Cuando dos mujeres se juntan con energías para emprender, no hay quien las detenga. Y si además son cubanas, y santiagueras, el empuje viene acompañado de la gracia de esa tierra caliente.
Cuando dos mujeres se juntan con energías para emprender, no hay quien las detenga. Y si además son cubanas, y santiagueras, el empuje viene acompañado de la gracia de esa tierra caliente.
Victoria James y Saily Rivas, residentes en Miami, enfrentaron la pandemia con creatividad, y unieron fuerzas en un proyecto que les apasiona y conecta con sus raíces cubanas. Así nació Azúcar Cuban Style, una marca que plasma en piezas de ropa y bolsos las frases de la calle, los refranes y expresiones más auténticos de los cubanos.
Apelando a la nostalgia y con un marcado interés en conservar y transmitir el arraigo cultural de la isla en el exterior, las santiagueras lanzan divertidos mensajes en sus prendas, que ya se hacen populares en Miami.
En charla con DIARIO LAS AMÉRICAS, este dúo creativo se remontó a su natal Santiago de Cuba para contarnos la historia de su pequeño negocio. El mismo ha nacido en plena pandemia, y como muchos otros representan a los héroes de esta batalla frente a la crisis.
Háblenme sobre ustedes, su formación, cuándo llegaron a EEUU
Somos de Santiago de Cuba, una ciudad situada al sureste del oriente cubano. Se le conoce como la ciudad más caribeña de la isla, la capital del Caribe, la tierra caliente, la cuna del Son, entre otros epítetos. En verdad es un espacio entre el mar y las montañas con un clima y una topografía muy particular; su cercanía a la cuenca del Caribe le aporta una cultura un poco alejada al occidente cubano.
Queremos volver a la topografía irregular que convierte a Santiago en una ciudad mirador. La caminas y desde diferentes alturas puedes ver el mar o las montañas, en dependencia del sentido que lleves. Esto implica también esfuerzos y pausas cuando la desandas, porque el calor castiga, pero también cuando estás en la parte más empinada de una loma puede llegarte la fresca brisa marina. Vives todo el tiempo en una hermosa dualidad, en un sube y baja, en un contoneo constante al compás de la música, también condicionado por estas características geográficas.
Estas cualidades locales han influido en nuestro carácter como mujeres cubanas, pero además caribeñas. Así nos vemos y nos comportamos. Somos alegres, musicales, extrovertidas, de buen humor, creativas, nos gusta la luz y los colores como zonas, como espacios donde se puede habitar, sentir. Es mejor estar siempre en la luminosidad que en la oscuridad, ¿no crees?
Estudiamos carreras humanísticas en la universidad de nuestra ciudad, y tuvimos la suerte de trabajar en instituciones vinculadas al arte, la cultura y la creación. Esto es un verdadero privilegio, porque sin quererlo disfrutas todo lo que haces de una manera dimensionada, y ese mismo quehacer te va nutriendo de una visualidad y una creatividad que nos permite darle otro sentido a la vida.
También hemos estado muy relacionadas con las artes visuales cubanas, lo que nos facilitó la relación con creadores de la isla, y otros internacionales. Sabes que estar cerca de artistas alimenta las posibilidades creativas que puedas tener, y no necesariamente tienes que valerte de un soporte matérico para expresarlo.
Nuestras familias viven acá, lo que hizo que decidiéramos unirnos a ellas. En Cuba tenemos amigos en común y sobre todo los espacios en que vivimos y que recordamos.
¿Cuándo y por qué deciden crear Azúcar Cuban Style? ¿Cómo han enfrentado la crisis o los retos que impone la pandemia?
Azúcar es hija de la resiliencia, de la necesidad de sobrevivir espiritualmente a un tiempo inusitado llamado pandemia, durante el que nos vimos obligados a implementar nuevas e inimaginables formas de vida.
Siempre decimos que amamos nuestro trabajo, por lo que crear una empresa en medio de una crisis fue más que todo una salvación. Fue encontrar la tabla en medio del mar.
También en nuestros estudios sobre los cubanos emigrados nos dimos cuenta de que hay zonas culturales que se mantienen dentro de cada uno y como comunidad, sin embargo, están silenciadas. Una de ellas es justamente las referidas a palabras y frases que utilizábamos en nuestra cotidianidad, en nuestros grupos sociales y familiares, y sin embargo dejamos de expresarlas, de usarlas.
Con Azúcar Cuban Style la propuesta es sacarlas de ese estado de silencio para que conmuevan los recuerdos, los sacudan, empiecen a sonar. Incluso nos interesa que nuestros hijos las transmitan a los suyos, y así sucesivamente perpetuar este lenguaje vernáculo que contiene gran parte de lo que somos, de lo que nos caracteriza como cubanos con variadas mezclas.
Nosotras no vendemos prendas. Vendemos memorias, afectos, remembranzas. Y no solo nos interesan los clientes que nos compran y que portan las prendas, sino además esas otras personas que crucen la mirada con esas frases y que inmediatamente se remonten a sus tiempos en Cuba.
Nos pasa algo muy curioso con nuestro empaque, que decidimos fuera una bolsa de yute, y es que a todos les encanta. Esto lo justifica el deseo de que nuestros productos estén relacionados entre sí como un concepto. La idea de esta bolsa es que cuando lleguen las compras, y las abran, enseguida le traiga al recuerdo aquellas en que llegaba el azúcar a las “bodegas” cubanas. ¿Qué crees? Muchas personas que nos llaman para saludarnos y felicitarnos refieren primero la bolsa de yute, y para nosotras es una confirmación de que surten el efecto deseado.
Hay varias marcas de piezas de ropa y accesorios que llevan frases cubanas, pero ustedes han optado por el sello universal y salsero del "Azúcar", que hace referencia a esa gracia musical de Celia Cruz. ¿Se inspiraron en La Reina?
Indudablemente. Siempre quisimos hacer un proyecto, no sabíamos cuál iba a ser, pero teníamos la certeza de que estaría vinculado a Cuba. Una idea nos condujo a la otra, y todas a Celia Cruz. No hay manera de abordar un tema cubano desde Miami sin que venga a la mente la fuerza de Celia, su impronta, la defensa a ultranza de su cubanía, su gracia, su música, el grito liberador de azúuucarrrr, que no es otra cosa que gritar Cuba en cada escenario que pisaba, en cada tema cantado.
Celia es un ícono, un ejemplo. Y bueno, no quita el que desde nuestro pequeño universo estemos contribuyendo a la perpetuidad de la más grande cubana en el exilio.
Son mujeres, santiagueras, y emprendedoras. ¿Consideran que es importante el papel de la mujer como emisoras de los patrones culturales en una sociedad, en este caso la cubana?
Mira, históricamente la mujer tiene un gran peso, un gran protagonismo en lo que a transmisión de valores se refiere, y la cubana no escapa a este rol. Hay que tener presente que la familia en la isla es tradicionalmente machista, y nos referimos hasta la actualidad. Siendo así, la mujer es trabajadora, ama de casa y madre 24 x 7.
No es asombroso que, en su gran mayoría, el cubano no regrese a casa directamente cuando sale del trabajo, porque continúa su jornada compartiendo unos tragos con amigos. Esto hace que la mujer sea quien permanezca la mayor parte del tiempo atendiendo a los hijos, lo que implica que esté transmitiendo todo tipo de valores culturales, éticos y civiles, devenidos incluso de la familia, y que a su vez se trasladan a otros niveles sociales.
¿Cómo es la colaboración con las costureras en México?
Esta pregunta es importante para nosotras y nos gusta mucho abordarla, porque toca una parte muy sensible de la empresa. Uno de nuestros slogans -porque además no deseamos proveernos de productos seriados- es que “En Azucar se hace a mano”, con lo que hacemos alusión a confecciones a la manera tradicional.
Además, la costura es un oficio muy raigal en Cuba, muy femenino, nuestras ropas fueron todo el tiempo hechas por la costurera del barrio, y eso las hacía únicas. Nos propusimos homenajear a esa costurera que todas tuvimos.
Acá en Miami no nos ha sido fácil encontrar mujeres que se dediquen a esta actividad. Como Victoria vivió en México muchos años, conoce la riqueza del mercado textil, entonces surgió la idea de conversar el tema con Blanca Espinosa, quien lleva toda la parte de mercadotecnia en Azúcar, y nos puso inmediatamente en contacto con su amiga costurera Norma Núñez, ambas mexicanas. Norma, a su vez, trabaja con un grupo de mujeres jóvenes a las que sin pensarlo dos veces las vinculamos a nuestro proyecto.
Nosotras pudimos pensar fácilmente en ofrecer productos industriales que incluso fueran más económicos en términos de inversión, sin embargo, nos interesó siempre, aun en época de crisis, ayudar a otras mujeres que pudieran estar en cierta desventaja social. La experiencia está siendo maravillosa, pues hemos creado nuestra empresa, y de manera muy modesta fuentes de trabajo para otras mujeres.
A esto se suman nuestras diseñadoras, dos mujeres espectaculares que viven, trabajan en La Habana y traducen cada palabra, cada frase en una imagen.
¿Qué medidas toman para disminuir el impacto ambiental en la realización de las prendas?
El tema de la responsabilidad social debe estar muy presente en toda empresa contemporánea y para nosotras es un rubro que estamos trabajando y perfeccionando todo el tiempo. En esta línea evitamos utilizar tejidos sintéticos y aunque muchos clientes prefieren este tipo de telas, nosotras insistimos en el uso del algodón de fibra natural. Sucede igual con los bolsos Azúcar, que son de lona 100% algodón, al igual que el hilo.
Nuestra etiqueta está impresa directamente en las prendas para evitar el hilo plástico. En un inicio embalamos las entregas con nylon pero inmediatamente los sustituimos por las bolsas de yute, que además dan un toque muy intimista y son reusables. Cada vez que se procesa un envío tratamos de que la oficina de correo postal lo coloque dentro de sobres de cartón y lo vamos logrando, a pesar de las normas de protección y seguridad que exige el trámite.
Además, los archivos todos son digitales para no recurrir a las impresiones sobre papel. Hay muchas maneras de ayudar al cuidado del medio ambiente y nuestras miradas van hacia esa dirección.
¿Qué sienten cuando una persona les celebra una prenda de Azúcar Cuban Style?
Es como cuando te celebran a un hijo. No solo es la recompensa a una labor en la que ponemos todo nuestro amor y empeño, es además la admiración a cada producto en el que viaja un pedacito nuestro. Lo que equivale a decir un pedacito de Cuba.