MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
A pesar de que los hogares para la tercera edad tienen problemas recurrentes como poco personal y mal pago, el negocio de la atención a los mayores es de miles de millones de dólares
MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
@sergiootalora
El alcalde de la ciudad de Miami, Tomás Regalado, anunció que propondrá una resolución, en la comisión del municipio, para que los hogares de la tercera edad tengan que rendir cuentas a las autoridades, tengan mayor supervisión de las mismas y presten un servicio de calidad.
También en la misma resolución pedirá salarios dignos para las personas que atienden a las personas mayores.
Dicho anuncio lo hizo este miércoles, en una mesa redonda organizada por Regalado, para discutir la grave crisis que atraviesa, en la Florida, el cuidado para las personas de la tercera edad, sobre todo en los hogares que atienden a esta población.
De acuerdo con Brian Lee, presidente de la organización Families for better Care (Familias por un mejor Cuidado), hay dos factores que prueban la profundidad del problema existente en todo el sistema de salud y atención para los viejos. En primer lugar, en Florida uno de cada cinco hogares para adultos mayores está en la lista de vigilancia del Estado, que le permite a las autoridades de salud monitorear esos centros de atención. En Miami-Dade, la situación es más grave porque uno de cada tres de esos establecimientos está en la misma lista.
Esa información no se conoce lo suficiente. El año pasado, 39 hogares entraron en esa especie de lista negra, a la cual se llega cuando han pasado cosas terribles dentro de esos sitios para personas de la tercera edad o hay un patrón de problemas crónicas que no se resuelven.
En segundo lugar, hubo en 2011 una serie de informes del Miami Herald, según lo recordó Lee, que fue una impresionante radiografía del estado de postración del cuidado de los viejos en la Florida. Eso llevo a que congresistas estatales, funcionarios oficiales y representantes de ese sector de cuidado a las personas de la tercera edad “dijeran que había una emergencia y había tomar medidas para resolver ese serio problema. Hablaron de reformas. Pero conozco como funciona Tallahassee, el poder de los cabilderos. La ley aprobada resultó en beneficio de los dueños de los negocios, e incluso redujo las frecuencias en las inspecciones de todos los sitios donde se atienden a los ancianos”, recordó Lee.
Ganancias
A pesar de que los hogares para la tercera edad tienen problemas recurrentes como poco personal y mal pago, Lee enfatizó en que el negocio de la atención a los mayores es de miles de millones de dólares. “En 2015, el valor por cama, en un sitio de atención a los ancianos, en promedio en promedio fue 80.000 dólares. Esta cifra es un índice del precio por cama, y significa la valorización de la industria y es lo que los inversionistas ven al comprar un hogar para la tercera edad. Lo que mide su valorización es el retorno de la inversión, y eso es 80.000 dólares por cama. Es un sector muy rentable, que lleva cinco años continuos de crecimiento.”
Matt Roffman, director de la Alianza para el Envejecimiento, una organización que se encarga de coordinar los beneficios a los que pueden acceder las personas de la tercera edad, señaló que hay una crisis en el financiamiento de los servicios para esa población que continuará por los próximos 25 años. “La población de viejos en nuestra comunidad se va a incrementar en un 58% en ese lapso de tiempo. Serán personas entre los 80-85 años”.
En este momento, al parecer no hay voluntad política para exigir mayor transparencia en ese sector clave para el bienestar de los viejos. Que se sepa con claridad cómo se establecen esos sitios, cómo les pagan a sus empleados, cómo defienden sus intereses en Tallahassee. Según Lee, “esta es una industria que tiene márgenes de ganancia del 25%, con un sistema de reembolso proveniente del medicaid y medicare.” Para este experto los cabilderos han dominado las decisiones, “la industria utiliza nuestro dinero para pagarlos y para que trabajen sólo en beneficio de los dueños y los inversionistas de esos hogares”.
El mismo alcalde Regalado declaró que la ciudad no tiene autoridad para controlar esos locales de cuidado a los ancianos. El Estado no tiene suficientes inspectores y en el municipio, según Regalado, hay por lo menos 15 centros de atención a los mayores.
“Los residentes están atrapados en el medio: he visto más abuso y negligencia de lo que cualquiera pueda ver en toda su vida. Hay malos y buenos hogares, y los que están en el medio. Pero todos debieran ser excelentes, básicamente porque están financiados por el medicaid, por el dinero de los contribuyentes”, aclaró Lee.