viernes 29  de  marzo 2024
HURACÁN IRMA

Cómo prepararse para el paso de la tormenta

Presentamos una serie de consejos para mantenerse a salvo durante el huracán y para saber qué hacer cuando regrese la calma

MIAMI.- La inminente travesía del huracán Irma por el sur de la Florida dispara las alarmas de los condados Miami-Dade, Broward, Palm Beach y Monroe.

¿Golpeará a Miami?

Según el pronóstico, Irma podría cuando menos acercarse peligrosamente a la costa e incluso penetrar por algún punto del área metropolitana del Gran Miami para continuar su rumbo hacia el norte de la Florida.

Recuerde, manténgase informado por los partes meteorológicos del Centro Nacional de Huracanes y las instrucciones de la autoridad de emergencias.

Ante esta impredecible situación, los gobiernos condales declararon avisos de evacuación para las zonas más vulnerables a la entrada del mar o inundaciones provocadas por intensas lluvias que podrían ocurrir.

Si no se siente seguro en su vivienda, aún podría estar a tiempo para acudir a un refugio. En Miami-Dade puede consultar el portal Miamidade.gov/hurricane, que provee información detallada en inglés, con resúmenes en español y creole, en el que resaltan la ubicación de los centros de acogida, así como consejos indispensables para afrontar las necesidades antes y después del paso de la tormenta.

De cualquier manera, si no tiene acceso a internet para leer las notas informativas, puede llamar al 311 para obtener la información en español.

Tanto en Broward, como en Monroe y Palm Beach puede llamar por teléfono al número 311, en el que le que puede obtener información en español, inglés o creole.

Preparación básica

Entretanto, DIARIO LAS AMÉRICAS presenta un resumen de consejos esenciales, que fueron originalmente establecidos por las autoridades de emergencias y proveedores de servicios públicos, como Florida Power & Light, para estar preparados ante cualquier eventualidad.

  • A esta fecha, ya debería estar preparado. Y si no lo ha hecho, hágalo.
  • Conozca de antemano cuán vulnerable es la zona donde reside ante el avance del mar o las inundaciones que la lluvia podría provocar.
  • Defina cuál es el lugar más seguro en casa para guarecerse del viento, en caso de destrucción.
  • Sepa adonde ir si no se siente seguro en casa. Si no tiene familia o un amigo cercano a quien acudir, hay refugios muy bien provistos de camas, alimentación y otros auxilios, algunos de ellos habilitados para recibir mascotas y personas con discapacidades físicas.
  • Tenga en cuenta que debe proteger sus bienes, la casa o apartamento, con al menos paneles probados contra huracanes para resguardar ventanas y puertas. No espere a última hora para cubrirlas con maderas porque no sólo son débiles ante la presencia de los vientos, sino, además, podría faltarles a última hora, cuando la avalancha de público acude a los almacenes donde las venden.
  • Mantenga toda su documentación en un mismo lugar, seguro y accesible en una caja de plástico cerrada o al menos una bolsa de plástico bien cerrada.

Acopio imprescindible

  • Sobre todo, debe tener presente la importancia de acopiar alimentos, agua y otros artículos de primera necesidad, como dinero en efectivo y suficiente gasolina en su automóvil, para afrontar al menos 72 horas de carencias, tras el paso de la tormenta.
  • Tenga a mano comida en conserva, agua potable y artículos imprescindibles como baterías para radios receptores y linternas, cocinas que funcionen con gas propano, así como los medicamentos que usualmente toma y los de primeros auxilios, que debe adquirir antes del llamado de alerta para evitar las largas filas en las farmacias.
  • Además, si tiene automóvil recuerde llenar el tanque de gasolina, así como tener cierta cantidad de dinero en efectivo, ya que los cajeros automáticos podrían dejar de funcionar por la falta de fluido eléctrico.

Durante la tormenta

El consejo primordiales mantenerse alejado de puertas y ventanas, aunque estén protegidas.

En caso de peligro, ante la rotura de una ventana, puerta o techo, incluso si siente miedo, acuda al lugar más seguro de la vivienda, que suele ser un pasillo intermedio, un clóset o el cuarto de baño.

Bajo ninguna excusa abra una ventana o puerta hasta que la autoridad local declare la zona fuera de peligro.

Luego de la tormenta

Tras el paso de un huracán, es muy probable que haya inundaciones, cables del tendido eléctrico caídos, árboles o ramas en las calles o aceras. En esos casos, debe tomar precaución adicional para evitar un accidente, que en algunos casos puede ser mortal, como el tocar accidentalmente un cable de electricidad que está “vivo”.

¡Importantísimo! Evite caminar por zonas donde el agua de lluvia esté acumulada. Allí podría haber un tendido eléctrico sumergido.

  • Esté atento a los informes oficiales de la autoridad condalpara saber cuándo debe salir a la intemperie.
  • Cuando falla la electricidad, ponga todos los interruptores en posición de apagadospara evitar accidentes cuando sea restablecida. Aléjese del agua estancada y los escombros, que pueden ocultar tendido eléctrico vivo. Tampoco se acerque a cables eléctricos caídos. Llame al 1 800 408 8243 para reportar averías.
  • Si cuenta con un generador de electricidad, lea y siga todas las instrucciones del fabricantepara evitar accidentes como cortocircuitos, que podrían devenir en un incendio o accidente fatal. Por ejemplo, no conecte el generador directamente al interruptor o la caja de fusibles, ya que esto podría retroalimentar la línea del servicio eléctrico y ocasionar un peligroso accidente. Tampoco coloque el equipo generador dentro del inmueble, ya que contaminaría el lugar con monóxido de carbono y ocasionar asfixia en personas.

Mantenga frescos los alimentos

  • Si no tiene electricidad, mantenga cerradas las puertas del refrigerador y del congelador el mayor tiempo posible para que no se escape el aire frío.
  • Ponga un bloque de hielo en el refrigerador si espera no tener electricidad por más de cuatro horas. Así mantendrá los alimentos fríos por más tiempo. Use guantes gruesos cuando manipule el hielo.
  • Aun cuando estén parcialmente descongelados, los alimentos se pueden cocinar o volver a congelar siempre y cuando usted vea cristales de hielo en ellos o si la temperatura es de 40 grados Fahrenheit, unos 4 grados Celsius, o menos.

Bote los alimentos si se dan los siguientes casos:

  • Si nota que se echaron a perder. O sea, si tienen un olor, color o textura extraños.
  • Si están en una lata abierta, dañada o hinchada
  • Si deben estar refrigerados y la temperatura ha sido de más de 40 grados Fahrenheit en la nevera por 2 horas o más.

Los alimentos que deben mantenerse fríos son, por ejemplo, carne, huevos, pescado, pollo, pavo y las sobras de comidas preparadas.

Paciencia, mucha paciencia

Si el paso del huracán ocasiona daños materiales a su vivienda o propiedad, repórtelos rápidamente a su agente de seguros o directamente a la aseguradora.

No olvide que muchas personas, tal vez miles, estarán en una situación similar, y el proceso de reclamación podría demorar días, semanas e incluso meses.

Si no tiene seguro de propiedad, esté al tanto de la llegada de los agentes de la Agencia Federal de Emergencias, conocida por sus siglas en inglés FEMA, para solicitar ayuda del Gobierno estadounidense.

Documente los daños y reclame las pérdidas

Su póliza de seguro podría incluir alimentos, efectos personales y hasta hospedaje, según los beneficios adquiridos cuando usted solicitó la protección

Tras el paso del huracán, y sólo cuando las autoridades locales declaren que el peligro ha pasado, comuníquese con su agente de seguro, dentro de las 72 horas siguientes a la tormenta, para reportar los daños.

Documente las pérdidas materiales en su vivienda o propiedad con fotografías.

Su póliza de seguro podría incluir alimentos, efectos personales y hasta hospedaje, según los beneficios adquiridos cuando usted solicitó la protección.

Junto a usted habrá muchas personas, tal vez miles, en una situación similar, y el proceso de reclamación podría demorar días, semanas e incluso meses.

Si no tiene seguro de propiedad, esté al tanto de la llegada de los agentes de la Agencia Federal de Emergencias, conocida por sus siglas en inglés FEMA, para solicitar ayuda del Gobierno estadounidense.

No pierda la paciencia ni la cordura. En la Florida la mayoría de las viviendas están protegidas por la aseguradora Citizens y el Gobierno estatal asegura que hay dinero para afrontar los daños.

Costo

Hoy los floridanos pagamos casi seis veces más que hace 25 años, cuando ocurrió el fenómeno del huracán Andrew.

Según los datos suministrados por National Association of Insurance Commissioners, la asociación nacional que contabiliza los gastos y las ganancias del negocio de los seguros, los propietarios en la Florida pagan una media de 1.991 dólares al año.

Sin embargo, quienes residen en Miami-Dade pagan mucho más que aquellos que habitan en el resto del estado floridano, adonde la fuerza de ciclones no llega porque viven alejados de las costas.

“Quienes viven en Miami-Dade pagan entre 3.000 y 8.000 dólares al año”, subrayó a DIARIO LAS AMÉRICAS el presidente de Access Insurance, Mario Moreno, en Miami.

De hecho, el monto a pagar es una escalofriante cantidad de dinero que pone los pelos de punta a quienes reciben la factura cada 12 meses. Es una cifra que tiene en cuenta la situación geográfica, además del valor del inmueble y el año de construcción, así como los aditivos de protección contra los temibles vientos, como los paneles de metal.

“Sabemos que el costo de la vida ha subido vertiginosamente en los últimos años, pero no sólo han aumentado los precios de los productos que consumimos, sino, además, ha aumentado el valor de los servicios y los materiales que utilizamos, en caso de destrucción natural, para reponer [materialmente] lo que teníamos”, señaló.

También el valor de los salarios ha aumentado, pero, como es usual, el incremento de los sueldos, para la gente de a pie, no es proporcional al alza de los precios del consumo y las necesidades prioritarias, en la mayoría de los casos.

“La mayor parte de la culpa del alto precio que pagamos por los seguros no radica precisamente en el alza del costo de la vida, sino en el manejo de los fondos disponibles y la ausencia de un programa estatal, bien pensado, sea nacional o regional, que ayude a costear los gastos de la destrucción”, matizó Moreno.

FUENTE: REDACCIÓN

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