MIAMI.- La inminente travesía del huracán Irma por el sur de la Florida dispara las alarmas de los condados Miami-Dade, Broward, Palm Beach y Monroe.
MIAMI.- La inminente travesía del huracán Irma por el sur de la Florida dispara las alarmas de los condados Miami-Dade, Broward, Palm Beach y Monroe.
¿Golpeará a Miami?
Según el pronóstico, Irma podría cuando menos acercarse peligrosamente a la costa e incluso penetrar por algún punto del área metropolitana del Gran Miami para continuar su rumbo hacia el norte de la Florida.
Recuerde, manténgase informado por los partes meteorológicos del Centro Nacional de Huracanes y las instrucciones de la autoridad de emergencias.
Ante esta impredecible situación, los gobiernos condales declararon avisos de evacuación para las zonas más vulnerables a la entrada del mar o inundaciones provocadas por intensas lluvias que podrían ocurrir.
Si no se siente seguro en su vivienda, aún podría estar a tiempo para acudir a un refugio. En Miami-Dade puede consultar el portal Miamidade.gov/hurricane, que provee información detallada en inglés, con resúmenes en español y creole, en el que resaltan la ubicación de los centros de acogida, así como consejos indispensables para afrontar las necesidades antes y después del paso de la tormenta.
De cualquier manera, si no tiene acceso a internet para leer las notas informativas, puede llamar al 311 para obtener la información en español.
Tanto en Broward, como en Monroe y Palm Beach puede llamar por teléfono al número 311, en el que le que puede obtener información en español, inglés o creole.
Preparación básica
Entretanto, DIARIO LAS AMÉRICAS presenta un resumen de consejos esenciales, que fueron originalmente establecidos por las autoridades de emergencias y proveedores de servicios públicos, como Florida Power & Light, para estar preparados ante cualquier eventualidad.
Acopio imprescindible
Durante la tormenta
El consejo primordiales mantenerse alejado de puertas y ventanas, aunque estén protegidas.
En caso de peligro, ante la rotura de una ventana, puerta o techo, incluso si siente miedo, acuda al lugar más seguro de la vivienda, que suele ser un pasillo intermedio, un clóset o el cuarto de baño.
Bajo ninguna excusa abra una ventana o puerta hasta que la autoridad local declare la zona fuera de peligro.
Luego de la tormenta
Tras el paso de un huracán, es muy probable que haya inundaciones, cables del tendido eléctrico caídos, árboles o ramas en las calles o aceras. En esos casos, debe tomar precaución adicional para evitar un accidente, que en algunos casos puede ser mortal, como el tocar accidentalmente un cable de electricidad que está “vivo”.
¡Importantísimo! Evite caminar por zonas donde el agua de lluvia esté acumulada. Allí podría haber un tendido eléctrico sumergido.
Mantenga frescos los alimentos
Bote los alimentos si se dan los siguientes casos:
Los alimentos que deben mantenerse fríos son, por ejemplo, carne, huevos, pescado, pollo, pavo y las sobras de comidas preparadas.
Paciencia, mucha paciencia
Si el paso del huracán ocasiona daños materiales a su vivienda o propiedad, repórtelos rápidamente a su agente de seguros o directamente a la aseguradora.
No olvide que muchas personas, tal vez miles, estarán en una situación similar, y el proceso de reclamación podría demorar días, semanas e incluso meses.
Si no tiene seguro de propiedad, esté al tanto de la llegada de los agentes de la Agencia Federal de Emergencias, conocida por sus siglas en inglés FEMA, para solicitar ayuda del Gobierno estadounidense.
Documente los daños y reclame las pérdidas
Su póliza de seguro podría incluir alimentos, efectos personales y hasta hospedaje, según los beneficios adquiridos cuando usted solicitó la protección
Tras el paso del huracán, y sólo cuando las autoridades locales declaren que el peligro ha pasado, comuníquese con su agente de seguro, dentro de las 72 horas siguientes a la tormenta, para reportar los daños.
Documente las pérdidas materiales en su vivienda o propiedad con fotografías.
Su póliza de seguro podría incluir alimentos, efectos personales y hasta hospedaje, según los beneficios adquiridos cuando usted solicitó la protección.
Junto a usted habrá muchas personas, tal vez miles, en una situación similar, y el proceso de reclamación podría demorar días, semanas e incluso meses.
Si no tiene seguro de propiedad, esté al tanto de la llegada de los agentes de la Agencia Federal de Emergencias, conocida por sus siglas en inglés FEMA, para solicitar ayuda del Gobierno estadounidense.
No pierda la paciencia ni la cordura. En la Florida la mayoría de las viviendas están protegidas por la aseguradora Citizens y el Gobierno estatal asegura que hay dinero para afrontar los daños.
Costo
Hoy los floridanos pagamos casi seis veces más que hace 25 años, cuando ocurrió el fenómeno del huracán Andrew.
Según los datos suministrados por National Association of Insurance Commissioners, la asociación nacional que contabiliza los gastos y las ganancias del negocio de los seguros, los propietarios en la Florida pagan una media de 1.991 dólares al año.
Sin embargo, quienes residen en Miami-Dade pagan mucho más que aquellos que habitan en el resto del estado floridano, adonde la fuerza de ciclones no llega porque viven alejados de las costas.
“Quienes viven en Miami-Dade pagan entre 3.000 y 8.000 dólares al año”, subrayó a DIARIO LAS AMÉRICAS el presidente de Access Insurance, Mario Moreno, en Miami.
De hecho, el monto a pagar es una escalofriante cantidad de dinero que pone los pelos de punta a quienes reciben la factura cada 12 meses. Es una cifra que tiene en cuenta la situación geográfica, además del valor del inmueble y el año de construcción, así como los aditivos de protección contra los temibles vientos, como los paneles de metal.
“Sabemos que el costo de la vida ha subido vertiginosamente en los últimos años, pero no sólo han aumentado los precios de los productos que consumimos, sino, además, ha aumentado el valor de los servicios y los materiales que utilizamos, en caso de destrucción natural, para reponer [materialmente] lo que teníamos”, señaló.
También el valor de los salarios ha aumentado, pero, como es usual, el incremento de los sueldos, para la gente de a pie, no es proporcional al alza de los precios del consumo y las necesidades prioritarias, en la mayoría de los casos.
“La mayor parte de la culpa del alto precio que pagamos por los seguros no radica precisamente en el alza del costo de la vida, sino en el manejo de los fondos disponibles y la ausencia de un programa estatal, bien pensado, sea nacional o regional, que ayude a costear los gastos de la destrucción”, matizó Moreno.
FUENTE: REDACCIÓN