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MIAMI.- Entre las más de mil propuestas de ley que el Congreso estatal de Florida discute estos días resalta la proposición Senate Bill 264: Higher Education, que propone que las instituciones de educación superior midan anualmente la apreciación intelectual en los campus para determinar si la diversidad de ideas es aceptada o reprimida.
La historia denota que las universidades son bastiones de fuerzas intelectuales entrecruzadas, mayormente de corte progresista, fuentes de reflexiones e ideologías que terminan definiendo el pensamiento de muchos. Y los maestros, como vehículos de enseñanza, pueden influir, incluso determinar posiciones.
Tal como indica la propuesta que presenta el senador republicano Ray Rodrigues, de Lee County, “prohibir que se proteja a los estudiantes universitarios estatales de ciertos discursos”.
En otras palabras, otorgar espacio a quienes tal vez no sean bien recibidos.
Durante una de las reuniones del comité senatorial sobre educación, Rodrigues expresó su preocupación por lo que llamó “amenazas a la libertad de expresión y el mercado de ideas" en los campus universitarios, y propuso que una evaluación "objetiva" podría ayudar a identificar si los derechos de la Primera Enmienda son amenazados.
Rodrigues incluso citó varios informes que señalan estudiantes que se consideran conservadores y se censuran a sí mismos por temor a cómo responderían sus compañeros.
También hay casos de conferencias convocadas que han suscitado estupor y rechazo, como la comparecencia del autodenominado supremacista blanco Richard Spencer, quien hace apenas tres años alquiló el auditorio de la Universidad de Florida, en Gainesville, a raíz de la manifestación Unite the Right, en Charlottesville, Virginia, que produjo fuertes enfrentamientos, tres muertos y más de 33 lesionados.
En aquellos días las autoridades policíacas locales, estatales y federales en Florida se prepararon para lo que anticipaban podría ser un choque de ideas que se tornaría violento, lo que motivó al entonces gobernador a declarar el ‘estado de emergencia’.
Mientras tanto, los grupos estudiantiles portaban pancartas que clamaban “amor y no odio” y rechazaban que la administración de la institución universitaria permitiera la presencia del conferencista extremista.
Al final, Spencer efectuó su alocución ante una veintena de simpatizantes en el auditorio, mientras centenares de oponentes protestaban en las inmediaciones del recinto universitario.
Opiniones
Cómo y por qué medir posiciones intelectuales es un tema que merita atención, y a quién y cómo darle espacio es otro asunto a tener en cuenta.
“Creo que es importante conocer el equilibrio de las conversaciones y perspectivas que se enseñan en nuestros colleges y universidades”, señaló el senador estatal republicano Manny Díaz Jr., de Miami-Dade County.
Sobre la opinión de que "convocar una evaluación" podría atentar contra la privacidad y la libertad de pensamiento de las personas, mientras que "prohibir que el Estado proteja" permitiría a grupos extremistas, de ambos lados, derecha o izquierda, aprovecharse de la coyuntura, el legislador respondió: “Tener una encuesta permite que todos sepamos y nos aseguremos de que la Primera Enmienda es respetada”.
Y añadió: “Las escuelas siempre podrán proteger a los estudiantes de cualquier situación que sea un problema de seguridad, pero la libertad de expresión no debe restringirse en los campus universitarios”.
Dicho de otra manera, todos, desde el ala extrema derecha hasta el lado opuesto de izquierda, podrían ejercer el derecho a convocar conferencias o manifestaciones sin que les sea ‘dificultado’ o ‘impedido’ por autoridades administrativas de colleges o universidades públicas.
Derechos
De hecho, la Primera Enmienda (Enmienda I) a la Constitución de los Estados Unidos prohíbe la creación de cualquier ley que pretenda establecer una religión oficial, que impida la práctica libre de la misma, que reduzca la libertad de expresión, que vulnere la libertad de prensa, que interfiera con el derecho de reunión pacífica o que prohíba solicitar una compensación por agravios gubernamentales.
Eso es precisamente lo que preocupa a la senadora estatal demócrata Annette Taddeo, también de Miami-Dade County, que no considera necesario establecer una ley estatal cuando existe otra superior.
“Estamos viviendo una emergencia (sanitaria y económica) con miles de problemas de salud pública y desempleo que tenemos que solucionar primero”, señaló la senadora.
“Creo que esta propuesta de ley creará más problemas. Ya tenemos libertad de expresión. Y obviamente hay expresiones que tal vez no nos guste a todos. Y ya vimos lo que sucedió el 6 de enero (en el Capitolio nacional). Hay palabras, sean de la extrema derecha o de la extrema izquierda, que pueden causar problemas de violencia”, manifestó.
A la senadora estatal también le preocupa que se abra una ‘caja de pandora’: “No están pensando en eso, ni en la posibilidad de que vengan a impartir conferencias ciertas personas, como (el dictador cubano Miguel) Díaz Canel”, u otros.
Hay quienes opinan que, si no gusta la posición del exponente, hay derecho a manifestarse, pero la legisladora Taddeo argumentó “podríamos protestar, pero también hay una propuesta de ley (HB1) que no nos permitirá protestar (porque supuestamente podría penalizar a quienes estén presentes en una manifestación que se torne violenta) y eso es muy peligroso”.
Tener en cuenta algo como ‘medir la libertad intelectual’, tener listas, preocupa a la senadora estatal porque es la práctica “de dictaduras que tratan de controlar” a quienes piensan diferente.
Entonces, qué hacer con quienes deseen expresar sus puntos de vista, aunque vayan en contra de los valores de la sociedad.
“Quienes instan el odio tienen derecho a ser escuchados, pero nosotros también tenemos derecho a protestar y presionar para que no los tengan allí”, reflexionó.