
De trabajar en una gasolinera a crear su propio negocio, Fidel León no cree en descansos y lucha por crecer
León, que nació en Arroyo Naranjo, La Habana, estudió mecánica automotriz en el instituto politécnico de transporte José Ramón Rodríguez López (antiguo Colegio de La Salle), en el Vedado. Luego trabajó en una escuela militar y por llevarse 20 litros de gasolina estuvo preso durante un año.
“Ahí empezó mi vida como negociante, como bisnero, como decía la mamá de mis niñas. De ahí me fui a Matanzas y me dedicaba a vender muñequitos de yeso y plásticos”, recordó León, que solía hacer un muñeco de Batman “en unas máquinas caseras, y los vendíamos mucho”.
“El negrón de Cuba”
En 2006 un viaje a México con su esposa le sirvió como vía para llegar a la tierra de las oportunidades.
Una vez en Estados Unidos, comenzó a trabajar como cajero en una gasolinera. “El dueño siempre me mandaba a buscar mercancía a Sam's Club, y una vez me dije ‘si puedo hacer esto para la gasolinera, lo puedo hacer para mí’. Entonces empecé a vender frutas con un señor nicaragüense que siempre pasaba por la gasolinera, y le dije que quería aprender”, contó León.
Mientras trabajaba para la gasolinera y también vendiendo frutas, decidió crear su pequeño negocio y poner allí todo su esfuerzo. Fue así como en 2008 nació la empresa de transportación “El negrón de Cuba”.
Crear un negocio familiar lleva muchas responsabilidades. No solo se trata de cuidar el equilibrio preciso entre inversión y ganancia, sino de organizar el trabajo y la dinámica diaria con los empleados que tiene en su equipo. Es por eso que la jornada de Fidel León comienza, muchas veces, cuando el Sol aún no ha salido.
“Me despierto siempre temprano, a las 7 de la mañana, pero cuando es fin de mes estoy desde las 2 de la madrugada haciendo los números para cumplir con todas las responsabilidades”, detalló el emprendedor.
Desde la oficina que tiene en su propia casa, hace cuentas y registra los pedidos que le llegan por email o por mensajes. “Cuento con un equipo, les mando las órdenes y ellos las van haciendo, y yo también hago las entregas en el camión. Siempre dejo algunas órdenes para hacerlas en el día”.
A veces se comunica con los clientes cuando no hay un producto que quieren y es necesario sustituirlo por otro, en el caso de los alimentos que piden los restaurantes.
“El negrón de Cuba” reparte comida y otros elementos en todo el condado Miami-Dade. Aunque, como dice, “donde haya un cliente, para allá voy”, pues cuando se trata de trabajo, no hay distancia que le impida llegar a un cliente en el sur de Florida.
“Les llevo de todo a los restaurantes, carnes, frutas”, acotó Fidel, que también ofrece los servicios de su camión para hacer mudanzas. “Mientras quepa en el camión, ‘el negrón’ lo transporta”, como dice uno de sus clientes en el noroeste de Miami.
Un futuro para sus hijas
Fidel León tiene la satisfacción de haber alcanzado una meta. Ahora, dice, “me siento bien al haber logrado esto, y creo que desde Cuba tenía esa visión. Tenía mis negocios, inventaba”. De hecho, confesó, ahora sueña con ver a sus hijas lograr sus objetivos y abrirse paso en un mundo cada vez más competitivo.
“Mis hijas son ingenieras en informática y les pagué el curso de inglés. Siempre les digo que con lo que saben de computación y con el idioma, ellas solas van a buscar su lugar, por eso quise darle las herramientas”, declaró.
“Como suelo decir, en Cuba uno hace la escuela, y aquí hace la maestría”, constató. Y lo ha demostrado: ahora está a cargo de su pequeño negocio y cada día, sobre todo en tiempos de pandemia, se esfuerza por mantener su trabajo y el de sus empleados a flote, para demostrar que “hay negrón de Cuba para rato”.
“El negrón de Cuba”, entrega a la puerta de su negocio/Mudanzas de todo tipo. 786-318-7181 / fidelito30@yahoo.com.mx
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