Miami.- Daniella Levine Cava, alcaldesa de Miami-Dade, envió una misiva a la delegación de congresistas de Florida para instarles a oponerse a los recortes propuestos en el presupuesto federal que debe ser aprobados por el Capitolio “afectarían al Medicaid” y otros programas esenciales.
"Como alcaldesa del condado más poblado de Florida, estoy profundamente preocupada por estos recortes, que amenazan la salud y el bienestar de más de 720.000 residentes de Miami-Dade y millones de floridanos", afirmó Levine Cava en la carta.
"La responsabilidad fiscal y la compasión deben ir de la mano. Si bien apoyo un presupuesto responsable, debemos garantizar que la reducción del gasto federal no ponga en riesgo el acceso a la atención médica para nuestras poblaciones más vulnerables”.
Según la alcaldesa, la propuesta reduciría significativamente la financiación de Medicaid, afectando a niños, adultos mayores, personas con discapacidades y familias de bajos ingresos. Este programa es clave en el sistema de salud de Florida, y los recortes incrementarían la inseguridad financiera en comunidades de todo el estado.
Aunque Miami-Dade apuesta por la eficiencia gubernamental con iniciativas como WISE 305, que optimiza servicios y elimina gastos redundantes, la alcaldesa subraya que estos esfuerzos no pueden sustituir la inversión federal en programas vitales.
Levine-Cava exhortó a los congresistas a rechazar los recortes y promover reformas que mantengan el acceso a la salud sin comprometer la estabilidad financiera del país.
Medicaid es un programa público con fondos estatales y federales para ayudar a cubrir los gastos médicos de personas con ingresos y recursos limitados establecido por el presidente Lyndon B. Johson en 1965.
El pasado martes, la Cámara de Representante de EEUU aprobó el presupuesto propuesto del presidente Donal Trump en una votación en líneas partidistas, de 217 a 215. El representante Tom Massie de Kentucky fue el único republicano que se puso del lado de los demócratas en contra de la resolución.
El plan exige 4,5 billones de dólares en recortes de impuestos durante la próxima década, 2 billones de dólares en recortes a programas gubernamentales, 300 mil millones de dólares para seguridad fronteriza y gastos de defensa y un aumento del límite de deuda de 4 billones de dólares.
El plan de gasto no menciona explícitamente hacer recortes al Medicaid, pero pide al Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes que recorte 880.000 millones de dólares de los programas que supervisa a lo largo de la próxima década, algo que según expertos, no se podría lograr sin recortar el Medicaid, incluso si el Comité reduce todos los demás programas a cero dólares. Próximamente, los miembros del Senado federal deben votar el presupuesto propuesto.
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