MIAMI.- Su padre le decía que ir a la escuela era tiempo perdido, pero él supo demostrarle lo contrario y logró convertirse en un exitoso empresario, escritor, motivador, y conferencista.
Marcelino Muñoz, conferencista mexicano que sueña con el Premio Nobel de la Paz, celebra su nominación a este galardón mientras recuerda hitos de su infancia y sus logros en la vida
MIAMI.- Su padre le decía que ir a la escuela era tiempo perdido, pero él supo demostrarle lo contrario y logró convertirse en un exitoso empresario, escritor, motivador, y conferencista.
“Mi padre murió a los 94 años, y murió pensando lo mismo, que ir a la escuela era perder el tiempo”, dijo el exitoso emprendedor mexicano Marcelino Muñoz a DIARIO LAS AMÉRICAS, quien lejos de criticar la visión de su progenitor, le agradece las lecciones aprendidas ya que -asegura- a él le debe gran parte de su éxito.
“Quiero aclarar que mi padre fue el mejor. Él es mi ídolo de todos los tiempos porque me enseñó el valor del trabajo, de la responsabilidad y de la honestidad. Y gracias a estos pilares he recorrido el mundo”, añadió el empresario quien es presidente de la Fundación y Grupo Jomar.
Nacido en un rancho de Río Bravo, Tamaulipas, Marcelino Muñoz recuerda haber sido criado con muchas carencias materiales debido a la precaria situación social y económica en la que vivía su familia.
“A los 9 años no sabía que existían las escuelas, la televisión, ni siquiera conocía lo que era cepillo dental […] pero pudimos emigrar a la ciudad y ahí conocí otro mundo”, dijo.
Confiesa que botes de plástico aplastados y amarrados con una cuerda fueron sus zapatos, y un costal cosido en forma de camisa y un pantalón remendado era parte de su vestimenta diaria.
“A los 16 años tenía muy claro que quería emprender. Y lo hice impulsado por mi único propósito de vida en ese momento, tener dinero”, confesó.
“Quería hacer dinero y en eso me enfocaba. Logré dirigir empresas a nivel nacional, y ese estilo de vida me duró hasta los 44 años, cuando tras mi segundo divorcio me di cuenta de que no era un hombre feliz ni pleno. Al comprender esto comencé un viaje interno con el fin de lograr la paz y el balance, y ese proceso me llevó a explorar la cultura tibetana. Fue así como aprendí a entrenar la mente a través de la meditación, y, posteriormente, ese viaje me impulsó a querer cambiar el mundo por medio de la educación”, confesó.
Sócrates dijo hace 2.500 años “Conócete a ti mismo”, y esa es precisamente la tarea que Marcelino Muñoz promueve sin descanso. “A los jóvenes y niños tenemos que enseñarles a pensar y a meditar, porque meditar es la forma de reflexionar más organizada que existe”, aseguró.
Actualmente, Marcelino Muñoz es presidente de la cadena de Autopartes Jomar la cual fundó en 1974 a los 18 años, empresa que cuenta con distribución en 12 estados de México. Además, en el año 2010 creó la Fundación Marcelino Muñoz, y elaboró un exitoso diplomado llamado Docente Tutor, cuya misión es que los profesores se conviertan en asesores, guías, y consejeros de los estudiantes.
“Los jóvenes necesitan tener un propósito. Y esa es mi misión en materia educacional, que desde la primaria los docentes les inculquen un propósito”, dijo el conferencista que ha recorrido el mundo aprendiendo de diversas escuelas primarias, secundarias, preparatorias, y universidades, logrando publicar media docena de libros educativos para promover sus hallazgos.
Cabe destacar que Marcelino Muñoz fue campeón nacional y medallista Panamericano en Karate, y ha visitado más de 30 países impartiendo seminarios y conferencias sobre superación personal, salud mental, y desarrollo integral.
Posee decenas de reconocimientos por su labor filantrópica educativa, diversos doctorados Honoris Causa, un Récord Guinness por lograr la mayor cantidad de espectadores en una lección de concientización sobre salud mental, y cuenta con más de 100 convenios firmados con importantes instituciones educativas, ministerios de educación y universidades del mundo. Razón por la que en enero del 2020 fue nombrado miembro del Comité de Educación para la agenda 2030 de la ONU, y ha sido nominado al Premio Nobel de la Paz 2023.
“Nuestros programas han logrado récords de retención e inscripción escolar en México. Tenemos muchas metas que lograr en los próximos años, y lo haremos porque estoy convencido de que el mundo se puede cambiar a través de la educación, y ese es mi propósito y mi misión ahora”, finalizó Marcelino Muñoz.