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MIAMI.-La propuesta migratoria del presidente Donald Trump, de abrir un camino a la ciudadanía de por lo menos 1.8 millones de indocumentados, es vista con buenos ojos por la representación republicana del sur de la Florida.
El representante Carlos Curbelo, quien este año enfrenta la reelección en el distrito 26, no ocultó su entusiasmo ante un plan que “acoge por completo la idea de asegurar el futuro en Estados Unidos para los jóvenes inmigrantes traídos a nuestro país como niños sin ninguna culpa por parte de ellos”. “Es un buen comienzo”, añadió.
Pero de inmediato demócratas, algunos republicanos y activistas pro inmigrantes, rechazaron la idea de la Casa Blanca, que tiene como contra partida aprobar $25.000 millones para la construcción del muro, acabar con la lotería de visas y con la política de reunificación familiar, e intensificar la persecución y eventual deportación de los indocumentados.
La administración Trump hizo saber que esos puntos no son negociables.
El congresista Mario Diaz Balart también se mostró especialmente optimista con la política emanada de la presidencia para resolver el tema de los “dreamers” y quienes están protegidos por DACA, una política definida por el gobierno del expresidente Barack Obama para proteger de deportación a los jóvenes que llegaron a este país cuando eran niños.
De acuerdo con el representante republicano del distrito 25 “esta administración está sacando adelante una propuesta seria para los 1.8 millones de jóvenes indocumentados y para asegurar la frontera, algo que no se podía decir de previas administraciones. Seguiré trabajando con mis colegas de la Cámara y con la Casa Blanca en una solución legislativa que pase las dos cámaras y rápidamente sea convertida en ley”.
Por su parte la representante Ileana Ros Lehtinen, quien se retira a finales de este año de la vida parlamentaria, se mostró muy escéptica, a juzgar por sus tuits: “Las posiciones de Trump cambian muy a menudo. Que nos muestren el proyecto de ley, demos una solución para estos jóvenes y votemos ya”.
El senador republicano de la Florida, Marco Rubio, en su cuenta en Twitter, escribió lo siguiente: “Es estimulante ver que el Presidente acoge algunas de las ideas que he apoyado por largo tiempo. Espero poder revisar el texto legislativo específico apenas sea presentado. La reacción de los dos lados a la propuesta del presidente es un recordatorio de que mientras más abarca un proyecto de ley en el tema migratorio, más difícil es que pase. No podemos permitir expectativas que no son realistas ni razonables que nos conduzcan por el camino del fracaso”.
Las organizaciones pro inmigrantes del sur de la Florida, por otra parte, se mostraron totalmente en desacuerdo con la iniciativa de Trump.
La alianza nacional de mujeres en el servicio doméstico (muchas de ellas indocumentadas) dijo a través de su director político, Jess Morales Rocketto, que “la propuesta migratoria de Stephen Miller [asesor de Trump] es teatro político para los nacionalistas blancos y llegará muerta [al Senado]”.
A ese respecto se ha dicho que el plan migratorio del gobierno no pasará la prueba de fuego del Senado. Republicanos como Lindsey Graham no está de acuerdo con que se cierre la discusión y haya puntos no negociables. Los más conservadores consideran que Trum va en camino a una amnistía a los “ilegales”.
Los activistas pro inmigrantes consideran como una traición el acuerdo del Partido Demócrata con el jefe de la mayoría republicana Mitch McConell, con el fin de acabar con el cierre de la administración, a cambio de que se discutirá “de inmediato” la suerte de los dreamers y de DACA.