Habitualmente conversamos con la policía sobre los sucesos delictivos que ocurren a diario, pero pocas veces abordamos el sentimiento humano, el pensamiento y la preocupación que ocupa a los oficiales uniformados que afrontan el peligro de combatir la criminalidad a diario.
DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con el portavoz de la Policía de Miami-Dade, Álvaro Zabaleta, sobre las inquietudes de los agentes del orden y la importancia de la cooperación comunitaria para apoyar el peligroso quehacer del “ejército policiaco” que lucha por cumplir con las expectativas de quienes abogan por una sociedad más segura.
De hecho, hace apenas unos días, el detective de la unidad especializada en búsqueda y captura, Jimmy Wilson, fue sorprendido por el sujeto que buscaba, Matthew Pryor, acusado de robo en una residencia y violación del estatuto de probatoria.
“Gracias a Dios el suceso culminó sin una tragedia porque estábamos esperando lo peor. Se trata de una persona muy violenta que intentó matar a un policía” señaló el vocero de la policía.
Zabaleta recordó como el martes 19 de mayo, en horas de la mañana, el equipo especial de búsqueda y captura acudió a una casa rodante, localizada en la avenida 23, cerca de la calle 136, al noroeste del Condado, donde esperaban encontrar el sujeto.
“Cuando tocaron a la puerta de la residencia, los oficiales se encontraron con la madre y la hermana. Ellas les advirtieron que el sujeto estaba dentro del inmueble y que portaba un arma. Ya sabían que estaban frente a una situación de peligro” relató.
Durante la conversación con la familia, los agentes escucharon el sonido de la puerta trasera del inmueble y rápidamente se dieron cuenta que se trataba de Pryor, que trataba de huir.
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“El oficial Wilson corrió hacia la avenida 23 para atrapar al sujeto. Este le disparó pero no le impactó […] El agente le respondió con un disparo pero tampoco acertó”, describió Zabaleta.
Aquel encuentro pudo haber tenido un final trágico para el cuerpo policiaco de Miami-Dade. El delincuente disparó para matar al agente del orden y escapar.
Luego de brincar varias cercas, el sujeto corrió hacia la calle 135. “Esa vía estaba bastante transitada por la hora en que se desarrolló todo”, resaltó.
Durante la huida, un carro golpeó a Pryor pero rápidamente se incorporó para continuar huyendo. Asaltó una camioneta y obligó a la conductora, bajo la amenaza de un arma de fuego, a salir del vehículo. Lo abordó y escapó del lugar.
Medios valiosos
Antes esta evasión, la Policía de Miami-Dade compartió las fotos y la descripción de los hechos con los medios de comunicación y las unidades de policía.
Horas después, el cuerpo policiaco de Miami-Dade fue notificado de un tiroteo en Knoxville, Tennessee, donde la policía municipal halló al prófugo de la justicia, tras encontrar en el estacionamiento de un motel la camioneta que fue robada en Miami.
Los agentes tocaron a la puerta de la habitación y el sujeto respondió con fuego e hirió a uno de los agentes en el pecho.
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“Gracias a Dios, el oficial tenía chaleco antibalas y la herida no fue fatal”, informó Zabaleta.
El sujeto se atrincheró en la habitación pero más tarde fue obligado a deponer el arma y capturado.
Por ahora se evalúa el traslado hacia Miami para procesarlo pero lo que ocurrió en Knoxville representa cargos de mayor fuerza.
“En Miami enfrenta la acusación de intento de homicidio a un oficial, robo armado de vehículo y evasión, además de los cargo de violación de probatoria tras su encarcelamiento por robo pero en Tennessee tendrá que afrontar una acusación aún mayor porque trató de matar e hirió a un policía. Eso es un delito más grave”, explicó el vocero.
Pérdida de vidas
El detective Oscar Plasencia presenció la muerte de los agentes Amanda Haworth y Roger Castillo el 20 de enero de 2011. Los oficiales buscaban a un supuesto delincuente, Johnny Simms, en la barriada de Liberty City en Miami, quien disparó contra ellos.
“Todo ocurrió en sólo 17 segundos, desde el primer disparo hasta que resultó abatido el sospechoso […] él salió desde atrás, le dio a Amanda, después a Roger y luego a otra agente. A mí me disparó dos veces pero no me dio”, recordó Plasencia, quien logró abatir al criminal.
El doble asesinato enlutó al Departamento de Policía de Miami-Dade y a las familias de los caídos. Haworth y Castillo eran padres de familia.
“El sacrificio de los uniformados es algo que nunca podremos olvidar. Todos los días afrontan un gran riesgo, mientras combaten el crimen”, comentó el subdirector de la Policía, Juan Pérez.
Por su parte, Zabaleta enfatizó la importancia de usar el chaleco antibalas, antes de recordar que hace apenas unos días la oficial de Omaha Kerrie Orozco fue baleada y herida de muerte.
“Ella buscaba a un delincuente y desafortunadamente no sobrevivió a la herida de la bala […] Tenía 29 años de edad, estaba casada y era madre de un bebé recién nacido”, apuntó.
Luego recordó que aun cuando la criminalidad ha disminuido en la Florida y el resto del país el peligro continúa presente en las calles.
“Sabemos que escogimos esta profesión pero la gente tiene que entender que, así como somos oficiales, también somos seres humanos y contamos con la ayuda de todos para combatir la criminalidad”, recalcó.
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