplo eclético, que mezcla varios estilos, incluyendo renacimiento, romanesco y hasta el llamado mediterráneo”, señaló el arquitecto José Benítez.
Mientras tanto, el clero de la iglesia niega que haya plan para entregar la edificación a los urbanizadores.
“Todo esto comenzó con un grupo de personas que comentó que la iglesia sería vendida, eliminada, para dar paso a otro edificio alto”, declaró el reverendo Damon Geiger.
La iglesia de San Judas fue construida en 1946 y sirvió primero como capilla católica de la Academia de la Asunción. Más tarde fue dedicada a las funciones de la orden católica melquita en 1978, que está relacionada con la Iglesia Católica Romana en El Vaticano.
Se trata de un singular templo edificado con hormigón y piedra caliza, cuya configuración rememora el estilo románico neogótico y su nave interior alude a la decoración religiosa bizantina de la antigüedad.
LEA TAMBIÉN:
